Kare First Love, Kaho Miyasaka, Panini: Shojo donde leemos sobre las alegrías y tristezas asociadas al primer amor de Karino (Kari pa los colegas), una estudiante de instituto.
Argumento para nada original pero resuelto de forma bastante efectiva en tanto que la autora sabe captar a la perfección todo lo que puede rondarle por la cabeza a una chica de 16 años (no es que lo sepa personalmente ni que me identifique como mujer en otra vida pasada, sino que me parece que es precisamente lo que debería pensar ajustándonos a la realidad). Esto unido a precisamente la cercanía y cotidianeidad de las situaciones planteadas es lo que hace que la lectura nos transmita cierta sensación de proximidad, de realidad, uno de los principales aciertos del cómic.
Por otro lado encontramos en este manga elementos que encajan dentro de una temática más madura, más adulta si se quiere. Así, el miedo de una amiga de Kari a haberse quedado embarazada de un hombre casado y mucho mayor que ella.
Al mismo tiempo querría resaltar la evolución de los distintos personajes a la que asistimos a medida que va avanzando la historia. Los hechos que acontecen marcan a los distintos personajes de formas diferentes. Así, sirven para despojarles de máscaras autoimpuestas o ayudarles en su camino hacia la madurez. El resultado es que nuevamente ganamos en verosimilitud al tiempo que nos llevamos alguna sorpresa.
Otro aspecto a mencionar es la mezcla entre drama y comedia al que ya estamos habituados en bastantes shojos y que se ve correspondido en el apartado gráfico, donde encontramos un estilo más o menos realista, de trazo simple pero efectivo, combinado con otro caricaturesco generalmente reflejado en la forma de dibujos pequeñitos presentes en los bocadillos.
Por lo que respecta al ritmo con que se cuenta la historia, éste es ágil, dinámico, nada dado a dejar tiempos muertos en que pudiéramos aburrirnos con la lectura.
En fin, que si sóis de las que os gusta el shojo y empezáis a dejar poco a poco el annoyin' hábito de entrar en tropel en vuestra librería especializada haciendo todo el ruido que podáis imaginar y más, al tiempo que dejáis de lanzar ya grititos de placer cada vez que véis a Sesshômaru en una viñeta, quizás y sólo quizás debáis echar un vistazo a este cómic.
Fuera bromas, un shojo que al tiempo que reúne todos los tópicos del género introduce una temática y un tratamiento algo más adultos que le confieren un interés especial.
Argumento para nada original pero resuelto de forma bastante efectiva en tanto que la autora sabe captar a la perfección todo lo que puede rondarle por la cabeza a una chica de 16 años (no es que lo sepa personalmente ni que me identifique como mujer en otra vida pasada, sino que me parece que es precisamente lo que debería pensar ajustándonos a la realidad). Esto unido a precisamente la cercanía y cotidianeidad de las situaciones planteadas es lo que hace que la lectura nos transmita cierta sensación de proximidad, de realidad, uno de los principales aciertos del cómic.
Por otro lado encontramos en este manga elementos que encajan dentro de una temática más madura, más adulta si se quiere. Así, el miedo de una amiga de Kari a haberse quedado embarazada de un hombre casado y mucho mayor que ella.
Al mismo tiempo querría resaltar la evolución de los distintos personajes a la que asistimos a medida que va avanzando la historia. Los hechos que acontecen marcan a los distintos personajes de formas diferentes. Así, sirven para despojarles de máscaras autoimpuestas o ayudarles en su camino hacia la madurez. El resultado es que nuevamente ganamos en verosimilitud al tiempo que nos llevamos alguna sorpresa.
Otro aspecto a mencionar es la mezcla entre drama y comedia al que ya estamos habituados en bastantes shojos y que se ve correspondido en el apartado gráfico, donde encontramos un estilo más o menos realista, de trazo simple pero efectivo, combinado con otro caricaturesco generalmente reflejado en la forma de dibujos pequeñitos presentes en los bocadillos.
Por lo que respecta al ritmo con que se cuenta la historia, éste es ágil, dinámico, nada dado a dejar tiempos muertos en que pudiéramos aburrirnos con la lectura.
En fin, que si sóis de las que os gusta el shojo y empezáis a dejar poco a poco el annoyin' hábito de entrar en tropel en vuestra librería especializada haciendo todo el ruido que podáis imaginar y más, al tiempo que dejáis de lanzar ya grititos de placer cada vez que véis a Sesshômaru en una viñeta, quizás y sólo quizás debáis echar un vistazo a este cómic.
Fuera bromas, un shojo que al tiempo que reúne todos los tópicos del género introduce una temática y un tratamiento algo más adultos que le confieren un interés especial.
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