100 balas 1 (Brian Azzarello, Eduardo Risso; Planeta): Lo sé. No es precisamente una novedad, en tanto Norma ya inició su publicación hace varios años, pero creo que es justo que escriba estas líneas ahora que Planeta saca esta nueva edición en formato prestigio. Precisamente ahora que las novedades inundan los expositores y la peña se pregunta cómo rentabilizar al máximo sus depauperados bolsillos.
100 balas es serie negra; conspiranoia de altos vueltos mezclada con la dura vida a pie de calle; coca y pegamento, como seguro que le encantaría al guionista que se la definiera. Su premisa básica, por si alguien todavía no está enterado, es simple: un día alguien llama a tu puerta, un tipo extraño, vestido de traje, y que transporta un maletín. En su interior, una pistola y cien balas irrastreables, junto a información que incrimina a alguien que te jodió en algún punto de tu vida; y por supuesto, inmunidad frente la justicia. Sip, en efecto. 2+2=4. Ahora me vas a decir que tú dirías que no.
Pero claro, lo que parece ser un argumento a priori bastante limitado sin embargo a la práctica resulta ofrecer grandes posibilidades al combinarlo con una trama conspirativa de fondo que acaba relacionando el conjunto de las partes implicadas. Y así veremos desfilar por sus páginas a un sinfín de personajes que siempre tienen algo que decir, por poco que sea, dentro del esquema general de las cosas.
Otra punto a favor de la serie es su guionista, Brian Azzarello, en la que es posiblemente su mejor obra hasta el momento. No nos engañemos, 100 balas es la serie para la que este tío nació. Así de simple. De hecho basta con compararla con otros de sus tebeos. En todos ellos encontraremos la marca de la casa que el americano se hizo suya después de la serie que nos ocupa. La vida en las calles, los personajes chulescos, el slang. Todo ello casaba a la perfección con su dibujante, Eduardo Risso. 100 balas era el escenario perfecto para que su equipo creativo, que todavía se mantiene al frente después de un huevo de números (la serie está pensada para que dure cien números, a bala por número), desarrollase lo mejor que sabían hacer. Y vale, en una serie tan larga a la fuerza encontraremos altibajos pero no seríamos justos que el nivel de la serie es alto y engancha al lector. Y es que quizás este sea el punto negativo de esta nueva edición a cargo de Planeta, el formato prestigio de 48 páginas; dos números yankis cuya lectura, mes a mes, hace que quizás se pueda perder el hilo de esa vasta trama de fondo que es el verdadero objetivo de la serie.
Pero bueno, ¿nos vamos a quejar por los 3.50 euros que cuesta cada número? Lo cierto es que para aquel que no conozca la serie ésta es una oportunidad inmejorable para darle una oportunidad. Y de paso fantasear acerca de a quién os querríais cargar con esa pistola y esas cien balas que el agente Graves siempre podría acceder a entregaros un buen día. Un buen día como mañana, quién sabe.
100 balas es serie negra; conspiranoia de altos vueltos mezclada con la dura vida a pie de calle; coca y pegamento, como seguro que le encantaría al guionista que se la definiera. Su premisa básica, por si alguien todavía no está enterado, es simple: un día alguien llama a tu puerta, un tipo extraño, vestido de traje, y que transporta un maletín. En su interior, una pistola y cien balas irrastreables, junto a información que incrimina a alguien que te jodió en algún punto de tu vida; y por supuesto, inmunidad frente la justicia. Sip, en efecto. 2+2=4. Ahora me vas a decir que tú dirías que no.
Pero claro, lo que parece ser un argumento a priori bastante limitado sin embargo a la práctica resulta ofrecer grandes posibilidades al combinarlo con una trama conspirativa de fondo que acaba relacionando el conjunto de las partes implicadas. Y así veremos desfilar por sus páginas a un sinfín de personajes que siempre tienen algo que decir, por poco que sea, dentro del esquema general de las cosas.
Otra punto a favor de la serie es su guionista, Brian Azzarello, en la que es posiblemente su mejor obra hasta el momento. No nos engañemos, 100 balas es la serie para la que este tío nació. Así de simple. De hecho basta con compararla con otros de sus tebeos. En todos ellos encontraremos la marca de la casa que el americano se hizo suya después de la serie que nos ocupa. La vida en las calles, los personajes chulescos, el slang. Todo ello casaba a la perfección con su dibujante, Eduardo Risso. 100 balas era el escenario perfecto para que su equipo creativo, que todavía se mantiene al frente después de un huevo de números (la serie está pensada para que dure cien números, a bala por número), desarrollase lo mejor que sabían hacer. Y vale, en una serie tan larga a la fuerza encontraremos altibajos pero no seríamos justos que el nivel de la serie es alto y engancha al lector. Y es que quizás este sea el punto negativo de esta nueva edición a cargo de Planeta, el formato prestigio de 48 páginas; dos números yankis cuya lectura, mes a mes, hace que quizás se pueda perder el hilo de esa vasta trama de fondo que es el verdadero objetivo de la serie.
Pero bueno, ¿nos vamos a quejar por los 3.50 euros que cuesta cada número? Lo cierto es que para aquel que no conozca la serie ésta es una oportunidad inmejorable para darle una oportunidad. Y de paso fantasear acerca de a quién os querríais cargar con esa pistola y esas cien balas que el agente Graves siempre podría acceder a entregaros un buen día. Un buen día como mañana, quién sabe.
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