Cuatro Fantásticos: Enemigos (Kirkman, Rathburn; Panini): Miniserie de seis números yankis en el que los Cuatro Fantásticos se las ven con el último plan del enemigo de turno, en este caso un dúo clásico, el constituído por el Pensador Loco y el Amo de las Marionetas.
Probablemente penséis que os encontráis ante otra típica historia aburrida de nuestros amigos los cuatro fantoches. Bueno, pues no es así. Más o menos.
Kirkman, guionista de éxito conocido aquí especialmente por su Invencible (Aleta) y Los muertos vivientes (Planeta), nos ofrece una historia más o menos decente y capaz de entretener al personal. Punto.
Quizás el principal problema es que después de todo estamos ante los Cuatro Fantásticos, familia superheroica de la que bien poco se puede decir hoy en día después de tantos años de aventuras a sus espaldas. Aún así, debe apreciarse en su justa medida la correcta caracterización de todos y cada uno de los integrantes del grupo por el que es el trabajo de, recordemos, un fan. En efecto, Kirkman siempre ha sido un fan, un freaky, que ha visto culminado su sueño de formar parte de la industria que tantos momentos de diversión y entretenimiento le ha servido a lo largo de su vida, y eso se nota en cómo puede llegar a capturar la esencia de esos personajes. Sabe que cada uno es el prototipo de algo y no le cuesta para nada reflejarlo en el cómic, aportando de paso ese sentido del humor que es tan propio de él.
El argumento de la historia tiene una premisa casi diría que ridícula, a juego con la mayoría de los enemigos de este grupo, y a mi gusto el ritmo no es todo lo adecuado a como sería de desear. Parece que la cosa no acaba de arrancar, y probablemente si no fuera por los abundantes momentos de cachondeo, el cómic podría resultar hasta aburrido. Pero no es así: los diálogos pueden llegar a ser realmente divertidos, y las escenas dotadas del mismo tono sirven para que el cómic se deje leer relativamente bien. Asimismo, el tebeo cuenta con algunas buenas ideas que desconozco cómo no se les habían ocurrido previamente a los guionistas que han pasado por esta serie.
El dibujo, a cargo de Cliff Rathburn es un poco simple aunque efectivo, con cierta tendencia a la caricatura que casa bastante bien con el tono de la serie.
En definitiva, un cómic de los 4F interesante para todo fan de la serie que se precie de serlo. Ahora, si como en mi caso no os dice nada esta familia de superhéroes... probad con otra cosa.
Probablemente penséis que os encontráis ante otra típica historia aburrida de nuestros amigos los cuatro fantoches. Bueno, pues no es así. Más o menos.
Kirkman, guionista de éxito conocido aquí especialmente por su Invencible (Aleta) y Los muertos vivientes (Planeta), nos ofrece una historia más o menos decente y capaz de entretener al personal. Punto.
Quizás el principal problema es que después de todo estamos ante los Cuatro Fantásticos, familia superheroica de la que bien poco se puede decir hoy en día después de tantos años de aventuras a sus espaldas. Aún así, debe apreciarse en su justa medida la correcta caracterización de todos y cada uno de los integrantes del grupo por el que es el trabajo de, recordemos, un fan. En efecto, Kirkman siempre ha sido un fan, un freaky, que ha visto culminado su sueño de formar parte de la industria que tantos momentos de diversión y entretenimiento le ha servido a lo largo de su vida, y eso se nota en cómo puede llegar a capturar la esencia de esos personajes. Sabe que cada uno es el prototipo de algo y no le cuesta para nada reflejarlo en el cómic, aportando de paso ese sentido del humor que es tan propio de él.
El argumento de la historia tiene una premisa casi diría que ridícula, a juego con la mayoría de los enemigos de este grupo, y a mi gusto el ritmo no es todo lo adecuado a como sería de desear. Parece que la cosa no acaba de arrancar, y probablemente si no fuera por los abundantes momentos de cachondeo, el cómic podría resultar hasta aburrido. Pero no es así: los diálogos pueden llegar a ser realmente divertidos, y las escenas dotadas del mismo tono sirven para que el cómic se deje leer relativamente bien. Asimismo, el tebeo cuenta con algunas buenas ideas que desconozco cómo no se les habían ocurrido previamente a los guionistas que han pasado por esta serie.
El dibujo, a cargo de Cliff Rathburn es un poco simple aunque efectivo, con cierta tendencia a la caricatura que casa bastante bien con el tono de la serie.
En definitiva, un cómic de los 4F interesante para todo fan de la serie que se precie de serlo. Ahora, si como en mi caso no os dice nada esta familia de superhéroes... probad con otra cosa.
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