martes, febrero 28, 2006
La biblioteca de Turpín
lunes, febrero 27, 2006
Hola de nuevo.
"-Bueno, estoy de vuelta-"
Hellboy: la isla
domingo, febrero 26, 2006
Corben is back: Bigfoot
El hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra. Sabiduría es lo que se esconde tras esta sentencia. Y por piedra considérese lo que se quiera. En mi caso ese pedrolo es Steve Niles. Una y otra vez acabo estrellándome con los cómics de este tío. ¿Por qué? No tengo ni la más puñetera idea, más teniendo en cuenta que cada vez que acabo uno me entran ganas de sustituir el papel de batalla del baño por las páginas del tebeyo en cuestión. Este tío no hace cómics sino que incurre en delitos de lesa majestad. Pero uno, que es gilipollas y le gusta el género preferido de este perpetrador (uséase, el terror) no para de caer, no una sino las veces que hagan falta. En mi defensa, decir que al menos sus tebeos se leen rapidito, que si no ya haría tiempo que hubiera dejado de hacer el panoli.
Porque sí, una vez más el Niles, esta vez acompañado de un freaky de pro como es Rob Zombi, la ha vuelto a cagar. Sí, he dicho cagar porque más que realización de un cómic estamos ante un ejercicio de evacuación, ruidosa a más no poder.
Imaginad. Niño ve como sus padres son asesinados por una criatura de una maldad inusitada (que al final resulta que mala, lo que se dice mala no lo es tanto, pero eso ya es otra cosa y que no merece que os spoileemos miserablemente). Traumático, vamos. El chaval crece, marcado por las consecuencias de aquel desafortunado suceso y una vez llegado a la edad adulta asume el firme propósito de enfrentarse al demonio que arruinó su vida.
Hasta podría resultar interesante. Si nos ciñéramos a cómo os lo he contado y no de forma superficial e intercalándolo entre escenas varias de asesinatos regados con abundante casquería y que parecen tener el dudoso propósito de hacernos reir. Rob, macho, tu sombra es alargada de cojones. Porque así es como se desarrolla la premisa básica que os había presentado.
Llegados a este punto tenemos una cosa clara: la historia que nos cuentan, de principio a final (por cierto, vaya desenlace), no vale el hecho de haber sacrificado a cuantos árboles hayan hecho falta para que podamos leerla.
Pero entonces aparece CORBEN.
Oh-CORBEN.
Ahora es cuando los seguidores de esta autoridad comiquera se quitarán el sombrero, se bajarán las cremalleras de sus pantalones y, sacándose sus respectivos órganos acometerán el ejercicio masturbatorio.
Corben.
Me encanta la pasión que ejerce este hombre entre sus fans. Es tal que hasta cuando firma un tebeo como el que nos ocupa desencadena torrentes de elogios susceptibles de elevar este cómic a la categoría de entretenimiento. No discutiré la habilidad de este autor en obras pasadas, pero quien me diga que hace un gran trabajo en Bigfoot creo que debería hacérselo mirar.
Dos splash pages dobles. Una impactante pero de ejecución grotesca. Otra innecesaria y confusa. Confuso. Calificativo que podríamos aplicar a un buen número de viñetas, especialmente del principio del cómic. Confuso en tanto no sabes muy bien qué mierdas está pasando ante tus ojos. Sí, se están hostiando. Pero es eso un brazo que agarra de qué forma a...¿qué? O...ese perro ha sido aplastado contra una superficie...¿vertical, horizontal? ¿Porque era un perro, verdad? ¿El mismo de hace unas páginas, no? Porque a mí me parece más un engendro infernal que otra cosa...
sábado, febrero 25, 2006
Ring Circus 3: Los amantes
Pero la principal incógnita es el porqué. ¿Por qué me gusta Ring Circus?
Reconozco públicamente que le eché el ojo sólo por su dibujo, de calidad más que evidente. ¡Y qué decir del color! Simplemente delicioso.
Pero todos estaremos de acuerdo que si hablamos de cómic europeo a menudo nos encontramos con tebeos que entran por los ojos y que después acaban decepcionándonos por el desarrollo y ejecución de los argumentos planteados. De éstos los hay patadas. Y lo mejor es que se les hace merecedores de galardones varios y reciben mil y un elogios por parte de críticos respetados. Eso es lo más irónico del asunto.
Pero Ring Circus es harina de otro costal. La historia es lo más simple que os podáis echar a la cara. Un par de amigotes deciden cortar por lo sano, abandonar sus vidas y embarcarse en un circo ambulante, donde encontrarán una forma de vida muy distinta a la que hasta entonces habían seguido, todo ello ambientado a finales del siglo XIX (má o meno).
Yaxtá. Ahí tenéis la premisa básica. Respecto al desarrollo de la trama, podríamos decir con propiedad que la cimentan los protagonistas en su relación con los integrantes del circo. Ahí está el principal atractivo del cómic desde mi punto de vista, junto a la evolución de esos dos amigos, como uña y carne al principio de la saga que empezó en Los pringados y ahora mismo casi dos desconocidos para tristeza del lector. Porque los personajes de Ring Circus son reales como la vida misma, por mucho que Pedrosa guste de caricaturizarlos con su dibujo. Y quien dice reales también dice cercanos, uno de los puntazos del cómic. Cuando estos chicos se enamoran el lector acaba sufriendo ante el rechazo, para a continuación esbozar una sonrisa cuando el amor resulta correspondido. ¿Y qué decir de la troupe circense? Se huye del estereotipo en favor de la profundidad humana del personaje retratado, como es el caso de Blanche la amazona, personaje cuya tragedia personal se gana la comprensión del lector y ante la que uno no podría reprimir más de un suspiro.
Que luego haya una trama de fondo casi resulta secundario. ¿Que tal personaje esconde algo? ¿Que exista cierto componente sobrenatural? ¿O sería mejor decir mágico? (después de todo estamos ante el mayor espectáculo del mundo) Casi diría que todo eso son consideraciones secundarias aunque necesarias para aportar al conjunto esa atmósfera mágica a la que ya hemos hecho alusión, y que por encima del hecho de centrarse en la cotidianeidad de la gente que compone un circo itinerante también bebe de una ambientación victoriana contemplada a través de un cristal de feria que le da un tono fantástico.
Se acabaron las vacaciones...
sábado, febrero 18, 2006
V de Vendetta en El Mundo
La reseña que podía leerse en caracteres descatados por encima del titular era la siguiente:
Festival de Berlín / El debutante James Mc Teigue viste con talento cinematográfico la angustia política creada por el dibujante Alan Moore (...).
Imaginad que con semejante introducción uno no podía más que relamerse a la espera de lo que podría leer a continuación. Pero no, no fue así. Carlos Boyero, responsable del primer artículo dedicado al film obviaba detenerse en el cómic, limitándose a mencionar que tan sólo adaptaba un cómic del perturbador Alan Moore, y se centraba en la impresión que le había causado su planteamiento y ejecución. Al respecto las siguientes líneas:
(...) resulta imposible negar el virtuosismo de su narración, la modélica combinación de épica y lírica que posee esta fábula, la inteligencia con la que están construídos los diálogos y los personajes, su poderío visual, su fascinación.
Es una película que se hace muy corta, abarrotada de talento. Y , evidentemente, me hacen pensar durante un rato si lo que nos plantean sólo tiene vocación de ficción, si en nombre de la salvación de Occidente los pobiernos pueden degenerar en ese Gran Hermano que nos vigila y nos tritura, si la frontera entre democracia y fascismopuede llegar con el tiempo a ser inexistente.
Ahí es nada.
Silvia Román, a continuación, se detiene en la polémica creada por la película por vagones de metro con explosivos y edificios simbólicos de la capital británica que vuelan por los aires, similitudes con penosos hechos acecidos recientemente y que el director, Mc Teigue se apresura a desmentir aunque con la boca pequeña después de las siguientes palabras: Por supuesto que estoy deseando que cree controversia. Todos los del equipo esperamos que produzca discusión. Ese es su objetivo (...).
A todo ello incluir el siguiente enlace al blog Casiopea, en el que Guillermo Zapata analiza otra noticia aparecida en El Mundo, esta vez en su página digital y que dista de lo que había leído en papel.
sábado, febrero 11, 2006
Totoros Mallorca: reunión puertas abiertas
miércoles, febrero 08, 2006
Más Risas con Planeta
lunes, febrero 06, 2006
Omar el navegante 1: Jinn-el-Rais
La temática del cómic, aunque enmarcado dentro del género de aventuras, gira en torno a la amistad, el sentido de lo maravilloso ligado a la infancia, y a cómo puede la vida cambiar a las personas.
La acción del cómic sigue un desarrollo cronológico, iniciándose en la infancia de los protagonistas y de cómo encontraron el mapa que marcaría posteriormente sus andanzas, para luego saltar a su madurez. Y es que el tiempo posee un papel destacado en el desarrollo de la trama, abundando los saltos temporales y las elipsis, quizás uno de los rasgos menos afortunados del cómic en tanto que puede llegar a confundir al lector y le priva de escenas que parece que íbamos, en la medida que el autor parece preparar su escenificación, cuando en realidad no acaban por acontecer. Vale que quizás esas escenas no aportarían nada a la trama, pero la decepción, al menos en mi caso, es un hecho. Por otro lado, el ritmo de la historia es desigual: empieza muy bien para luego descender en la parte de la historia que alude a la búsqueda del amigo perdido y su relación con el mapa, para finalmente aumentar de nuevo en el desenlace de la historia. Desenlace que todo sea dicho de paso deja buen sabor de boca y supone no sólo la síntesis de los principales temas tratados sino que se conecta con el comienzo de la historia, reportando una evidente sensación de unidad.
La narración es correcta y los dibujos expresivos. El color, sobrio, casa con el ambiente mediterráneo retratado.
sábado, febrero 04, 2006
Y los lectores de La Cárcel de Papel han elegido...
Y por la parte que nos toca a nosotros...¿a quién de entre vosotr@s tengo que invitarle a una birrita? Venga-venga! Que levante la mano la única persona que con su voto ha creído en este blog!
Ah, y que si no te van las birritas...¡a lo que sea, eh?
jueves, febrero 02, 2006
Yo también soy un chico del siglo XX
He esperado 13 números para escribir sobre el que, para mí, es EL cómic del año pasado, pero creo que ya es hora.
20th Century Boys es un thriller lleno de clichés, como he leido por ahí, pero ojalá cualquier historia que los utilizara fuera tan interesante, divertida e intrigante como la que nos ocupa. Yo no leí Monster en su día (reconozco que me llamó la atención, pero no lo compré... lo estoy haciendo ahora, pero eso igual será otro post), pero sí escuché y leí como muchos alababan ese manga de Urasawa. Como ya hacía tiempo que había empezado no empecé la colección, pero al empezar la publicación de la serie que nos ocupa dudé más bien poco, y, respecto a cómics, ha sido una de las decisiones mejor tomadas de mi vida.
Advierto: a partir de aquí voy a soltar spoilers a mansalva. Si no habéis leido algún número os ordeno que os saltéis el resumen. NADIE debería saber nada de este cómic hasta que lo haya leido.
La historia, al menos en un principio, se centra en Kenji, un treintaañero que pasa los últimos años del siglo XX llevando la tienda familiar con su madre y cuidando de Kanna, la hija de su hermana desaparecida. Su vida transcurre en el mayor aburrimiento hasta que en su ciudad empiezan a suceder una serie de extraños sucesos -crímenes y desapariciones- con un denominador común: un símbolo extrañamente familiar.
Al poco tiempo, hablando con sus antiguos compañeros de clase (cada uno de los cuales ha seguido un camino diferente y de lo más variopinto) recuerda que era un símbolo creado por ellos cuando eran pequeños como símbolo de su peculiar "club de salvadores de la humanidad", un grupito de niños con mucha imaginación que escribían en un cuaderno una serie de hipotéticas futuras catástrofes a las cuales sólo ellos hallarían la solución (gracias a soluciones infantiles como robots gigantes) y se erigirían en auténticos salvadores de la humanidad. Pues bien, pese a las reticencias de la mayoría, se unen y descubren que alguien, a quien todo el mundo llama simplemente Amigo, ha usurpado su símbolo de la infancia y, con un grupo cada vez mayor de seguidores que le adoran cual líder sectario, se ha tomado el "Libro de las Profecías" (el cuaderno de Kenji y sus amigos) como algo real y ha decidido provocar él mismo todos los desastres que aquellos niños imaginaron... para convertirse después él mismo en el único salvador de la humanidad. Como era de esperar, Kenji y sus amigos se unen para acabar con el cada vez más poderoso (políticamente hablando) Amigo y sus seguidores.
Esta rebelión tiene su punto culminante en la Nochevieja Sangrienta, la nochevieja del 2000, en la que Kenji y sus amigos se las ven con un auténtico robot gigante (o la versión realista de uno) que va expandiendo un virus. Todo muy interesante, sí... ¡pero es que sólo he contado los primeros tomos!
Y es que, cuando la Nochevieja Sangrienta llega a su punto culminante... pasan 15 años y el mundo ha cambiado totalmente. Amigo y los suyos gobiernan ahora Japón, y además tienen gran influencia en todo el mundo puesto que fueron ellos quienes detuvieron el ataque bacteriológico que intentaba propagar el grupo terrorista conocido como la brigada de Kenji...
Primer gran giro argumental.
Ahora lo interesante está en ver qué ha sido de los miembros supervivientes de la "brigada" y, sobre todo, qué tiene de especial Kanna, la sobrina de Kenji que ya está crecidita. Por supuesto, hay muchas más subtramas, muchos más personajes, incluso se descubre quien es Amigo, y, cuando parece que va a terminar... ¡continúa!
No, no contaré más detalles.
¿Que qué tiene de especial? Pues más bien todo: tramas interesantes que van a más en lugar de ir a menos, personajes para todos los gustos con los que te encariñas rápidamente y a los que vas conociendo poco a poco, humor, drama, emotividad, giros argumentales... incluso banda sonora, porque ¿a quién no le ha parecido oír los acordes de T-Rex cuando Kenji toca la guitarra con la escoba de niño?
Sí, es cierto que usa y abusa del tópico de que hasta los personajes secundarios y terciarios están relacionados por algún elemento común, pero hay que ver cómo lo hace el señor Urasawa. También es cierto que está contado todo de forma muy pausada, pero no lo querría de otra forma.
¿No lo estáis leyendo? Pues hay dos opciones: o no habéis oído hablar de él o es que no sois chicos del siglo XX...