Shaman King...un chaval empanao tras el que se esconde ni más ni menos que un shamán llega a Tokio a la búsqueda de perfeccionar sus habilidades, lo cual se traduce en un hazte con todos los espíritus que puedas (en efecto, la sombra de Picachu y sus alegres camaradas es alargada). Pero que no nos lleve a engaño, el tebeo se deja leer más o menos de tirón, o al menos en mi caso no he tenido que abandonarlo a las diez páginas lo cual ya es todo un logro. Lo que puede acabar siendo cargante es ver cómo se repiten pautas argumentales y cómo parece adelantarse las que podrían ser las típicas luchas entre shamanes (oh-no). Pero el manga guarda detalles que merecen que se le preste algo de atención: su protagonista es interesante y carismático, cosa que no se puede decir de todo lo que se publica por ahí, y está plagado de humor lo que es de agradecer. A esto debemos distinguir entre la sosería de esas bestias inmundas que son los pokemon y el hecho de que los espíritus, en tanto su naturaleza, suelen ser algo más interesantes por aquello que suelen dejar cosas por hacer en vida. Además, impagable la escena en que Yoh Asakura (el prota) nos cuenta las ventajas de llevar contigo a un fantasma: (...) Y en esas ocasiones en que da miedo ir al servicio a oscuras, él me acompaña. Por otro lado, el aspecto gráfico está más que cuidado, y acompaña a la perfección al tema y al tono del tebeo. De todas formas, el hecho de que me pareciera una lectura de consumo más me impulsa a plantearme la siguiente reflexión: ¿de tener 13 o 14 años, me hubiera gustado realmente este manga? El Horror. En fin, una lectura que recomendaría a todo aquel que guste de esta temática.
Para acabar, ví este finde DellaMorte DellAmore, más conocida por aquí como Mi novia es un zombie, de Michele Soavi. Y cuelgo esto porque resulta que está basada en una novela escrita por Tiziano Sclavi, autor de Dylan Dog, el cómic de Bonelli publicado por Aleta. Extraña película, donde un Rupert Everett encarna un sepulturero un tanto peculiar (Francesco DellaMorte DellAmore) que se enamora de una rica viuda en un pueblecito llamado Buffalora donde los muertos acaban volviendo a la vida una semana después de enterrados. Una reflexión sobre la soledad cargada de metáforas y surrealismo; necrofilia y goticismo; todo en un envoltorio de manierismo colorista. ¿Lo habéis pillado? Por mucho que la portada del DVD o alguno de los carteles que llegaron a circular contenga imágenes que nos traen a la mente a Ash de la saga Evil Dead, o nos insistan en que nos espera una ración de sangre y sexo para nada despreciables, quedaos con que lo que veréis es lo que os he dicho. Y ah. Mucho humor negro. Pa tos vosotros, freaks.
Para acabar, ví este finde DellaMorte DellAmore, más conocida por aquí como Mi novia es un zombie, de Michele Soavi. Y cuelgo esto porque resulta que está basada en una novela escrita por Tiziano Sclavi, autor de Dylan Dog, el cómic de Bonelli publicado por Aleta. Extraña película, donde un Rupert Everett encarna un sepulturero un tanto peculiar (Francesco DellaMorte DellAmore) que se enamora de una rica viuda en un pueblecito llamado Buffalora donde los muertos acaban volviendo a la vida una semana después de enterrados. Una reflexión sobre la soledad cargada de metáforas y surrealismo; necrofilia y goticismo; todo en un envoltorio de manierismo colorista. ¿Lo habéis pillado? Por mucho que la portada del DVD o alguno de los carteles que llegaron a circular contenga imágenes que nos traen a la mente a Ash de la saga Evil Dead, o nos insistan en que nos espera una ración de sangre y sexo para nada despreciables, quedaos con que lo que veréis es lo que os he dicho. Y ah. Mucho humor negro. Pa tos vosotros, freaks.
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