Tellos: Hijos y Lunas (AAVV; Recerca): Nueva entrega de la serie Tellos que nació a la sombra de su serie madre. El prestigio está integrado por tres historias cortas, autoconclusivas, que vienen a presentarnos nuevas aventuras de los protagonistas originales, centrándose en esta ocasión en el pícaro Hawke.
Quien no conozca la serie decir que está ambientada en un universo fantástico-medieval al uso, y que fue publicada por Dolmen en dos tomos hace ya unos años, para luego tomar el testigo Recerca, quien ha ido publicado los spin-off que hasta el momento han sido tres (los dos primeros, por cierto, fueron reseñados en esta página nada más ser publicados).
Quien firma los guiones no es otro que Dezago, co-creador de la serie original junto al dibujante Wieringo quien en esta ocasión no está presente, de forma que son otros artistas los encargados de ilustrar las distintas historias que conforman el tomito: Carlos Barberi, Eric Wolfe-Hanson y Thor Badendyck.
El interés de cada una de las historias presentadas vuelve a ser puramente anecdótico, en tanto que los acontecimientos que viven los personajes se hallan situados cronológicamente con anterioridad a la trama que ya leímos en la serie principal. Una información extra que podemos considerar, por lo general, como apenas relevante y más o menos acertada en su presentación. Al respecto, destacar la segunda de las historias, que nos explica ni más ni menos que el origen de Hawke, uno de ésos francamente sorprendentes. Por otro lado tendríamos las otras dos historias. La primera nos cuenta el primer encuentro entre Hawke y Serra, en el que el pícaro acaba perdidamente enamorado, hecho que podría haber sido narrado con mayor acierto, especialmente por lo que respecto al dibujo, donde Barberi demuestra sus escasas dotes narrativas que acaban destacando aún más si cabe las lagunas atribuíbles al poco coherente guión. Finalmente, la tercera historia sólo nos presenta al malo-maloso de la serie, insertándolo un poco con calzador en medio de un robo protagonizado por Rikk, el compañero de Hawke, y que ya pudimos leer en su momento. Historia verdaderamente irrelevante donde lo más destacado es la labor de su dibujante, Thor Badendyck, un artista que debido a una enfermedad de la médula espinal se vio privado de movilidad de hombros para abajo y que pese a todo ha continuado dibujando. Al respecto de la historia que ilustra en este prestigio, destacar la mejora obtenida respecto a la que dibujara en Primer viaje y la consecución de una atmósfera muy a tono con lo que nos está contando.
Quien no conozca la serie decir que está ambientada en un universo fantástico-medieval al uso, y que fue publicada por Dolmen en dos tomos hace ya unos años, para luego tomar el testigo Recerca, quien ha ido publicado los spin-off que hasta el momento han sido tres (los dos primeros, por cierto, fueron reseñados en esta página nada más ser publicados).
Quien firma los guiones no es otro que Dezago, co-creador de la serie original junto al dibujante Wieringo quien en esta ocasión no está presente, de forma que son otros artistas los encargados de ilustrar las distintas historias que conforman el tomito: Carlos Barberi, Eric Wolfe-Hanson y Thor Badendyck.
El interés de cada una de las historias presentadas vuelve a ser puramente anecdótico, en tanto que los acontecimientos que viven los personajes se hallan situados cronológicamente con anterioridad a la trama que ya leímos en la serie principal. Una información extra que podemos considerar, por lo general, como apenas relevante y más o menos acertada en su presentación. Al respecto, destacar la segunda de las historias, que nos explica ni más ni menos que el origen de Hawke, uno de ésos francamente sorprendentes. Por otro lado tendríamos las otras dos historias. La primera nos cuenta el primer encuentro entre Hawke y Serra, en el que el pícaro acaba perdidamente enamorado, hecho que podría haber sido narrado con mayor acierto, especialmente por lo que respecto al dibujo, donde Barberi demuestra sus escasas dotes narrativas que acaban destacando aún más si cabe las lagunas atribuíbles al poco coherente guión. Finalmente, la tercera historia sólo nos presenta al malo-maloso de la serie, insertándolo un poco con calzador en medio de un robo protagonizado por Rikk, el compañero de Hawke, y que ya pudimos leer en su momento. Historia verdaderamente irrelevante donde lo más destacado es la labor de su dibujante, Thor Badendyck, un artista que debido a una enfermedad de la médula espinal se vio privado de movilidad de hombros para abajo y que pese a todo ha continuado dibujando. Al respecto de la historia que ilustra en este prestigio, destacar la mejora obtenida respecto a la que dibujara en Primer viaje y la consecución de una atmósfera muy a tono con lo que nos está contando.
En resumidas cuentas, un spin-off dirigido principalmente al completista amante de la saga Tellos, muy en la línea de los otros dos publicados con anterioridad.
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