-Jóvenes vengadores 1 (Allan Heinberg, Jim Cheung; Panini): Sí, me diréis que con sólo un número publicado poco puede afirmarse al respecto, pero lo cierto es que mi primera impresión después de leerme este número ha sido algo así como ¿a santo de qué tanto ruido con esta serie? Porque mira que se ha hablado de su guionista televisivo, responsable de The O.C. (que me dijeron que es para partirse a poco que te guste este mundillo freak en que nos movemos), donde al parecer demostraba su status de fan en toda regla, así como de algunos capítulos de Sexo en N.Y. Y por otro lado a los lápices tenemos al dibujante de la malograda Scion, quetodo sea dicho de paso era lo único medianamente decente que casi casi salvaba la serie.
Pero me leo este primer número de Jóvenes vengadores y, la verdad...¡es que me quedo igual! Veamos, la mitad del capítulo tenemos al equipo de The Pulse con Jessica Jones a la cabeza, a la que ya conocimos en Alias, así como al Capi y Iron Man de invitados especiales. Aquí la cosa consiste en preguntarse quién diablos son los chavales estos que van caracterizados como Vengadores de tercera división. Por otro lado, la otra mitad del cómic nos presenta a nuestros chicos en plena acción, que como no podría ser de otra forma son unos chapuceros de aúpa, y nos da un par de pinceladas, mínimas, sobre sus respectivos carácteres, para concluir con una de esas sorpresas que puede estimular, más o menos, nuestra curiosidad; un cliffhanger de segunda en mi opinión. Por cierto, ¿a qué grupo de ladrones de medio pelo aunque vestidos de armani se le ocurre robar en una boda? ¿Es una práctica habitual en EUA?
Vale. ¿Me he reído? No. ¿Se esperaba que me riera? Creo que sí. Aquí hay algo que no funciona. ¿Dónde está la supuesta frescura que supuestamente deberíamos encontrar en una formación joven? Vale, Patriota posee la cabezonería y rebeldía adolescentes más típicas. Del resto poco puede decirse, ya que no vienen a destacar en nada, a excepción de Iron Lad, que parece destinado a ser el motor que mueva al conjunto. Vaaale, es el primer número de la serie me diréis, pero personalmente y por comparar, Runaways me enganchó más nada más empezar que lo que tenemos aquí. Claro que áquella no parecía encuadrarse dentro del universo marvel, al menos en lo que a sus primeros números se refiere, mientras que ésta, al contrario, parece decidida a enmarcarse dentro de la más absoluta continuidad y coherencia a la que nos tiene acostumbrados dicha casa editorial. Lo cual me lleva a preguntarme a quién diablos se dirige el cómic. ¿A quinceañeros hambrientos de superhéroes o a los papás interesados en algo diferente a lo habitual? Y ante tal disyuntiva uno apostaría por el segundo grupo. Y si me dicen en Marvel que no, que su público primero son chavales...¿qué queréis que os diga? Les diría que cambiaran de staff, porque casi diría que casi cualquier chaval se aburriría bastante con la primera mitad de este cómic.
Que no, que no me ha dicho nada, por muy bonito que dibuje el Cheung. Veremos cómo continúa el mes que viene.
Pero me leo este primer número de Jóvenes vengadores y, la verdad...¡es que me quedo igual! Veamos, la mitad del capítulo tenemos al equipo de The Pulse con Jessica Jones a la cabeza, a la que ya conocimos en Alias, así como al Capi y Iron Man de invitados especiales. Aquí la cosa consiste en preguntarse quién diablos son los chavales estos que van caracterizados como Vengadores de tercera división. Por otro lado, la otra mitad del cómic nos presenta a nuestros chicos en plena acción, que como no podría ser de otra forma son unos chapuceros de aúpa, y nos da un par de pinceladas, mínimas, sobre sus respectivos carácteres, para concluir con una de esas sorpresas que puede estimular, más o menos, nuestra curiosidad; un cliffhanger de segunda en mi opinión. Por cierto, ¿a qué grupo de ladrones de medio pelo aunque vestidos de armani se le ocurre robar en una boda? ¿Es una práctica habitual en EUA?
Vale. ¿Me he reído? No. ¿Se esperaba que me riera? Creo que sí. Aquí hay algo que no funciona. ¿Dónde está la supuesta frescura que supuestamente deberíamos encontrar en una formación joven? Vale, Patriota posee la cabezonería y rebeldía adolescentes más típicas. Del resto poco puede decirse, ya que no vienen a destacar en nada, a excepción de Iron Lad, que parece destinado a ser el motor que mueva al conjunto. Vaaale, es el primer número de la serie me diréis, pero personalmente y por comparar, Runaways me enganchó más nada más empezar que lo que tenemos aquí. Claro que áquella no parecía encuadrarse dentro del universo marvel, al menos en lo que a sus primeros números se refiere, mientras que ésta, al contrario, parece decidida a enmarcarse dentro de la más absoluta continuidad y coherencia a la que nos tiene acostumbrados dicha casa editorial. Lo cual me lleva a preguntarme a quién diablos se dirige el cómic. ¿A quinceañeros hambrientos de superhéroes o a los papás interesados en algo diferente a lo habitual? Y ante tal disyuntiva uno apostaría por el segundo grupo. Y si me dicen en Marvel que no, que su público primero son chavales...¿qué queréis que os diga? Les diría que cambiaran de staff, porque casi diría que casi cualquier chaval se aburriría bastante con la primera mitad de este cómic.
Que no, que no me ha dicho nada, por muy bonito que dibuje el Cheung. Veremos cómo continúa el mes que viene.
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