Hacía mucho que leía sobre lo interesante que era la serie de ElfQuest creada por el matrimonio Pini. Pero su material nunca fue publicado hasta hoy por ninguna editorial de España.
La editorial Norma ha decidido sacar al mercado dos ediciones diferentes del material ElfQuest. Uno económico, en blanco y negro y formato librito de manga y otro en tapa dura un poco más caro, a todo color y respetando el formato en que se publicó originariamente en los U.S.A.
He querido leer el asequible, por dos razones; a) Por economía y b) porque esta edición ordena cronológicamente las historias que desde los años 70 hasta lo que hoy día se lleva publicando de estos personajes.
Debo confesar que me acerqué al cómic con mucho miedo; en muchas ocasiones te creas o te crean falsas esperanzas con un material al que mucha gente agasaja y que una vez leído compruebas que no era tanto como decían y quedas decepcionado. Temía que ese fuera el caso de ElfQuest.
Por suerte mis miedos empezaron a desaparecer a medida que avanzaba en la lectura del primer tomito titulado ElfQuest: La tribu del lobo. El guión era más que correcto, planteaba historias de sentimientos, de aventuras, de problemas éticos y todo narrado de tal forma que no llega a ser un lastre pesado para el que lo lee y sin ningún tipo de maniqueísmos. La estética puede parecer un tanto infantil pero hay historias como la titulada Estrella caída, estrella nueva que demuestra que de historia para niños poco.
Los elfos son más parecidos a los de la mitología sueca que a los elfos de Tolkien. Las historias parecen estudiadas,estructuradas y planteadas de una forma tan meticulosa y acertada que ya quisiera que muchos de los cómics americanos de hoy día tuvieran un mínimo solidez como tienen éstas.
Los personajes cumplen cada uno con un rol concreto e independiente al de los otros dentro del clan de elfos. Vemos que evolucionan y que el tiempo pasa para ellos, desmarcándose los autores del típico personaje eternamente joven o de muertes y resurreciones tan habituales en otro tipo de cómics; aquí si un personaje muere (aunque sea uno principal) muerto está.
Tras acabar de leer el segundo tomo da la impresión de que estos dos primeros números son un prólogo a lo que será realmente la historia, que han servido de una muy buena presentación de personajes y han encauzado la historia para lo que realmente será Elf Quest, una búsqueda, una odisea de un grupo de elfos en una búsqueda de un nuevo hogar, pero que también esta travesía se convertirá en una búsqueda introspectiva para sus protagonistas.
Quizás lo que me parece más conseguido de la serie es el no querer hacer una burda copia de la obra de Tolkien (como es tan habitual hoy día); se toman elementos de ella, sí, pero luego los transforman en algo nuevo y original (como hizo a su vez Tolkien con los mitos nórdicos para su trabajo de El Señor de los Anillos).
El dibujo (cuando dibuja Wendy Pini) es agradable, y muchos pueden identificar erróneamente con un dibujo para niños y que demuestra tener una muy buena narrativa gráfica. Quizás si esta historia tuviese otro tipo de dibujo perdería enteros. Me gusta pensar que el dibujo de Pini evoca un estilo de cuento de hadas clásico pero sin llegar a ser empalagoso y lo mezcla con cierto enfoque de espada y brujería , creando un canon a seguir por todo dibujante que ha trabajado en la serie, como por ejemplo John Byrne del que más adelante podremos ver su pequeña aportación a la saga.
Concluyendo, si los siguientes tomos siguen la tónica de los que se han publicado hasta ahora creo que me lo pasaré bien leyendo ElfQuest, y que es una serie que a todo aquel que le gusten las historias de fantasía les enganchara. Una lectura de aquellas que puedes recomendar a la gente que no suele leer cómics.
Roguemos porque tenga unas ventas mínimamente buenas para que Norma continúe publicando las aventuras de los elfos del planeta de las dos lunas.
Por cierto, podéis visitar la web oficial de ElfQuest en : http://www.elfquest.com/
Es muy completa y podéis encontrar cosas curiosas como un blog de Wendy Pini.
Y para finalizar os pongo dos imágenes de cuando Wendy Pini hacía de Red Sonja en sus tiempos mozos.
¡¡¡Cómo pasa el tiempo!!!
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