lunes, noviembre 30, 2009

Lo que se quedó en el tintero

Después de casi dos años escribiendo esta sección a uno se le acaban las ideas. A fin de cuentas, pese a la gran cantidad de adaptaciones al cine de cómics existentes, todas giran en torno a unas pocas categorías (las oportunistas, las que poco o nada tienen que ver con el original, las meramente suficientes, las fieles o las brillantes que además aportan algo al cómic que adaptan) y la mayoría dejan, como películas, bastante que desear.

Por ello, aunque sea un placer haber escrito sobre cómics/películas como American Splendor, Persépolis, Sin City, 300 o Southland Tales, entre otros, o haber hablado de autores de tebeos como Alan Moore, Frank Miller, Harvey Pekar o Mike Mignola, la propia concepción de la sección dejaba ya sólo espacio para la repetición o para hablar de adaptaciones insulsas y/o sin valor cinematográfico.

Como por ejemplo...

Daredevil (2003): que demuestra que la devoción por el cómic adaptado no te convierte en buen guionista, ni en buen director de cine y menos aún si montas la película durante un cuadro convulsivo;

Hulk (2003): que si hubiera sido tan fiel al cómic como aburrida estaríamos sin duda ante la mejor adaptación al cine de un tebeo;

Camino a la Perdición (2002): que siendo una película sobrevalorada, no respeta demasiado al mediocre cómic en el que se basa;

Fantastic Four (2005): que dio pie a una secuela, ambas caramelitos inocentes que incitan más al olvido que a la reflexión;

Spawn (1997): que es la adaptación perfecta, porque el film es tan malo como el cómic;

Spiderman (2001): que consigue narrar el origen del personaje de forma brillante, para dar paso a una segunda parte que es un bodrio y a una tercera a cuya tortura no he querido someterme;

Astérix (1999); de la que tengo recuerdos parciales en los que prefiero no profundizar;

Catwoman (2004) y Elektra (2005): que posiblemente sean dos de las mejores adaptaciones... nah, ¡sólo era para ver si todavía estabais leyendo!

Esperemos que el futuro nos depare adaptaciones de índole más personal y mayor calidad, que atraigan al público de las salas del cine a los cómics y viceversa, reforzando las relaciones que desde siempre ha habido entre estas dos Artes desde sus inicios.


[Texto a publicar en la revista Fancine]

martes, octubre 27, 2009

La Liga de los Hombres Extraordinarios (2003)


La Liga de los Hombre Extraordinarios (2003) de Stephen Norrington, guarda tan poco parecido con el cómic que adapta (The League of Extraordinary Gentlemen), que más que una traducción a la pantalla de la obra de Alan Moore y Kevin O’Neill parece el resultado de un ficticio trabajo de clase. En él, Norrington y James Robinson (el guionista del film), por un lado, y Moore y O’Neill, por el otro, deberían crear, respectivamente, una película y un cómic basándose en un mismo concepto y en cuatro directrices generales comunes. A partir de ahí cualquier parecido sería pura coincidencia.

Y eso es lo que pasa con la Liga. Con la diferencia de que, supuestamente, no se trata de una ficticio trabajo de clase, sino de una adaptación en toda regla.

En la base de ambas, película y tebeo, nos encontramos con personajes de la literatura de intriga, terror y fantasía de fines del siglo XIX (Allan Quatermain, Mina Harker, Henry Jekyll, el Hombre Invisible...) que viven peripecias reunidos en un improbable conglomerado al servicio de Su Majestad la Reina de Inglaterra. Y las similitudes se acaban aquí, aunque algunas diferencias son más obvias que otras.

Lo primero que salta a la vista es el apartado visual. El grafismo personal de O’Neil, que hubiera necesitado de un film de animación o de un Terry Gilliam o un Tim Burton con un presupuesto holgado para poder hacerle justicia, se disuelve en un diseño de producción “moderno” y ya muy visto.

La mayoría de los protagonistas que son, en origen, auténticos monstruos, psicópatas y asesinos, que se avienen a servir al “bien mayor” por sus propias egoístas razones, bajo la dirección de Norrington son dulcificados y elevados al estatus de héroe.

Y en cuanto al juego de referencias literarias que se establece en el cómic con toda la literatura de la época que homenajea, la película no abarca tanto, pero sí capta el espíritu de la obra de Moore añadiendo personajes como Dorian Gray y otros guiños al entendido, aunque sin llegar evidentemente al nivel de The League, del cual existen libros de anotaciones con más páginas que el propio cómic.

Así que, en el balance final, tenemos otra de esas adaptaciones incomprensibles en las que lo que comparten la película y la obra que la inspiró son un concepto y cuatro directrices generales comunes.

[Texto a aparecer en la revista Fancine]

jueves, octubre 08, 2009

Southland Tales (2006)

Southland Tales (2006), fue un proyecto inmenso de su guionista y director Richard Kelly (Donnie Darko). Tan inmenso, que, de hecho, sus poco más de dos horas de metraje apenas rascan la superficie de las ideas y conceptos que subyacen en las decenas de historias y personajes que se entrecruzan como cometas en el firmamento durante su proyección.

Consciente de la amplitud de la tarea y la escasez del tiempo de posesión de balón fílmico del que disponía, Kelly orquestó su particular visión del Apocalipsis de forma que comenzara en una serie de cómics que desembocaría y concluiría en el largometraje, dándole cancha para desarrollar aspectos que de otra manera quedarían cojos de existir únicamente el film, sin nada más para apoyarlo.

No es extraño, entonces, que viendo Southland Tales uno posiblemente se quede a medias, además de sinceramente confundido por lo que acaba de ver. Tanto película como cómics tienen tantos protagonistas, hilos argumentales y subtexto que para acercarse siquiera a la experiencia que supone adentrarse en el mundo que sugieren es imprescindible visionar una y leer los otros. Porque lo que consigue el autor es que ambos se confundan en una misma cosa: la manifestación física de su proyecto y su visión interior. Que uno este impreso en papel y otro proyectado en pantalla no tiene la menor importancia, porque estamos leyendo/viendo los mismos lugares, tocando/oyendo los mismos personajes y participando, en definitiva, de lo que Kelly quiere contarnos.

(Si acaso, la única diferencia radica en el apartado visual. Brett Weldele, el dibujante de los tebeos, emplea una paleta cromática muy reducida y un dibujo esquemático. En directo contraste, la película tiene colores vivos y los personajes mucho cuerpo.)

La experiencia de Southland Tales requiere estar dispuesto a ver/leer con los cinco sentidos, asimilar información aparentemente incongruente, para relacionarla después con otra que da solución a las ecuaciones planteadas anteriormente (o en el futuro). La infinidad de tramas (que en realidad sólo son una) casi incita a ir tomando notas y cada personaje suele estar relacionado, de alguna forma u otra, con casi todos los demás, por no mencionar a aquellos que juegan dos, tres o más papeles dentro del guión.

Una película, un cómic, una experiencia.

La fusión total de la visión de un autor en dos medios.

[Texto aparecido en la revista Fancine]

martes, septiembre 22, 2009

X-Men (2000 y 2003)

Chris Claremont no creó a los X-Men, pero fue la fuerza creativa que los sacó del limbo comercial y los convirtió en la franquicia más vendida del cómic americano. Una hábil combinación de culebrón, caracterización de personajes, tramas maduras, aventuras sin límite y la identificación de sus protagonistas mutantes con las minorías étnicas, sociales y raciales del mundo real son algunas de las características de la serie durante el tiempo que la escribió.

Adaptar una serie con decenas, incluso cientos, de personajes, con tramas que se han extendido a lo largo de años, y que a los propios guionistas y lectores les cuesta seguir en ocasiones, es una ardua tarea. Y ahí radica la magia que obraron Bryan Singer y su equipo con las dos primeras entregas de X-Men (2000 y 2003, respectivamente).

Aunque, evidentemente, no cupo todo el material acumulado en las miles de páginas de historia mutante, el director se centró en lo importante: el concepto de minoría perseguida, que se ve obligada a defender a una humanidad que no la entiende y que a menudo la odia y pretende destruirla; la idea de una escuela donde los mutantes conviven y aprenden a controlar sus poderes; las ansias de venganza de mutantes misántropos como Magneto; el compañerismo y trabajo en equipo del grupo; y Lobezno, claro, quien se erige en auténtico protagonista del espectáculo.

Más importante, según mi punto de vista, es que todo el material presentado en pantalla no desdice el que queda fuera, dejando que el lector pueda rellenar los huecos con sus propios conocimientos del cómic e incluso en aquellos casos en que la adaptación no es extremadamente fiel tampoco invalida aquellos aspectos del original en los que se inspira.

Además, es significativo el hecho de que las carencias del primer film se tuvieran en cuenta de cara al segundo aprovechando para incluir más personajes, extraer más tramas de los cómics y realizar cientos de guiños ocultos a los aficionados, dando lugar a una secuela muy superior al primer largometraje, cosa que no suele ser demasiado habitual. Como tampoco lo es que los responsables de una adaptación al cómic se esfuercen con cada entrega por hacerla más fiel aún al original.

Quizás por eso X-Men y X-Men 2 son dos de las mejores adaptaciones de cómics de superhéroes al cine. Y X-Men 2 una de las mejores películas de superhéroes a secas.

[Texto a aparecer en la revista Fancine]

martes, agosto 25, 2009

Wanted (2008)

Mark Millar es uno de los guionistas más consentidos del panorama norteamericano de los últimos años. Sus diálogos cortantes, situaciones chocantes y su inventiva a la hora de tratar el género de superhéroes le han granjeado una reputación de autor rompedor entre aficionados y crítica.

Tras servir las franquicias habituales de Marvel y DC, Millar se embarcó en una serie de proyectos personales, aunque dentro del género, en los que volcó toda una serie de inquietudes que le perseguían desde joven. Entre ellos nos encontramos con Wanted, la historia de Wesley Gibson, un pringado con un trabajo cutre, afectado de enfermedades varias y cuyo mejor amigo se beneficia a su novia. En el curso del argumento, Wesley descubre que ha heredado las habilidades para el asesinato de su desconocido padre y la posición de éste en una sociedad de supervillanos que controla la Tierra de forma clandestina.

Wanted (2008), de Timur Bekmambetov, sigue casi al pie de la letra la transformación de Wesley desde un ciudadano de a pie hasta llegar a convertirse en un súper asesino imparable. De hecho, el proceso en la película se muestra con algo más de lógica y coherencia que en el original. Sin embargo, hay una traición al espíritu del tebeo que muestra hasta que punto Hollywood no puede llevar según qué historias a la pantalla. El cómic es una historia de supervillanos, en la que estos son los protagonistas, dominando el mundo en secreto y dando rienda suelta a sus más bajos instintos, matando, mutilando y violando según les viene en gana. La película los troca por una sociedad oculta de asesinos que eliminan objetivos puntuales para impedir que el caos se apodere de la existencia.

El matiz es evidente. Por muchas salvajadas que aparezcan en la película (y no son nada en comparación con las que aparecen en el cómic) siempre se ven justificadas por el papel de policía kármica que juegan Wesley y sus colegas.

¿La razón? No sé. Falta de presupuesto, tal vez. Llevar el mundo de supervillanos de Wanted al cine hubiera requerido un presupuesto 50 veces mayor del que se disponía. Pero creo que la audiencia no estaría preparada para encontrarse con el nihilismo y mala baba que destila el cómic. Por lo menos no la audiencia americana.

[Texto a aparecer en la revista Fancine]

viernes, agosto 21, 2009

ULTIMATE AVENGERS 1 DE PACHECO Y MILLAR: EL QUE TUVO RETUVO




A mis manos ha llegado y recién leído lo tengo.


Es pronto para hablar, pero como aperitivo, es una pasada. Acción a raudales, con saltos, volteretas, puñetazos del Ultimate Capi que recuerdan al primer número de la serie de Brubaker.


Presentación de un personaje que no habíamos visto hasta ahora en este Universo (y que ya era hora apareciese) que le da una cura de humildad al Capi.


Pacheco se sale (a ver si no se retrasa) y Millar danado lo mejor de sí mismo (qué cagada lo del final de la primera familia, Mark no lo vuelvas a hacer).


Espero con ganas el siguiente.

domingo, julio 19, 2009

30 Días de Noche (2007)

Cansado de que se lo rechazaran durante años como propuesta de película, Steve Niles finalmente escribió 30 Días de Noche como un guión para que lo dibujara su amigo Ben Templesmith. Irónicamente los mismos productores que no mostraron interés alguno en el proyecto acabarían pujando más tarde los unos contra los otros por hacerse con los derechos para adaptarlo al cine. Del paso de propuesta de guión rechazada por los estudios a tebeo por el que se paga mucho dinero a sus autores por ser llevado a la pantalla, hay un punto intermedio clave para entender el proceso: la obra resultó ser un gran éxito y supuso el renacer comercial del género de vampiros y de terror en la industria del cómic. Ahí es nada.

La premisa, aunque resultona, no puede ser más simple: un grupo de vampiros viaja a Barrow, población donde durante un mes al año no sale el sol, situación que aprovechan los no-muertos para campar a sus anchas y darse un festín de aúpa con sangre y carne humana.

El equipo de 30 Días de Oscuridad (2007) respeta al máximo el libreto original, trasladando además su estética característica a nivel de puesta en escena, decorados, colores, fotografía y la particular caracterización de los sanguinarios vampiros.

Donde la cosa hace aguas es en el apartado argumental. Si el original ya tiene problemas en justificar con su curioso argumento las setenta páginas de las que se compone y no hace más que avanzar la trama mediante inconexos golpes de efecto, la hora y media de metraje pone aún más de relieve las incoherencias del material que adapta. Se intenta paliar este problema, con muy buen juicio, introduciendo personajes e hilos narrativos inexistentes en el cómic, pero por desgracia aún así no es suficiente, tal vez porque se respeta demasiado la fuente y no se quiere diferir demasiado de ella, y el film se tambalea de un lado a otro como un sonámbulo que no encuentra el camino de regreso a la cama.

Así que nos encontramos, curiosamente, con una adaptación que fracasa como película, precisamente por ser fiel al original. Y es que, cuando se adapta fielmente un producto mediocre, el resultado no puede ser otro.

[Texto a aparecer en la revista Fancine]

The Punisher (2004)

Cuando uno se pone manos a la obra con un guión para cualquier arte (cómic, cine, teatro...) no se tiene que enfrentar únicamente con la pantalla o la hoja de papel en blanco. Existen toda una serie de circunstancias que dificultan la ejecución de cualquier producción artística: fechas de entrega, imposiciones editoriales, financiación, etc. En el caso de las adaptaciones al cine de tebeos, además nos encontramos, entre otras cosas, con la necesidad de ser fiel al material original, captando su espíritu y trasladando al lenguaje cinematográfico aquellos elementos gráficos y narrativos que lo hagan único.

Todo esto no es moco de pavo. Y sin embargo...

Cuando lo que uno tiene entre manos no es una obra maestra del Noveno Arte, sino una historia de venganza digna de una película de acción de serie Z, ¿puede todo lo anterior ser obstáculo para realizar una buena adaptación? El Castigador (2004) demuestra que a veces cuanto más fáciles son los retos a los que se enfrentan los realizadores, peores son los resultados. No es que se trate de una perversión de la historia original. Tanto en el film como en cualquiera de los cómics, el protagonista, Frank Castle, ve morir a su familia bajo una lluvia de plomo y desde entonces dedica su vida a erradicar el crimen en una guerra sin cuartel, en la que progresivamente va perdiendo la razón y todo contacto con la realidad que no le sea de utilidad en su “sagrada cruzada”.

La película se queda en esta breve sinopsis y no investiga ninguno de los temas que han ido surgiendo en las décadas de apariciones del personaje en el papel: la violencia brutal de la sociedad que hace que criaturas como Castle existan; la indefensión ante la agresión criminal; la montaña rusa de asesinatos que le hace plantearse a uno si al Castigador todavía le queda algún delincuente al que castigar... En la película apenas hay un reconocimiento a la etapa del guionista Garth Ennis en la serie, con la inclusión de una escena levemente humorística. Y si se puede disculpar que no se tengan grandes objetivos en mente (la mayoría de los cómics del personaje son bastante planos), lo que sí es imperdonable es la falta de adrenalina, sangre y acción de la que adolece el largometraje, aspectos definitorios que hacen del Castigador lo que es. Una historia de venganza.

[Texto aparecido en la revista Fancine]

miércoles, junio 24, 2009

Norma, los Chapuceros de Umbrella Academy

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3
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Todavía no salgo de mi asombro.
La editorial que no solía publicar miniseries, sino en tomo, publica la magnífica miniserie "The Umbrella Academy" en tres prestigios.
Bueno, pues vale.

Pero señores, dejar de publicar las excelentes portadas de James Jean es una chapuza delas gordas. Para que luego nos quejemos de las cagadas los Planetarios.
Que es el portadista de FABULAS!
No pasa nada.
Aquí las tenéis.

Y yo me voy a pillar el tomo americano, que encima sale más barato.

martes, junio 02, 2009

ENTREVISTA A DAVID LÓPEZ Y CONVERSACIÓN EN EL SEGUNDO COMIC NOSTRUM PALMA DE MALLORCA

David López es un dibujante, al que conocía principalmente por Fallen Angel que me fascinó y por Espiral, un cómic suyo muy original.

La entrevista se realizó en el escenario del patio de la Misericòrdia. La duración fue aproximádamente de 45 minutos, más el tiempo de las preguntas. Asistí y tomé apuntes pero alguna parte no me quedó clara y para no llevar a equivocaciones será resaltado en rojo.

David López es una persona divertida y con humor. Al final de la entrevista se puso a dar palmas y a cantar flamenco, el escenario eran dos sillas, un micrófono de pie y parecía un tablao flamenco, produciendo carcajadas en el público por la sorpresa.

ENTREVISTA

P: ¿Cómo empezaste a dibujar?
DL: Empecé de pequeño, poco a poco y me gustaba experimentar con el dibujo. Espiral es un poco de eso. Empecé haciendo cosas para el fanzine 450, también contacté con Hernán Migoya redactor de la Cúpula y hablamos de hacer Books con formato underground.

P: Hiciste de todo. Recuerdo cierto cómic con frutas: frutagirl (risas entrevistador)
DL: Si (risas López). Era un proyecto de frutas y hortalizas para la Comunidad Autónoma de Aragón para fomentar la comida sana entre los más pequeños, Era un trabajo alimenticio (risas López). Tenía que estar al pie del cañon y hacer muchos trabajos para llegar donde quería.

P: ¿Cómo llegaste al mercado americano?
DL: Primero entra un dedo del pie, después la pierna y por último todo el cuerpo. Entré gracias a Bobbie Chase que me dio trabajo. Igual que a Pulido y los dos somos canarios (risas López).
Todo empezó con David Macho, que era representante de muchos dibujantes españoles. En el mercado americano estaban Javier Pulido, Marcos Martín y que iban abriendo el camino. David tenía que irse a Estados Unidos y le llevé un book en el último momento con algunas cosas de Espiral, también páginas y bocetos. Seguro que en el avión cuando lo abrió pensó: ¿cómo narices voy a vender esto a los americanos?. Mi estilo no era muy superheroico.
A Bobbie Chase le interesaron mis dibujos y quería hacer un proyecto parecido al que hice en España: dos chicas que viven juntas en un piso. A mi me gustaba dibujar chicas y esas situaciones (risas López). Pero el proyecto no pudo ser y Bobbie Chase dejo de ser editora.

P: ¿Qué fuiste haciendo?
DL: Hice muchos one-shots y series menores. Lo importante era ir cumpliendo y además con las personas que trabajé me iban explicando todo.

P:¿Era difícil trabajar con los estadounidenses y compenetrarse?
DL: Me salvaba distanciarme; hacía el trabajo, lo entregaba y después me hacían la crítica o sugerencia.

P: Para DC ¿qué empezaste a hacer?
DL: Un número de JLA Adventures y otro de Batman.

P: Pasas a Fallen Angel una serie con derechos de autor.
DL: Me sorprendió porque eso no era muy normal. Yo venía de hacer Espiral y otras cosas.
En DC antes me dijeron hacer un proyecto tipo Sexo en Nueva York: ciudad y chicas y sería uno de los guionistas de la serie de televisión. Me encantaba porque era volver a hacer lo que hacía en España, pero no pudo ser, porque el guionista estaba muy ocupado con la serie de televisión.
Dc me ofreció contrato y con derechos de autor para Fallen Angel junto el guionista Peter David. Empezaba desde el techo: una serie con derechos de autor . Los siete primeros números vendieron bien y fueron bienvenidos por el público y con buenas críticas. Mi dibujo tuvo errores al principio (risas López) y durante los veinte números que duró la serie, pero fui mejorando.
Pulido y yo también estamos relacionados por Nacho Castro, un editor que sabe mucho. Sabía qué decir para aprender y ayudar a forjar un estilo.

P: ¿Cómo pasaste a dibujar Catwoman?
DL: Nacho Castro pasó a ser editor de Catwoman y me llamó. Estaba en la misma colección donde Javier Pulido dibujó unos números (risas López por las conexiones entre los dos: canarios, Bobbie Chase y Catwoman).

P: ¿Cómo afrontaste la nueva colección?
DL: Después de Fallen Angel fue difícil adaptarme de un control creativo y con derechos de autor a una serie con cánones establecidos. Era como una flor en el culo(risas López): has de hacerte cargo de la herencia, intentar mantener al principio cierto estilo para contentar a los lectores que estaban en la colección y ya después ir poniendo tu estilo.
Era un principiante cuando la historia se puso interesante con la maternidad. Selina es un icono sexual (risas López) y pasaba a ser madre. Tuve que esforzarme para que fuera creíble.

P: ¿Metieron crossovers en la colección?
DL: Si, uno era con las amazonas que atacaban Washington. Es el problema con los crossovers pero el guionista consiguió coger todo eso y contar algo interesante.

P:Catwoman fue cancelada pero siempre se ha reinventado a sí misma como la llegada de Brubaker. ¿Volverías a hacer una serie regular con ella? ¿Querrías tener más control?
DL: Me encantaría volver con el personaje pero no como serie regular sinó como miniserie. Una Catwoman Año Uno.

P: Esa ya se hizo y creo que había otra.
DL: Ah (risas López). O algo parecido al proyecto Catwoman si vas a Roma.

P: ¿Cómo es dibujar una colección si no conoces los estilos, los personajes? ¿Hay directrices editoriales?
DL: Hacer cómics no es dibujar sinó contar historias. Cuando hay lazos emocionales con superheroes se queda en ti.
En el cómic se tiene que entender que hace el personaje y comprenderlo. Actualmente estoy haciendo The Reunion con Ojo de Halcón , un arquero de Marvel, que ha recuperado a su esposa Pájaro Burlón que murió quince años antes; en el Universo Marvel sólo han pasado cinco años, y hay que conseguir transmitir emociones. Has de sentir al personaje para que el dibujo transmita.
Cuando empecé a dibujar me interesaba dibujar más que las proporciones ylos trajes, las historias. Ahora les doy importancia, aunque Miller no era un dibujante académico pero transmitía bien.
Tuve que coger la historia, desentrañar sus emociones y sentirlas. En Avilés mientras dibujaba daba la impresión que cantaba y ponía caras. Pero en este trabajo estás mucho tiempo trabajando y has de exteriorizarlo.

P: ¿Es difícil trabajar en el mercado americano?
DL: Es complicado. Ellos tienen claro todo y son profesionales. Saben qué producto hacer. Cuanto más adultos son los lectores más quieren historias adultas, pero superhéroes están dirigidos a preadolescentes o postadolescentes de catorce a veinte años. Después están los que seguimos comprando cómics después de esas edades (risas López).
Un ejemplo: Ojo de Halcón tiene un arco y lanza flechas. Si le atacan es normal que flechas maten a los malos pero el guión dice que no puede matar pero si herir. Dibujo una escena en la cual Ojo de Halcon desarma a uno con una flecha que se clava en la mano. Recibo una notita del editor (risas López) y me dice: “a mí me gusta, pero no creo que para un niño de doce años sea correcto”.
Hay muchos standars: Deadman está muerto y es superhéroe (risas López). Otra vez dibujé a una monja realista: mayor y con pelusilla en el labio y... notita del editor (risas López) y me decía que la hiciera más guapa. Tienes que asumir esos estandars: los chicos son guapos y cachas, las mujeres están muy buenas. Es muy raro que después de 70 años de historias sólo hayan matado a seis malos muy malos ¿no? (risas López).

P:¿Qué otras cosas te chocan?
DL:El entintado. En Avilés con el dibujante Benoit hablamos y teníamos un entintador que nos cambiaba mucho. No funciona con entintador americano porque utilizan la mancha de tinta y nosotros nos basamos sobretodo en la línea.
También es difícil el trabajo de documentación porque si no te gusta o no lo conoces has de aprender. Si te encargan dibujar a Mapache Cohete has de hacerlo.

P: Llevas ocho años dibujando cómics ¿te apetece hacer cosas por ti mismo?
DL: Hombre, saqué un álbum en 2008. He de comer y no puedo permitirme abandonar los cómics americanos. Voy haciendo mis cosas. Poder vivir de esto me permite ir haciendo un álbum poco a poco y si me lo publican me irán pagando algo. Si no eres un superartista con mucho público no te puedes permitir dedicarte exclusivamente a un proyecto. Si viene el casero a cobrar el alquiler y le dices que estás con un proyecto personal que venderá mucho seguirá queriendo cobrarte el alquiler (risas López).
Yo hago cómics porque me gustan. Hay gente que le gustan los superhéroes y hacen muchos y otros que no les gustan pero lo hacen por dinero. A mí su me gustan.

P: ¿Qué diferencias ves entre el mercado americano y el europeo?
DL: El cómic americano me permite sin ser famoso llegar a 107.000 lectores. Creo que se mitifica la libertad del cómic europeo. Hay editor que sabe del mercado y te pide cambios en el dibujo: poner más escote o el planteamiento: más escenarios....
Ha habido Watchmen, Batman Dark Knight. Sinestro Corps es muy superhéroes y no es muy novedoso pero está bien hecho. Los Ultimates de Millar y Hitch: la temática y las historias adultas, ese Capitán América fuera de su tiempo y el abrazo con su amigo ya anciano...
El único límite de los cómics americanos es que haya pijamas (risas López).

P: ¿Qué proyectos actuales tienes y cómo ves tu carrera y el trabajo en equipo?
DL: No quiero dejar superhéroes sin hacer Spider-man o Batman. Ahora estoy trabajando con un buen entintador Álvaro y el colorista Rudoni que hace un uso espectacular del color y da un resultado a mis lápices que no me esperaba.
Aprender a trabajar en equipo es bueno. Fastidia que a veces tu trabajo se estropee por entintadores: éste tío que le ha hecho a mis lápices, con las horas que me tiré con esa página. Pero tiendo a ponerme en el lugar del otro,comprender que todos somos humanos y podemos equivocarnos y así perdonar.
Hay que sacar lo mejor de uno mismo y dejárselo fácil a la otra persona. Hay cosas que no puedes hacer por límites editoriales y de tiempo pero algún día los haré.

PREGUNTAS PÚBLICO

P: ¿Qué diferencia hay en trabajar con un agente o hacerlo sin él?
DL: Depende del agente, el acuerda con la forma de trabajar y de ti. Te permite dibujar y olvidarte de qué harás después de acabar tus cómics porque el agente se ocupa de todo y te lo busca.
La ventaja de no tener agente es que no has de pagar (risas López) y haces lo que quieres. Pero con agente tienes la tranquilidad de qué harás mañana y no preocuparte de tener que gestionar todo.
A él le puedes llamar diciendo ¿DÓNDE ESTÁ MI DINERO? Que aún no me ha llegado el cheque (risas López), te prepara facturas y procura que no cobres tarde, por la cuenta que le tiene.

P: ¿Cómo cambias de colección?¿Y si quieres hacer un superhéroe concreto?
DL: Antes se lo decía al agente y él se movía. Ahora que estoy solo cuando acabo un proyecto hablo con la gente para tener el mail y poder preguntar yo mismo al editor de Spider-man.
Soy una persona conciliadora y lo intento. He de decirle a mi editora Jeanine que quiero hacer tal colección o número y prometer que volveré (risas López) .
Si algún día consigo contactar con el editor de Spider-man intentaré convencer a la editora para que me de tiempo. Además es trabajar para una franquicia y el editor es el señor encargado de dar rumbo. Las franquicias son potentes y el objetivo es dar una rentabilidad. No te van a decir venga hazlo, tienes que convencerlo.
Estuve treinta meses en Catwoman y el editor valoraba no tener que llamar por las fechas de entrega. Te comprometes y ellos lo valoran y te conocen. Por eso es difícil que entre alguien nuevo:
puedes hacerlo muy bien tú solo con tus historias pero a ellos les interesa saber si puedes trabajar en equipo como una cadena de montaje porque es muy diferente.

P: ¿Y si no te da tiempo a acabar?
DL: Lo normal es recibir el guión pronto porque el guionista quiere comer (risas López) entrega a tiempo y tú tienes uno o dos meses para hacerlo. Si el señor tarda intentas ir rápido porque la máquina no se para. Si se entrega el día catorce y no puedes se ponen otros dibujantes para acabarlo a tiempo. Lo ideal sería un equipo perfecto y compenetrado.

CONVERSACIÓN CON LÓPEZ

Después de la entrevista fui a hablar con David López para ver si podía firmarme Fallen Angel que es una serie que me encantaba por su dibujo y al final me hizo un dibujo.

Al principio le traté de usted y me dijo que no hacía falta. Le comenté cómo me había impresionado Espiral tanto por historia como por dibujo y su originalidad. Él me dijo que el álbum que había sacado el año pasado incluía esa historia, más otras que había ido haciendo.

Le pregunté si había pensado hacer un proyecto para Francia como Roger y Raulé de Jazz Maynard. Me contestó que había estado en la anterior Fira Còmic Nostrum y que esos proyectos los hará cuando tenga tiempo y finalice sus trabajos. Lo mismo pasaba con Spider-man y le comenté que había una colección llamada Amazing Spider-man Family donde había diversas historias como Spider-girl de Tom DeFalco y me dijo que ahora Amazing Spider-man era la única serie regular y tenía diferentes equipos creativos y le interesaría trabajar en un arco.

Le comenté que leí el prólogo de The Reunion en el especial Dark Reign New Nation y que el uso del color daba a sus lápices un tono especial interesante. Me dijo que debía salir este año con Panini en un tomo y que en Estados Unidos estaba a punto de acabar.

Mientras hablábamos me preguntó qué dibujo me gustaría y le pedí Fallen Angel. Fue increíble ver el proceso porque lo hizo con rotuladores directamente, que nunca había visto en directo. Primero empezó con un rotulador naranja, después uno negro y por último con un bolígrafo profesional terminó los detalles de la cara y el pelo.

Le agradecí mucho el dibujo y tengo ganas de leer The Reunion cuando salga en España.

miércoles, mayo 27, 2009

ENTREVISTA A JAVIER PULIDO Y CONVERSACIÓN EN EL SEGUNDO COMIC NOSTRUM PALMA DE MALLORCA

Javier Pulido es un dibujante que siempre me ha gustado y con el que disfrute mucho en Hulk, Blanco Humano, Robin y especiales como Starbrand. Tiene un estilo único y personal. Para mi era uno de los motivos para asistir a Cómic Nostrum y escuchar a este gran dibujante.


La entrevista a Javier Pulido se realizó en una sala de conferencias del primer piso de la Misericordia.
Duró aproximadamente 45 minutos, más el tiempo de las preguntas. Fué bastante amena y divertida con un repaso de la carrera de Pulido, su evolución gráfica.....

La entrevista la transcribo de los apuntes que fui tomando. No soy una grabadora humana y puede que me haya perdido alguna cosa.
ENTREVISTA
P: Naciste en Canarias. Tu primer trabajo fue una historia para Careto.
JP: Si , soy de Canarias, estudié Bellas Artes y me trasladé a Barcelona y fui enseñando mis dibujos.
P: Has dibujado muchos guiones. ¿Has pensado algún día hacer tus propias historias?
JP: Si, algún día.



P: Trabajaste en Mentat con Pérez Navarro en la línea Laberinto.
JP: Si, ya había hecho anteriormente cosas para Forum y éste fue uno de mis primeros trabajos.

P: ¿Pensabas en el mercado americano?
JP: Siempre lo tuve en mente, había acabado la carrera de Bellas Artes o estaba a punto, porque no se puede vivir haciendo cómics en España exclusivamente.
Decidí moverme,mientras estaba con un número de Tess Tinieblas y existía la posibilidad de hacer una segunda parte de Mentat, fui a las Jornadas de Avilés para ver cómo era porque había oído buenas críticas y podría relacionarme y hablar con otros artistas.
Allí conocí a Larry Hama, que para quienes no lo conozcan era un guionista de cómics y estaba haciendo Lobezno, y le mostré el cómic de Mentat. Le gustó, pero me dijo que había ciertas cosas que necesitaban mejorar. Me pidió mi número e hice unas muestras de prueba y se las envié. Hama las fue moviendo en Marvel y le interesaron a la editora Bobbie Chase.
P: Tu primer trabajo fue Star Trek Early Voyages ¿Fue complicado? ¿Tuviste restricciones?
JP: La dificultad de la serie fue que se basaba en un piloto y yo sólo conocía a Spock porque era el único personaje clásico que mantenían. Tenía fotos que me proporcionaban para dibujar las caras. Pero la serie seguía con el piloto y la colección cómic canceló poco después. Iba cancelando colecciones (risa Pulido).



P: Después pasaste a dibujar Hulk.
JP: Si, el guionista era Joe Casey. Nos tocaba sustituir a Peter David y su larga etapa en la colección
La reacción de la gente al principio fue muy dura en los foros. Recibía el guión de Casey y lo dibujaba. No estaba muy contento con el entintador ni con el colorista porque no estaba acostumbrado al trabajo en equipo y el resultado final no era igual a cómo lo dibujaba.

P: ¿Cómo llevabas tu relación con los entintadores?
JP: Me gusta entintarme a mí mismo. Menos Robin Año Uno que no me he entintado pero ha sido el que más me ha gustado.
P: ¿Y con los coloristas?
JP: Con los coloristas depende. El colorista de Catwoman estuvo muy bien y hacía caso de las indicaciones. Con el colorista de Robin Año Uno tuve mala relación porque le enviaba las indicaciones y él después hacía lo que quería.

P: Después pasaste a DC Comics.
JP: Intentaba hacer proyectos que me gustasen. Fui a Dc a hablar y pasé de Marvel a Dc. Tuve que volver a hacer muestras para Dc como cuando empecé (risas Pulido) y los editores miraban estilo.

P: Has trabajado principalmente guiones Vertigo. ¿Era porque te gustaban y lo elegías o había otros motivos?
JP: A los editores de Vertigo como Axel Alonso les gustaba mi estilo y por eso fui por ese camino. Si me hubiera llamado otra gente para dibujar otra cosa lo hubiera hecho. No estaba para elegir guionistas (risas Pulido) y decir: elijo a este u otro. Aunque Azzarrello me dijo que le gustó Flinch.

P: También hiciste un número de Batman Chronicles donde se notaba la influencia de Mazzuchelli.
JP: La verdad que Mazzuchelli me gustaba y también otros autores pero no lo hice conscientemente.
Un día me dijeron que tenía cierta influencia de Steve Ditko por como estructuraba todo. Un día lo miré y era cierto que se parecía a como estructuraba yo pero no me pongo a estudiar a los autores y hacerlo igual.





P: Pasas a dibujar Robin Año Uno ¿cómo fue la experiencia?
JP: Pasé a hacer un proyecto de cuatro prestigios, cuarenta y ocho páginas cada uno, que nunca antes había hecho en el que además de dibujar ponía el color (decidía qué poner). Era mucho trabajo porque debía cuidar mucho el trabajo a lápiz para pasárselo luego al entintador. Las fechas se me echaron encima y sugerí a Marcos Martín para acabar lo que quedaba del último prestigio. En una noche hice siete páginas y fue estresante, no sé si Kirby también lo hizo (risa Pulido).


P: Hablando de Marcos Martín ¿colaboráis juntos en estudio?
JP: No, cada uno va por su lado. Como hemos coincido en ocasiones en diversos proyectos da esa impresión. En Robin, Marcos dibujó él solo lo que quedaba del último prestigio. Yo no le hice bocetos ni nada.

P: ¿Cómo acabaste dibujando la novela gráfica de Blanco Humano? ¿El estilo del anterior dibujante Biukovich era muy diferente?
JP: Había acabado Robin y Axel Alonso se iba a trabajar a Marvel. Hablamos de hacer algún proyecto juntos en Marvel pero Tony Bedard editor Vertigo me propuso Blanco Humano. La primera opción había sido Dave Taylor pero parece ser que tuvo una depresión o alguna otra cosa. Yo era la segunda opción y pedí hacerlo todo (entintado y coloreado).



P: Entre la novela gráfica y la serie regular de Blanco Humano dibujaste Catwoman. Pasaste de un dibujo detallado a uno más suelto.
JP: Catwoman había tenido a Darwin Cooke que dibujaba con un estilo cartoon animated. No existía serie regular en esa época en Dc con ese estilo. Catwoman era un dibujo muy alternativo y no seguía el modelo de DC. En Catwoman hice bastante experimentación.

Con Blanco Humano era un planteamiento gráfico y narrativo muy diferente: como el personaje se disfrazaba y cambiaba de cara pude probar muchas cosas nuevas. Pero siempre busqué que estuviese adecuado a la historia y tuviera sentido.
Ahora reflexiono sobre todo lo que he hecho y estoy buscando un estilo más construido como en Robin o el especial Capitán América 65 Aniversario. La innovación la haré para proyectos propios.

P: El mercado americano afecta a tu ritmo de trabajo. ¿Puedes hacer una serie mensual?
JP: Me es imposible hacer una serie mensual. Puedo aguantar seis meses pero es agotador porque además de dibujar me entinto y coloreo porque me gusta trabajar así. Con Robin acabé quemado y cuando cogí Blanco Humano tardé bastante en dibujarlo.

P: ¿Has pensado hacer algo para europeo?
JP: Estoy acostumbrado al mercado americano y el europeo es muy diferente. En América presentas muestras y te dan guiones. En Francia quieren un proyecto y sobretodo crear un personaje para que haya continuación en próximos álbumes. Al final todo es producto comercial. El mercado americano es más sencillo y lo conozco mejor pero no dejo la puerta cerrada y si encuentro guionista plantearme un proyecto para Francia.

P: Has hecho después de estas colecciones números sueltos y especiales como Capitán América 65 Aniversario ¿Tienes otros proyectos?
JP: Estoy acabando número especial 70 Aniversario Marvel con un personaje clásico. Tengo otros proyectos para Marvel pero por ahora no tengo proyectos largos. He estado estos años dedicándome a pensar proyectos propios, apuntar ideas, pensando cómo llevarlos a cabo y ahora he vuelto otra vez mercado americano.
P: En el tercer piso hay una exposición con originales tuyos ¿los elegiste tú?
JP:Si, escogí varias etapas según la narración como Hulk, la composición, Blanco Humano para ver evolución y una historia inédita con Spider-man que ha de salir dentro de poco.

P: ¿Qué personajes te gustaría dibujar o tratar?
JP: Con Spider-man que leía de pequeño junto a otros. Pero también quiero dibujarlos por su historia y el guionista.

P: Por último ¿como dibujas y hacía donde evolucionas?
JP: Utilizo lápiz azul y lápiz normal y la luz que es un método que descubrí hace un tiempo y me va bien para que se vea bien el lápiz y no se pierdan detalles. En la exposición de arriba puede verse como son las páginas y el uso del lápiz azul.




PREGUNTAS PÚBLICO

P: ¿Cómo recuerdas la experiencia en Hulk y tu relación con Joe Casey?
JP: La relación con Casey fue muy buena y nos comunicábamos a través fax. Teníamos ilusión porque eramos jóvenes y era uno de nuestros primeros trabajos.
P: ¿Por qué hizo Mcguiness dos números de Hulk? ¿Las fechas de entrega eran ajustadas?
JP: Cuando entré a trabajar en Hulk Bobbie Chase era la editora. Ella me encargó los dos primeros números y a Mcguiness otros dos. Cuando Bobbie dejó de ser la editora ya había asignado los números. Cuando llegó Iddelson me dio los tres restantes.
P: Catwoman era muy retro, ¿como fue trabajar con Brubaker? ¿No te decían nada los editores?
JP: El estilo retro era porque Cooke tenía ese estilo. El guión de Brubaker estaba muy estructurado pero me dejaba mucha libertad para componer la página y jugué con el color según el momento de la historia y los sentimientos de los personajes. Si a Cooke le habían dejado innovar y arriesgar, ¿por qué yo no? (risa Pulido). No siempre enviaba las páginas al editor para revisar pero le solía gustar bastante porque Iddelson era así. Poco después de dejar la colección llegó Dan Didio como editor DC y marcó una línea estílistica dura y ya no se podían hacer determinadas cosas.
Viendo mi trabajo en el pasado y lo que hice, estoy contento con muchas cosas y algunas no sé cómo me dejaron seguir (risa Pulido). He hecho lo que quería y lo que me gustaría comprar como lector. Hoy día algunas cosas no las haría.
P: ¿Se pueden hacer cosas nuevas ?
JP: Sí, creo que se puede innovar pero dentro de un margen.
P: Steranko innovaba
JP: Sí, pero Steranko era comercial en cierto sentido.
Ahora quiero tener un cómic estructurado y estandar como fue Robin aunque también quiero crear cosas nuevas, hacer cosas experimentales y a ver cómo sale. Quiero llegar al lector medio y que le guste mi trabajo. Ahora es como volver a empezar.
CONVERSACIÓN CON PULIDO
Después de la entrevista me atreví a ir a hablar con Pulido y si me podía firmar uno de los Hulk dibujados por él. Nos pusimos a hablar un rato y me contaba que el único momento en que pudo entintarse fue en la portada del penúltimo número. Me contó que los foros y particularmente hubo una persona muy crítica con su trabajo. Yo le dije que era fan de la etapa de Peter David y me gustó mucho su dibujo y los guiones de Casey. Le decía en broma que no hiciera caso de las críticas al menos de las destructivas.



Hablamos sobre Blanco Humano y cómo me impresionó su dibujo y sobretodo el resultado gráfico y narrativo que era innovador y cómo conseguía hacer comprensible el guión de Milligan. La miniserie original la había guionizado con estilo fragmentario y el dibujante Biukovich lo hacía bien pero en ocasiones era complicado de seguir. Me parecía que la novela gráfica Montaje Final y los números de la serie regular dibujados por él estaban muy bien y le pregunté si colaboró con Milligan y si hablaban. Me sorprendió saber que no: Javier recibía el guión, lo estudiaba y plasmaba. Para mí saber eso era genial porque sus números ya de por si eran excelentes gráficamente y narrativamente y saber que conseguía interiorizar un gui.
Me contó que su número favorito fue el último que se llamaba “carta desde el frente”. Yo no lo ubicaba porque Pulido no dibujó todo Blanco Humano y había otro dibujante Cliff Chiang y Pulido dijo que también estaba Cameron Stewart. Fuimos a ver ese número que estaba en un tomo de Planeta. Pulido hace un espléndido uso del color y un dibujo excelente, con una historia que recordándola fue una de las más duras pero de las mejores. Le dije que no comprendía cómo en el mercado americano su estilo no podía gustar: es claro, impactante, coherente... A mí me gustan los cómics de superhéroes pero no creo en los cánones estrictos del género porque innovar es bueno y Pulido lo hace. Además esas innovaciones son comprensibles y siempre las pone al servicio de la historia no como otros dibujantes. Le dije que entre Brian Hitch y él me quedaba con él, sin decir que Hitch sea malo. Pulido me dijo que Hitch era bueno y es un enfoque diferente.
Me contó que su hermano Rayko Pulido también dibujaba y me enseño dos álbumes que había dibujado: Sordo y Final feliz. Tiene un estilo que recuerda a Javier pero el de Rayko sigue siendo muy personal.

Después Javier Pulido se puso a dibujar y firmar. Verle dibujar es una gozada, como empieza abocetando utilizando el lápiz como si fuera carboncillo en lienzo y después detallar con un rotulador de punta fina profesional. Pulido se esforzó con todos los asistentes y era impresionante ver lo que iba saliendo. Cuando llegó mi turno me preguntó qué quería y le dije que me haría ilusión Christopher Chance el protagonista de Blanco Humano. Pulido lo dibujó como en la pose de la portada Blanco Humano: Montaje Final.





El dibujo me encantó y le agradecí mucho haber podido conversar con él.
Espero ver más trabajos y proyectos de Javier porque vale la pena. Es un dibujante muy personal que merece mayor reconocimiento. Y como le dije a ver si algún día se publica un tomo con todo su trabajo: un Pulido´s Visionaries.

Se me olvidó hablar de Starbrand con guiones de Jeff Parker en el cual su planificación de página es genial y el uso del color muy bueno. En otra ocasión.



La próxima semana publicaré la entrevista y conversación con David López. Martes 2 Junio.

martes, mayo 19, 2009

The Spirit (2008) de Frank Miller

Will Eisner se pasó décadas ampliando, renovando y estableciendo el vocabulario del cómic tal y como lo conocemos hoy en día. Su trabajo dignificó un medio considerado infantil y justificó con obras porqué el cómic debía ser considerado un Arte con mayúsculas. El tebeo por el que es principalmente conocido es The Spirit, aunque con el tiempo abandonó las historias de Denny Colt para centrarse en tebeos como Contrato con Dios, en los que el patetismo, el costumbrismo y la miseria y esperanza urbana de la que había hecho gala en The Spirit, pasaban a primer plano dejando a un lado por siempre jamás a las mujeres fatales y al detective infalible, que no eran sino reclamos comerciales y pretextos argumentales.

The Spirit (2008) de Frank Miller parte con la ventaja de que su guionista y director es un discípulo aventajado de Eisner y revolucionario del cómic por méritos propios, pero aún así falla al adaptar la obra de Eisner con éxito.

Primero, porque The Spirit es un horror cinematográfico, visualmente incoherente, alternando planos fantásticos con otros dignos de drama de sobremesa, con un guión prácticamente inexistente, con diálogos hipertrofiados que se transforman en escenas de diez minutos, aderezado todo ello con unos irritantes e incomprensibles intentos de humor que caen en el más puro histrionismo.

Segundo, porque es una mala adaptación: donde Eisner empleaba los recursos visuales para contar mejor una historia, Miller se queda en lo visual y prescinde de contar algo, sea lo que sea; ante la concisión de Eisner, nos encontramos con la hinchazón purulenta de Miller; frente al protagonismo de los ciudadanos de Central City y a la humanidad que la puebla, tenemos una historia maniquea de superseres absurdos, chillones y sin profundidad y en la que The Spirit se convierte en protagonista absoluto.

Luego están las libertades que se ha tomado Miller con algunos personajes (un Dolan y un Octopus irreconocibles), de como en el fondo no ha podido evitar pasarlo todo por su tamiz y ha convertido Central City (una ciudad real y en color) en Sin City (una ciudad abstracta y en blanco y negro) y ha reducido todos los temas del original al mínimo común denominador inyectándolos de esteroides hasta reventar.

Parco favor le ha hecho Miller a su maestro con este trabajo. Pero, por favor, no confundan esta cosa con el cómic. Nunca sabrían lo que se han perdido.

[Texto a aparecer en la revista gratuita Fancine]

domingo, mayo 17, 2009

X-Men Annual 11 o Patrulla-X Especial Verano 1988


El X-Men Annual 11 es un tebeo excepcional.

En 40 páginas la humanidad se enfrenta no sólo a su destrucción, sino a su viabilidad o no como especie. Se nos presenta a casi una decena de personajes in media res y se les hace evolucionar sin que en ningún momento tengamos dudas acerca de quiénes son y porqué actúan de la forma en que lo hacen. Y es un cómic especial, una aventura autoconclusiva al margen de la serie mensual, cuyo objetivo es dar un “algo más” adicional a la oferta regular. Como tal, la historia es memorable y profunda y al mismo tiempo no resulta imprescindible para la compresión de las andanzas de los mutantes si alguien no puede o no quiere leer dicho Annual. Un curioso, y difícil de conseguir, equilibrio.

Los textos y los diálogos de Claremont, son concisos, llenos de información y van directos al grano. Tom Orzechowski los engarza en la página como joyas en la diadema diseñada por un Alan Davis pletórico, que dibuja lo que le da la gana y bien, sean escenas de época, ruinas de un palacio de cristal, la ascensión a la omnipotencia de Lobezno, una mansión en Westchester, gente vestida de calle, de superhéroe, a la moda japonesa, de samurai o de conquistador intergaláctico. Por no mencionar la gestualidad de los personajes, la composición de página, la espectacularidad, los planos, la acción, la ambientación...

Y la narrativa. Dios, la narrativa que te permite seguir la historia sin necesidad de leerla, porque Davis es un dibujante de cómics, no un ilustrador o un pintor y por tanto un historietista de primera categoría que con sus imágenes te traslada los sentimientos, emociones, mensajes e información que la historia pretende transmitir.

Por todo eso, el X-Men Annual 11 es un tebeo excepcional.

Y tendría que estar en las mesas de trabajo de toda la gente que escribe y dibuja superhéroes hoy en día.

Y en las de las personas que los editan.

Distant Fires de Chaykin, Kane y Knowlan

¿No estáis tan cansados como yo de soportar la definitiva última historia de tal o cual héroe? ¿Cansados de ver morir a todos sus amigos y familiares? ¿Cansados de verle en un entorno apocalíptico y/o alternativo en el que hasta él podría morir y, usualmente, muere? ¿Cansados de que los autores desaprovechen la oportunidad que les brinda esta premisa fuera de continuidad para explotar al máximo las características de esos personajes y devolverles la chispa que a menudo han perdido durante la explotación de sus aventuras a un ritmo mensual?

Todo aficionado que se precie ha vibrado con este subgénero dentro del cómic de superhéroes ya que en él se les enfrenta con su desafío definitivo y, por tanto, se multiplican las posibilidades de que actúen acorde a su auténtica y heróica personalidad, dando lugar a una, posiblemente, épica, emotiva e, incluso a veces, definitoria y definitiva historia. Sin embargo, tras los primeros Días del Futuro Pasado, Dark Knight, El Hombre que lo Tenía Todo y otras (pocas), la espontaneidad, alegría y emoción han ido esfumándose casi con la misma rapidez en que estas historias han devenido subgénero sujeto a todos los tópicos que han ido acumulándose con el tiempo y la sucesiva aparición de historias de futuros alternativos, Otros Mundos y Kingdom Come varios. Parece que, con el mero uso de esta premisa (brillante en su concepto, es cierto, y original, aunque ya cada vez menos), los autores de estas historias ya lo tienen todo hecho y se limitan a repetir el esquema una y otra vez. Como ejemplo tenemos, a vuela pluma, La Última Historia de los Vengadores, Kingdom Come y, aunque un tanto de refilón, este Distant Fires, pese a que cada mes se suele apuntar alguna más a la lista, ya sea vía What if…, Elseworlds o la nueva realidad alternativa vía lavado de cerebro que sus enemigos quieren imponerle a la LJA mes sí, mes también en su serie regular (en un número Batman incluso propone que deberían pensar una defensa contra este tipo de ataques porque ya van…).

Así, se nos suele presentar un futuro más o menos lejano en el que algo grave ha sucedido (algo que normalmente va asociado a la muerte de muchos superhéroes) y que ha obligado a los héroes a replantearse su papel. Sin embargo, surge una amenaza que hace que los personajes, poco a poco, vuelvan a salir de debajo de su orgullo herido al tiempo que se nos informa con mayor detalle de qué fue lo que pasó realmente para que tiraran la toalla. Al final, ganan al malo, el héroe que no las tiene todas consigo vence sus miedos y participa en el combate y los héroes reasumen su posición en el statu quo, pese a lo sufrido y a las nuevas bajas que la contienda ha generado. Y, habitualmente, hay chiste final y muchos guiños estúpidos a los lectores que están algo puestos en materia superheroica.

Este Distant Fires se apunta a la tendencia presentándonos la Tierra tras el Holocausto nuclear. Un Superman sin poderes vaga por ella replanteándose su cordura hasta hallar una comunidad de supervivientes compuesta por antiguos aliados que también han perdido sus habilidades especiales (y el Joker su locura). A partir de aquí la cosa se pone, no sé, un poco Kingdom Come y el Capitán Marvel, dolido por que Wonder Woman ha preferido al kriptoniano en lugar de a él, se monta una comuna alternativa con los partidarios de exterminar a la humanidad para que ésta no vuelva a cagarla y acaba provocando el fin del mundo tras la consabida batalla entre los dos bandos. El chiste final: Superman envía a su hijo (y de Diana) al espacio, tal y como hicieron sus padres con él, rememorando la destrucción de Krypton. El guiño: lo hace en una nave espacial que fabrica con el anillo de poder de Linterna Verde (que se han encontrado porque sí en el transcurso de la historia).

¿Que con este argumento se podría conseguir una historia épica, vibrante y emotiva como hemos dicho? Sí, pero lamentablemente en las 64 páginas que ocupa no se va más allá de lo dicho. El argumento lo resume todo. Eso es todo lo que pasa y poco más es lo que el lector que aborde la lectura del cómic se encontrará a nivel de guión. Ni tan siquiera el desarrollo es interesante, ni las escenas son trepidantes, ni hay emoción, ni humor. El tono en general es bastante apagado. El apartado gráfico es otra cosa: Kane y Knowlan, con eso todo está dicho. Lástima que Chaykin no se aprovechara de ellos y les diera tan poca cosa que contar[1]. Y eso por no hablar de la premisa argumental en que se sustenta la historia: los supervivientes han perdido sus poderes como efecto del Holocausto (¿) y el Joker su locura (¿). Como efecto de las invocaciones del Capitán Marvel para recuperar su poder y vengarse de Superman todos empiezan a recobrar el suyo (¿) y la Tierra, aún resentida por el Holocausto, empieza a partirse como una cáscara de nuez (¿)[2].

En pocas palabras, una historia un poco vista, en demasiadas páginas y sin demasiada gracia.
+++

[1] Aunque la otra opción es que Howard les proporcionara un argumento al estilo Marvel y luego dialogara las páginas que le entregaron, cosa que, conociendo la obra de Chaykin, parece más probable y disculparía algo su parte de culpa en esta historia.

[2] Todo ello tal vez se deba, si la teoría de la anterior nota es correcta, a los esfuerzos de Chaykin por dar una mínima explicación (sic) a la forma en que Kane y Knowlan escogieron para contar la historia en imágenes, coherente con ella misma, pero tal vez no desde un punto de vista lógico.

viernes, mayo 08, 2009

Final Crisis: Una Conversación


Felipe: Morrison ha querido hacer con este cómic un homenaje al Cuarto Mundo de Kirby y hacerlo evolucionar utilizando ideas previas de su colección Seven Soldiers: Mister Miracle y, en parte, su saga JLA: Rock of Ages donde dio su particular visión de la Ecuación de la Antivida y el Control de Darkseid.

Jaume: En efecto.

F: Pero creo que en algún momento en la creación del guión recurrió a las drogas caducadas de Arkham Asylum, el peyote de Animal Man y tuvo un delirio en el que creyó escuchar a Kirby.

En ese preciso instante se produce una división en Morrison: en su delirio de escritura automática cree haber hecho un cómic-homenaje a Kirby y sus creaciones pero lo que hace es pervertirlas y convertir Final Crisis en una historia autoreferencial de la cual el mismo Mark Waid se sentiría orgulloso.

J: No estoy de acuerdo. Creo que es un tópico utilizar el tema de las drogas en cualquier análisis de la obra de Morrison, cuando al final sus obras suelen ser igual de cerradas que las de Moore, aunque a veces no lo parezcan. Moore es más claro a la hora de atar los cabos sueltos y no te suele dejar ninguna duda al respecto. Morrison te deja a veces, no siempre, dudando, con la cabeza en las nubes, pero las relecturas ponen las cosas en su sitio (aunque también tiene tebeos que son un delirio sin sentido y una gilipollez, pese a que sean los menos).

Por otro lado, no creo que pervierta la obra de Kirby. En todo caso hace una nueva versión del Cuarto Mundo, que total sólo dura lo que dura Final Crisis y de la que sólo vemos a los malos (los dioses de Nueva Génesis sólo aparecen en una viñeta final). Habría que esperar a ver a los Nuevos Dioses del 5º Mundo para ver como se desarrolla la cosa. Y el gran homenaje está en la viñeta con Kamandi, los hombres tigre y la capa de Superman.

Y sí, es una historia autoreferencial, porque al igual que su Batman, es un cómic en el que se nota que él es el guionista y no cualquier asalariado, pero no es imprescindible haber leído cosas de Morrison para entenderlo, pero está claro que remite a todo su trabajo superheróico desde Animal Man, pasando por Seven Soldiers, etc. A mi esto ya me aburre un poco porque ya conozco sus temas de fondo y empieza a repetirse con el tema de la exaltación del ideal superheróico. Preferiría que volviera a sus trabajos más personales y dejara los superhéroes por una larga temporada.

F: La utilización de las drogas era una broma. Me baso en sus declaraciones sobre Arkham Asylum, que guionizó bajo efecto de las drogas, y una entrevista de hace poco donde dijo que mediante drogas contactó con Kirby y el Cuarto Muro. Esta broma se relaciona con la estructuración del cómic.

De acuerdo que hace una nueva versión, pero los personajes se desvirtúan mucho respecto el original de Kirby y es muy difícil en ocasiones conocer todas las referencias ralentizando en ocasiones la lectura (por ponerte un ejemplo lejano: Avengers Forever de Busiek, aunque éste si se explica mucho todo). No me refería a Morrison y sus cómics y estilo de escritura, sino las referencias Kirby. Yo también quiero al viejo Morrison.

¿Qué referencias hace a su propia obra Morrison? Te falta el homenaje a Omac de Kirby cuando Renee Montoya (Question) se convierte en la primera policía de la paz del futuro.


F: FC es una historia potencialmente interesante en sus ideas pero con grandísimos errores de planificación: la historia se va dispersando a cada número, no se conocen a los personajes, algunos aparecen y desaparecen, los superhéroes son genéricos, aúna mitología clásica con superhéroes, de una viñeta a otra cambia la situación sin explicaciones...

J: ¿Es en todo lo que dices diferente de cualquier otro crossover que hayas leído (Fire from Heaven, Infinite Crisis, etc)? Por lo menos aquí, la narración de estilo fragmentario es marca de fábrica de Morrison (creo que hay etapas de su JLA que son más complicadas de entender) y está justificada porque la corriente temporal se va fragmentando debido a la caída del 4º Mundo en el nuestro (por eso las escenas son cada vez más cortas y pasan a ser sucesiones de viñeta a viñeta).

F: Los crossovers a los que te refieres sí se entienden: From Heaven mal guionizado y Infinite Crisis se entiende aunque no te guste el guión. El estilo fragmentario es bueno cuando superficialmente da esa impresión, pero interiormente está estructurado, pero en este caso se va dispersando. La JLA de Morrison que sufre este tipo de problemas era One Million y World War Three. Creo que la explicación que das es el proceso de tu reflexión más que la impresión en los cómics (no se percibe en la lectura ni parece existir esfuerzo consciente de explicación).

Otro punto importante es que la serie no es una crisis, por una vez dan ganas de leerse las series previas como la Muerte de los Nuevos Dioses (bastante caro por cierto) para entender FC y no como Infinite Crisis que creó miniseries que no tuvieron impacto en la principal y para solucionarlo publicaron especiales, sino el ascenso de unos Nuevos Dioses y Darkseid como el Dios absoluto.

J: Hombre, supongo que puedes leerlo, pero tampoco hace mucha falta. Pero es un megacrossover, es decir, realmente para entenderlo todo bien y saber lo que estás viendo no sólo te tendrías que comprar la Muerte de los Nuevos Dioses, también Infinite Crisis, la Batalla de Bludhaven, Countdown, Jaquemate, etc. Pero eso no es culpa de Morrison, los megacrossovers "críticos (de Crisis)" afectan a todo el Universo y exigen un conocimiento previo del mismo. Un conocimiento extenso además.

F: Final Crisis, como ya escribí anteriormente, es homenaje a Kirby y obvia parcialmente elementos e historias del actual Universo DC, por lo tanto no es necesario leer los cómics que has escrito. La muerte Nuevos Dioses sí porque podría considerarse un prólogo verdadero a la colección. Esta vez los crossovers no han afectado al Universo DC y Morrison ha tenido bastante libertad, en teoría.

J: Sí, no es necesario leerlos, a menos que quieras saber quién son Jaquemate, qué ha pasado en y qué es Bludhaven, por qué es mala Mary Marvel, quiénes son los Monitores, de dónde han salido los Alpha Lanterns, etc. Por extraño que parezca la gente no tiene un conocimiento intuitivo de estas cosas, necesita que se las expliquen o leerlas antes. Además, como dijo el sabio: “no se conoce a los personajes” ;)

F: El plan de Darkseid es confuso y estúpido: el personaje negro de Dark Side era Darkseid y convertir a Turpin en su portador no tiene sentido porque el Cuarto Mundo siempre tuvo contacto con tierra DC mediante Boom Tunel.

J: En esto no te entiendo. Me parece que los Nuevos Dioses se reencarnan en humanos porque Apokolips y Nueva Génesis y en general el plano de existencia que los albergan han sido destruidos y por eso huyen (se "descargan" en cuerpos humanos). Y es la tensión del 4º mundo descargándose en el nuestro lo que causa la crisis, la fragmentación temporal, etc.

F: Seven Soldiers: Mister Miracle, escrita por Morrison, es la miniserie donde se descubre la llegada de Darkseid y compañía en cuerpos humanos y fue muchísimo antes que Final Crisis y la Muerte de los Nuevos Dioses. Si el Cuarto Mundo fue destruido no tendría sentido la tensión espaciotemporal porque anteriormente ya habían llegado. Es una pequeña incongruencia argumental.


F: El plan de Libra para convencer a la Sociedad Injustícia es absurdo porque podrían hacerlo ellos mismos. Luthor está lobotomizado y es una veleta.

J: No puedes hacer un megacrossover sin que aparezcan los villanos del universo DC ni sin explicar qué pasa con el Espectro. Es tradición.

F: ¿Aparecía el Espectro?

J: No, pero creo que explican el porqué de su no intervención en el asunto, que es a lo que me refería.

F: La aparición de Barry Allen es bastante gratuita.

J: La reaparición no me quedó claro ni si la explicaban, mira tú por donde. Pero la verdad es que me la suda. Que hagan lo que quieran. Es de estas cosas que estás viendo como Dan DiDio mete la figura de acción de Barry Allen dentro del cómic tan claramente que ni te importa que te lo justifiquen a nivel de historia, porque sabes que es un puro movimiento de marketing.

F: La reaparición de Barry Allen es visto y no visto y con una explicación de su papel bastante confuso. Parecía el as en la manga para precipitar el final de la miniserie.


F: La marca de Metron como salvación contra la antivida.

J: Esto funciona a nivel alegórico, mitológico. Metrón como dador del fuego, inventiva humana, etc. y de hecho el fuego tiene un papel importante durante toda la serie. Pero no sé muy bien cuál es el interés de Metrón a nivel personal en esto. Supongo que salvar la existencia. Eso sí, durante toda la serie no es que la marca les sirva para mucho a los héroes.

F: Como siempre ha demostrado Metron tiene sus propias metas.

F: Final Crisis 7 es una tomadura de pelo porque son viñetas que no están conectadas argumentalmente ni narrativamente.

J: Ver mi explicación en párrafos anteriores.

F: Superman y la historia del vampiro no se entiende (no he leido Beyond por 3-D, pero pienso que un cómic ha de entenderse por sí mismo y no comprándose especiales, aunque el origen de Libra de Len Wein me gustó) y es un final deus ex machina para justificar la salvación del universo mediante una máquina que supuestamente es del futuro y que Superman crea como un Prometeo moderno.

J: Te guste o no Superman Beyond es parte indispensable de Final Crisis, aunque los gilipollas de DC no lo anunciaran así ni fueran a meterlo en principio en el recopilatorio!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Y sí, lo de la máquina milagrosa es un deus ex machina con todas las de la ley.


F: Después de haber leído Final Crisis me dieron ganas de tirarlo por la ventana o reciclarlo pero como eran de Victor no lo hice.

J: Víctor seguramente te lo agradece.

F: Morrison con éste cómic ha conseguido que se me quite, en parte, las ganas de leer cómics suyos o de DC.
Incluso Marvel con sus bluffs y blockbusters es más coherente argumentalmente.

J: Lo que has dicho!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! ;)

F: Hablo de coherencia argumental no de calidad argumental. Marvel tiene coherencia (presentación-nudo-desenlace) pero no calidad (House of M, Civil War, World War Hulk, Secret Invasion). Las pocas ganas de leer DC las sigo manteniendo pero en descenso y a Morrison siempre le daré una oportunidad.
Ya me contestarás. Que Kirby te acompañe.

J: Está aquí al lado, conmigo. Siempre.
Talueg!

viernes, mayo 01, 2009

LOBEZNO LA PELÍCULA


"Mis ojos han visto la gloria"

Ayer fui a ver Lobezno: Orígenes. Tenía ciertas reservas: el personaje no es uno de mis favoritos, muchos personajes en el cartel, cierto pájaro que me había dicho que todo eran peleas y malas críticas... Pero siempre he seguido una máxima: comprobar las cosas por uno mismo.

Cuando digo que el personaje no es uno de mis favoritos me refiero a que no hago la colección pero sí me he leído unos cuantos números en el pasado (regular, novelas gráficas..), su estancia en la colección X-men, la serie de animación de los 90 que consiguió captar la esencia del equipo mutante y de Logan, muchos resúmenes sobre la historia del personaje, etc...

Empieza la película con un buen principio y la presentación de los títulos de crédito bastante original, con unos personajes bien definidos y el guión es sólido (no es una obra maestra y seguro que cualquiera descubrirá ciertos errores pero es superior en algunos aspectos a X-men 2), con escenas de acción que sirven a la historia y no al revés siendo afortunadamente equilibradas y escasas (no son todo el tiempo y en ocasiones cortas).

Termina la película (aconsejo quedarse hasta al final porque la costumbre películas Marvel actuales es poner las escenas en ese tiempo)

La sensación al terminar la película es: HE VISTO A LOBEZNO no una película que tenga a los personajes con guiones y frases forzadas sino creíbles, Hugh Jackman es Lobezno no un tipo con patillas... Y sobretodo va mucho más allá del origen porque cuenta una historia. Lobezno es el personaje principal y el resto secundarios que cumplen bien su papel.

Han captado la esencia del personaje y han conseguido introducir casi 40 años de continuidad de una forma magistral y con respeto (habrá fans de Lobezno y no fans que dirán que ciertas cosas no concuerdan pero recomiendo releer los cómics y lo verán), accesible tanto para los no seguidores del personaje como los fans que pasarán buenos ratos recordando las referencias.

Sólo puedo aconsejar que vayáis a verla y disfrutéis. He procurado no desvelar nada porque Lobezno: Orígenes es una película que se ha de experimentar y vivir.

Yo he disfrutado mucho y espero que continúe la franquicia.

Por último recomendar que si os interesa saber más de Lobezno, después de ver la película y con relación a ésta, leáis los siguientes cómics publicados por Panini:

Lobezno Origen de Paul Jenkins y Andy Kubert.



Lobezno Arma X de Barry Windsor-Smith.






jueves, abril 30, 2009

La muerte del Capitán America Actos 2 y 3. Leal al Sueño.


"El primero en la paz, el primero en la guerra, el primero en el corazón de sus compatriotas"General Henry Lee (Elogio Fúnebre de George Washington)

Pero qué tío más listo es Ed Brubaker.

Yo de mayor quiero ser como él.

Desde que empezó la serie y hasta que ocurrió lo que ocurrió en el número 25, tuvimos dos grandes sagas en dos partes cada una: “El soldado de Invierno” partes 1 y 2 y “La Amenaza Roja” partes 1 y 2.

Después tuvimos la saga “Civil War” cuatro números y ATENCIÓN SPOILER el Capitán America Steve Rogers, muere asesinado vilmente cual JFK, Luther King o Lincoln. Marvel aprovecha ese momento y saca un tocho en tapa dura con los 25 primeros números de la serie hasta el momento. Se vende como churros.
Ahora llevamos dieciocho números (un año y medio) en los que hemos visto cómo un personaje importante dentro de la mitología del Capitan America, toma el relevo de Steve Rogers. Con siete números más ya tenemos un nuevo ómnibus con otros veinticinco números donde la cosa ha dado vueltas y vueltas sin cesar. Leer esta serie mes a mes debe ser un suplicio. Yo lo hago por sagas. Y me lo paso pipa.Reconozco que todo está muy bien escrito y dibujado. Tiene un tono oscuro, con un dibujo realista y ese tono gráfico se mantiene, venga quien venga a ilustrar la serie. Pero pasar un número entero para ver como el nuevo Capi se pone el traje, tiene un poco de guasa. Esperemos que se anime.
Bromas e ironías aparte, Steve no ha dejado la serie. Su espíritu sigue sigue ahí, en el corazón de su sucesor, Bucky Barnes, que vive a la sombra del ejemplo de su mentor y (a todos los efectos) hermano mayor, Steve Roger, consciente de la responsabilidad que le ha sido encomendada por el propio Capitán y en el corazón de todos los que le amaban, Sharon Carter y Sam Wilson el Halcón.

La serie ha dado un giro convirtiéndose en una historia sobre la Responsabilidad y el Legado de un Héroe. Pura Marvel.
Los fans acudimos a las páginas del comic convencidos mes tras mes de que en cualquier momento el anterior Capitán America regresará de la muerte o de su exilio o de donde quiera que esté, pero eso no sucede. Y sin embargo, Barnes está siendo un buen Capitán America, ganándose golpe a golpe, batalla a batalla el puesto, la misión que le ha sido encomendada. Y aunque quisiera renunciar a ello y llevar una vida normal, no puede, no se lo permite. Como decía JFK, citando a Robert Frost:"¡Qué hermosos son los bosques, sombríos y profundos!, pero tengo muchas promesas que cumplir, y mucho que andar antes de dormir, y mucho que andar antes de dormir!"
Aquí estaremos para verlo.

JLA Titanes de Devin Grayson y Phil Jiménez

Hay momentos durante la lectura de The Technis Imperative en los que uno no sabe si está leyendo un Who’s Who de los Titanes, un libro de referencia de su juego de rol detallando sus bases de operaciones y lugares comunes de la colección o un parco remedo de Crisis en Tierras Infinitas.

Grayson y, especialmente Jiménez, con un estilo más que deudor del de George Pérez, se dejan llevar por su adoración por el grupo y por su interés en convertir la miniserie en un vademécum para (¿los profesionales que trabajen en?) el futuro título mensual de los Titanes. Estos loables objetivos se traducen en la virtual aparición en escena de TODOS aquellos que alguna vez fueron Titanes y sus respectivas fichas en medio de la historia. Así, el escueto argumento se hincha en exceso y se ve lastrado por la cantidad de personajes que, en su mayor parte, apenas tienen una línea de diálogo y escenas que serían igualmente efectivas desarrolladas en un par de páginas se extienden durante casi veinte, agotando la paciencia y diluyendo el interés del lector. Esto conlleva problemas de ritmo y minimiza el impacto de los puntos de interés dramático que se pierden entre tanta página innecesaria (todas, por cierto, con casi quince mil viñetas, tanto si son escenas de pelea, como si en ellas se produce alguna revelación pretendidamente sorprendente).

Teniendo esto en cuenta, lo cierto es que estas ciento y pico páginas de conflicto continuo, tanto físico como emocional, no me parecerían tan insípidas si por lo menos la acción estuviera bien llevada, pero Grayson y Jiménez juegan a la JLA de Grant Morrison, dividiendo a los grupos por todo el mundo y manteniéndolos en contacto telepático, y se estrellan estrepitosamente, copiando sólo la forma y no la adrenalina, ofreciendo unas Crisis a nivel reducido en las que todas las situaciones se resuelven con incesante verborrea y de forma burocrática y plana. Si ambos hubieran conocido de algo llamado síntesis, a lo mejor en esta historia hubiera cabido la palabra emoción.

Orquídea Negra de Neil Gaiman y Dave McKean

Escrita siguiendo la moda de revitalizar personajes desconocidos del pasado de la DC (inaugurada a raíz del éxito del Swamp Thing de Moore), Orquídea Negra resulta un producto aparentemente maduro, bonito e intelectual que un mínimo análisis coloca en una posición no tan ventajosa desde el punto de vista del mero entretenimiento.

La historia se desarrolla de forma morosa y paulatina (una de las constantes de muchos trabajos de Gaiman), sin altercados, con un ritmo que, aunque lento, se nos antoja constante. Ello, por otra parte algo nada fácil de conseguir, es uno de los principales handicaps de la obra, ya que esa forma de desarrollar una arquetípica trama de persecuciones, asesinatos e investigación es realmente anticlimática y, según cuáles sean tus gustos, aburrida. El poco hincapié que se hace en los sucesos importantes los desdibuja y los pone a la altura de cualquier detalle sin importancia de la trama, amen de que la poca sangre, y carisma, de los protagonistas no invita a preocuparse mucho por su destino y, ay, por el desarrollo del resto del cómic. Gaiman (no) aborda de la misma manera todos los planteamientos ecológicos y digamos profundos que están presentes en la historia: enunciándolos, a veces de forma burda, y sin profundizar en ellos, contribuyendo a que el interés de la historia se diluya aún más y justificando que el último ejemplar se cierre con un sonoro ¿y qué? por parte del lector.

El estilo fotográfico de McKean contribuye a ese alejamiento del lector ya que aunque todo el mundo parece real, en realidad, lo que parecen son perfectos desconocidos reales (por no hablar de lo tediosos que llegan a ser esos constantes planos medios de la misma gente).

Pese a ello la historia está bien escrita, perfectamente estructurada (casi a la manera de un guión cinematográfico, con un abundante uso del raccord visual para enlazar escenas) y su desarrollo lento y paulatino está bien conseguido (a pesar de no ser en absoluto adecuado para la historia que se nos cuenta). El apartado gráfico es brillante, aunque el último número se nota hecho con prisas.

Un cómic algo ñoño, suave, aburrido, sin garra.