viernes, diciembre 30, 2005

Gotham se mueve...

Nunca hubiera creído a quien me dijera que una ciudad puede cambiar de sitio...
...ahora ya sí.
Gotham Còmics, la librería especializada situada en Palma de Mallorca, se ha trasladado a la siguiente dirección, a tan sólo una manzana de su anterior ubicación:
Calle Reina Esclaramunda nº 1-A

miércoles, diciembre 28, 2005

100 Girls

-100 girls (Adam Gallardo, Todd Demong; Recerca): Recopilación de los primeros cuatro números de la serie de Arcana Studio. Hemos visto el argumento un centenar de veces: Subsección gubernamental que desarrolla un proyecto ultrasecreto centrado en metahumanos. El que la protagonista del tebeo sea una estudiante de instituto que descubre que los desórdenes que está experimentando no se deben a su adolescencia sino al hecho de que parece contar con poderes aporta algo de frescura a la trama, aunque la idea no es precisamente original, toda una serie de títulos superheroicos más al uso lo avala, aunque aquí la chica debe ir descubriendo no sólo la naturaleza de su origen sino hacerse a la idea de que ahí afuera existen más como ella. Una carrera por superar su aislamiento y averigüar de qué va todo.
Precisamente aquí se encuentra uno de los puntos fuertes del tebeo, ya que es la continua formulación de incógnitas lo que lleva al lector a permanecer enganchado a la trama. ¿En qué consiste el proyecto gubernamental? ¿Por qué Silvia y algunas de sus semejantes están diseminados por el mundo? ¿Qué relación guarda la dra. Carver, responsable del proyecto, con Silvia?
Lástima que el dibujo sea en exceso caricaturesco, con un vago aire que recuerda a Humberto Ramos. De todas formas reconozco que casa bastante bien con la historia que cuenta.
En definitiva, un cómic de superhéroes ligeramente diferente aunque poco sorprendente. Afortunadamente, lo poco que tiene de original lo compesa entreteniendo.

martes, diciembre 27, 2005

Conspiradores, La chica perdida, Alim, El circo del desaliento, CVO y Elya

-Conspiradores (Antonio del Castillo, Álvaro Muñoz; Siurell): Cómic encuadrado dentro del género superheroico realizado por autores españoles que ofrece una trama endeble, deficiencias argumentales evidentes y un reparto protagonista tan típico que, todo reunido, da la impresión de capricho imaginativo adolescente, lo que nos remite directamente al guionista, un desconocido Antonio del Castillo que hace equipo con el dibujante Álvaro Muñoz, artista que había dibujado historias en el Kiss Comix con anterioridad y que no sólo cumple sino que sorprende por el cambio de temática que ha debido abordar en este trabajo.
La edición es impecable salvo la reproducción de unas viñetas donde se advierte el trabajo de entintado original. Ante lo cual uno no puede más que extrañarse...¿cómo llegó un argumento como el presentado por esta obra a editarse y además de esta forma por Siurell?
En definitiva, Conspiradores parece un mero capricho editorial, sensación que me parece respaldada por el hecho de que nos encontramos ante un cómic anunciado como one-shot en principio y del que dudo que veamos algo más publicado, lo cual es, posiblemente, lo mejor que puede ofrecer el tebeo.
-CVO, el artefacto (Jeff Mariotte, Gabriel Hernández; Recerca): Tomo que sirve para presentar la serie americana publicada por IDW, creada por Alex Garner (recordemos su parte de responsabilidad en Danger Girl); al dibujo en este volumen, Gabriel Hernández. El cómic tiene por protagonistas a un trío de vampiros que forman parte de un equipo gubernamental de élite encargado de llevar a cabo operaciones encubiertas. Vamos, una idea que de original tiene bien poco y que, sorprendentemente, se concreta en un cómic aburrido en líneas generales. Y es que los personajes abocetados, la ambientación esbozada, y unas historias que se mueven entre la sencillez y la previsibilidad no dan para enganchar al lector. Al menos en mi caso.
Si alguien se lo ha acabado de leer y le ha molao, que me lo cuente.
-Elya. Las brumas de Asceltis 1: La ciudadela oslana (Jarry, Istin, Brants; Rossell): Prometedor planteamiento inicial que desafortunadamente acaba cayendo en los convencionalismos típicos del mainstream fantástico de fácil consumo dentro del cual podríamos situar la obra de novelistas como Margaret Weis y demás continuadores de baja estofa. Pero aún dentro de lo convencional, encontramos elementos que hacen que el tebeo cojee un poco. Al respecto, especialmente la composición de la compañía protagonista. Si bien se nos ofrece el origen de cada uno de sus integrantes, en cambio no se les dedica la misma atención a cada uno lo que lleva a que algunos personajes actúen de simples comparsas para el resto. Y cuando el que parece uno de los protagonistas actúa ocasionalmente de forma poco creíble...
Pero salvando estas observaciones, el tebeo resulta más o menos entretenido, y gráficamente la obra cumple, si bien en ocasiones la fragmentación de página en innumerables viñetas hace un poco engorrosa la lectura.
Un cómic de fantasía más, del montón, para amantes del género.
-El circo del desaliento (David Rubín; Astiberri): Recopilación de historias de extensión variable que giran en torno a unos mismos temas que, al parecer, son representativos de este autor. Y digo al parecer porque reconozco que no le conocía hasta haberme leído este cómic. Y ya de paso debo reconocer que el descubrimiento ha sido grato.
Las historias que nos cuenta Rubín cuentan con la extraordinaria capacidad de decirnos algo. Porque me resulta difícil leer alguna de las historias que contiene este tomo y quedarme tal cual. Y desconfiaría de quien me dijese lo contrario. Porque leer a Rubín es empaparse de tristeza, alegría, rabia y tantas otras emociones que inundan sus páginas.
Gran parte de responsabilidad en ello recae en sus personajes, perfectamente caracterizados y tan próximos que la identificación resulta prácticamente inevitable. Ellos son el vehículo, la voz para que Rubín nos haga llegar su persona y su estado de ánimo.
Si bien se trata de una recopilación de historias, está presente una simbología que aúna y da coherencia a la obra, al tiempo que constata la existencia de un universo unitario que no es otro que el del autor. Al respecto, destacar el elemento superheroico más clásico que Rubín utiliza de forma muy personal, ofreciéndonos una visión cuanto menos interesante acerca de la figura del héroe.
A nivel gráfico destacar la expresividad del trazo de Rubín. Sencillo, anguloso, tremendamente efectivo, que se complementa con un exhaustivo conocimiento de la narración.
Para rematar, la edición de Astiberri está muy bien cuidada, como generalmente nos tiene acostumbrados, incluyéndose una introducción a cargo de Miguelanxo Prado y un epílogo de Carlos Portela que ayudan al lector a completar su visión acerca de la obra de Rubín.
Recomendable sin lugar a dudas.
-Alim el curtidor 1: El secreto de las aguas (Lupano, Augustin, Penloup; Norma): Con este cómic me pasó algo curioso ya desde el primer momento en que empecé a leerlo. ¡Me parecía estar viendo una peli de animación! Y es que lo primero que llama la atención de este volumen es su apartado gráfico. Trazo y color se combinan a la hora de recrear un mundo de fantasía realmente atractivo. Nadie lo diría por la sobriedad de la portada.
¿El argumento? Un curtidor, un miembro de los sin casta, el elemento más bajo de la sociedad, encargado de tratar los cuerpos de las sirenas asesinas (cruce fantástico entre una ballena y un tiburón) que quedan varadas en la playa, descubre un día un secreto que amenaza con destruir los puntales que cimientan el entramado ideológico bajo el que descansa la sociedad teocrática en la que vive.
Lectura no sólo interesante por cuantos paralelismos podríamos establecer con sociedades de nuestro tiempo, sino divertida e inteligente, gracias a un elenco protagonista que no tarda en ganarse nuestra simpatía y que se caracteriza por su humanidad.
Y si de poner contras se trata, tan sólo mencionar que se aprecian restos de los lápices originales en algunas viñetas, algo que canta bastante si se considera el aspecto general de la obra, muy cuidado.
Vamos, otro cómic para recomendar a la peña. ¿Que te gusta la fantasía? ¿Las aventuras? ¿Te consideras alguien irreverente o crítico con el sistema? Entonces seguro que disfrutáis con este cómic.
-La chica perdida (Nabiel Kanan; Dibbuks): Días de verano. Vacaciones para Beth, una adolescente que se ha embarcado en un viaje junto a su familia. Días en los que conoce a una misteriosa chica, un espíritu libre que representa todo lo que Beth querría ser.
Así comienza esta obra, que acaba configurándose como un conseguido retrato de la adolescencia , sus anhelos de libertad e independencia y su definición como tránsito a la vida adulta, todo un periplo plagado de continuos descubrimientos.
Todo narrado de forma extraordinaria con un estilo de dibujo simple pero atractivo y efectivo.
Lástima que una portada como la que tiene no mueva a la gente a sacarlo de la estantería.

martes, diciembre 13, 2005

El cómic y Cervantes se dan la mano en Palma de Mallorca

Es increíble que a veces nos tengamos que enterar de ciertas cosas como Felipe en su día, por la prensa.
Más teniendo en cuenta que la actividad que os proponemos tiene lugar en nuestra misma ciudad, lo cual nos lleva a reflexionar sobre la parca publicidad y la inexistente voluntad de colaboración que se respira en según qué círculos.
Pero afortunadamente contamos con Álvaro, de La Cárcel de Papel, para traer un poco de luz a este nublado día que ha amanecido en nuestra ciudad.
Mejor él que nosotros para informaros sobre la exposición Cómic e ilustración. Tercer homenaje a Miguel de Cervantes Saavedraa que por espacio de un mes podremos visitar en la galería "Don Quixotte (Jandro)" de Palma. Aquí el enlace al correspondiente post de su blog.

Batman Hunter Knight, The Originals, Shutterbug Follies

-Batman: Hunted Knight (Jeph Loeb, Tim Sale; Planeta): Tres historias autoconclusivas referidas a diversos miedos de Bruce Wayne, ambientadas en Halloween y que pueden situarse cronológicamente con anterioridad a otra obra de Batman que realizaron los mismos autores, El largo Halloween.
Nada que no hayamos visto con anterioridad. Mencionar quizás la última historia, por aquello que se sirve del clásico cuento de navidad de Charles Dickens. Y poco más, historias planas de esas que antes o después acabas olvidando.
Al apartado gráfico un Tim Sale que dibuja un Batman de diseño discutible que casi se me antoja a ratos como un australopiteco más crecidito de lo normal y con barba de dos días. Se le disculpa por tratarse de un primer acercamiento al personaje.
Para fans de Batman de toda la vida.
-
The Originals (Dave Gibbons; Planeta): La historia de un sueño, la de su pareja protagonista, dos amigos que desean más que nada en el mundo entrar en una banda mod. Un sueño que, transformado en realidad, cambiará para siempre sus vidas.
The Originals nos presenta un mundo que recuerda bastante al nuestro, si bien cuenta con elementos que indiscutiblemente lo configuran como el resultado de un juego imaginativo. Así, las vespas
tuneadas que montaban los mods dan paso a Hovers que se deslizan a un palmo del suelo. La gris sociedad inglesa de los 60 da paso a una sociedad de postguerra donde una férrea presencia policial en las calles es una realidad. Pero lo esencial está ahí, es lo mismo, como si situáramos Quadrophenia en un contexto próximo de ci-fi y lo mezcláramos una pizca de Coppola y otra poca de Scorsese. Perdón por la referencia cinéfila, uno a las horas que escribe estas líneas no puede permitirse el lujo de estar muy lúcido que digamos.
O sea, que las típicas luchas de mods contra rockers que veíamos en la primera peli añaden color a una historia que trata de seguir a unos chavales que tratan de encontrar un hueco en la particular sociedad que les ha tocado en suerte vivir. Y ahí tenemos los elementos adolescentes típicos que, sin embargo darán paso, a medida que avance la lectura de la obra, a algo más que no es otra cosa que el paso a la vida adulta, periplo que para nada se presenta fácil.
Vale que la historia no es un derroche de originalidad y que algunos elementos de la trama pueden resultar hasta previsibles, pero lo que Gibbons cuenta lo cuenta bien, y nos engancha desde el principio hasta el final, donde por cierto quizás hasta nos llevemos una sorpresa que para nada nos deje indiferentes.
¿Y qué decir del dibujo? ¡¡Joder, este tío es Dave Gibbons!! Puede que me haya dado la impresión que haya cierto ahorro a la hora de incluir fondos con respecto a otras obras pero eso no quita que el dibujo y la narrativa sean elementos a destacar.
Recomendable.
-
Shutterbug Follies (Jason Little; Planeta): Imaginad que trabajáis en un laboratorio fotográfico revelando fotos. Y un día reveláis fotos de una chica sumergida en una bañera, presuntamente asesinada. Y como sóis curiosos decidís meteros de cabeza a investigar si detrás de una dudosa evidencia como la que tenéis entre manos pueda esconderse algo más serio.
Este es el planteamiento de este cómic, un thriller desenfadado protagonizado por una jovencita neoyorquina, bien conducido si exceptuamos a algún personaje que parece entrado con calzador y que está ilustrado con economía pero de forma efectiva, evidenciando que Jason Little es un tipo interesado por la narración y por la planificación de la página. Destacar igualmente el uso del color, que acaba por configurar un producto atractivo visualmente, impresión respaldada por el formato apaisado que ha sido el elegido a la hora de publicarlo.
Ni me he quitado el sombrero ante este cómic ni me ha dejado la boca abierta tras leerlo pero lo que sí puedo afirmar es que he pasado un rato ameno y entretenido con él.

miércoles, diciembre 07, 2005

Jóvenes Titanes, DC New Frontier, Supermán, Monsieur Jean y mucho más

Cromwell Stone 1 (Andreas, Planeta): Historia que captura a la perfección el espíritu de los Mitos que popularizó Lovecraft, aunque falla en lo referido a coherencia interna de la trama. Así, no es de extrañar que algunos aspectos se queden sin explicar, que algunos cabos queden sueltos y que no nos convenzan según qué cosas. Pero a pesar de ello, el tebeo no sólo se deja leer bien sino que nos engancha de principio a fin.
Por lo que respecta al apartado gráfico, destacar lo acertado del estilo elegido a la hora de expresar ese ambiente que oscila entre lo onírico y lo enfermizo que caracteriza los Mitos. Un estilo barroco, que utiliza una compartimentación de página a base de viñetas estrechas y uso de planos poco frecuentes que, desafortunadamente, a veces actúan en deprimento de la comprensión de lo narrado.
A la tercera va la vencida (De Filippis, Weir, Hurtt; Planeta): Historia de serie negra elegida por los señores de Planeta para inaugurar, junto con dos títulos más, una serie dedicada a este género. Y la verdad es que el caso que tratamos es curioso, porque no acaba de encuadrarse del todo en dicho género.
De Filippis y Weir nos presentan una historia centrada en denunciar lo injusto de un sistema legislativo/penal como es el californiano, y cómo ese sistema puede echar a perder a una persona. Una historia nutrida de personajes reales y por tanto creíbles, y que oscila entre dos protagonistas definidos por elecciones de su pasado que les pusieron en una situación difícil que sirve de punto de partida a la acción narrada en el cómic. Y es que en el elenco de personajes y en su caracterización se encuentra uno de los puntos fuertes de esta obra. Asimismo, destacar lo fluído de la narración, poseedora de un ritmo
in crescendo que se acaba precipitando en un final inolvidable si bien predecible hasta cierto punto.
Y destacar el dibujo, de Hurtt, del que hemos podido disfrutar recientemente su
Queen & Country, y que aquí cumple a la perfección con su tarea.
Altamente recomendable, sobre todo para los que vivimos entre los algodones propios de una sociedad como la nuestra en el preludio de tan festivas fechas como las que están por llegar.
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Jóvenes Titanes 1 (Geoff Johns, Mike McKone; Planeta): Prometedor inicio de esta nueva serie que promete acometer con frescura unas personajes conocidos por todos. Veremos cómo continúa la cosa... Me quedo con las ganas de leerme el segundo número.
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Los libros de la magia: Vida en tiempos de guerra (Si Spencer, Dean Ormston; Planeta): Aplauso para Planeta por publicar esta serie de Los libros de la magia con un Tim Hunter crecidito que ya no tiene que recurrir a sus cuatro amigos y el gordo para darse placer y que realiza escarceos con drogas. Y digo aplauso porque la serie madre, cuyos guiones firmó Rieber y que apareció después de la miniserie original parida por Gaiman, resta todavía inédita en nuestro país casi en su práctica totalidad. De ahí que leer este Vida en tiempos de guerra se convierta en una toda una aventura de lo más confusa... lo suficiente para que cualquier profano se mantenga suficientemente alejado y que los mínimamente versados se lo piensen más de una vez antes de abordar el cómic. Por lo demás, Ormston al dibujo no es, ni mucho menos, un aliciente. Por mucho que Quitely ilustre las portadas.
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DC New Frontier 1 (Darwyn Cooke, Dave Steward; Planeta): Los héroes clásicos de la Edad de Oro se entremezclan con los nuevos héroes que acabarían constituyendo la Edad de Plata, en el marco de la Guerra Fría. ¿Cómo llamamos a esto? ¿Crossover? ¿Obra coral?
Lo cierto es que DC New Frontier está imbuída de esa sensación mágica de fascinación que sólo los superhéroes son capaces de sembrar en el más común de los mortales. Y quizás esto ya haga que valga la pena el cómic que tenemos entre manos.
Eso y asistir al nacimiento de la nueva hornada superheroica. O al menos esto es lo que se me ocurrió cuando un niño Hal Jordan le pide a un veterano de la segunda guerra que le dedique una maqueta de un jet, bajo un cielo estrellado. ¿Qué queréis? En esa escena está reunido lo mejor de lo que nos puede ofrecer este cómic. Pero como esta escena encontraremos varias a lo largo de nuestra lectura.
¿Y qué decir de ver reunidos a tantos personajes importantes del universo DC en una misma sala de fiestas? Vale que se juega con la complicidad del lector al presentarnos a éste o a aquélla, pero lo cierto es que la caracterización está bastante bien conseguida con tan sólo unos trazos.
Todo ello se complementa a la perfección con la descripción de la época y su contexto político, social, económico y cultural, de cuyo conocimiento se adquiere una lectura más completa de la obra.
El único
pero que mencionaría es el objetivo de la acción. Existe una trama de fondo constituída por una amenaza velada hacia la que supuestamente gira todo, pero avanza muy lentamente, demasiado quizás.
Por lo demás el cómic cuenta con el atractivo dibujo de Cooke, al que ya seguimos la pista desde su
Catwoman. Un estilo de dibujo limpio, con un diseño de página que invita a la lectura.
Recomendable para cualquier fan de superhéroes, y rozando lo imprencindible en el caso concreto de que seas un fan de DC.
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Superman: Fin de siglo (Stuart Immonen, Jose Marzán Jr; Planeta): Immonen dibuja de puta madre, tanto que ante lo aburrida que es la historia acabas pasando página tras otra deleitándote con los dibujillos. Poco más puede decirse para una historia autoconclusiva del supermedianía (con permiso de Jan y su SuperLópez) que todos aburrimos.
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Monsieur Jean: La teoría de los solteros (Dupuy, Berberian; Bang Ediciones): Varias historias autoconclusivas situadas cronológicamente entre el tercer y cuarto tomos publicados por Norma. Sin embargo, no es necesario haberse leído nada del personaje para poder disfrutar plenamente este tomo que tenemos entre manos. Historias cotidianas centradas en las relaciones de pareja y en las neuras particulares de su protagonista y sus amigos, contadas de forma amena y efectiva, desde la perspectiva de un sagaz observador de la naturaleza humana, y dotadas de mucho humor. Del inteligente y del bueno.
Lo mejor: intentar encontrarle el uso
sessuá a una tostadora.
Recomendable pa to quisqui que quiera reirse un rato.

viernes, diciembre 02, 2005

Pantera negra

Pantera negra: ¿Quién es pantera negra? (Hudlin, Romita Jr; Panini): El comienzo de la nueva serie regular del clásico personaje marvel es lo que nos ofrece este tomo 100% Marvel de Panini, que viene a recopilar los primeros seis números usa.
Desde que salió en yankilandia tenía ganas de echarle un vistazo por ver cómo podían haber revitalizado al personaje y de paso contemplar el arte de Romita Jr. ¿Y qué me encuentro?
Un continuo chiste sin gracia alguna, la mejor definición posible para este tebeo perpretado por un guionista, Reginald Hudlin, afroamericano para más señas y detalle que no está de más considerar ya que el personaje que le habían encargado plasmar en cómic es, sin lugar a dudas, un símbolo de la africanidad que nos recuerdan en el prólogo de esta edición española. Pero resulta que Reginald, además de afroamericano, venía de la tele, de guionizar comedias. Así que no es de extrañar que su vena profesional haya podido más que cualquier sentimiento reivindicativo o de raigambre, y nos haya mostrado su peculiar visión de T'Challa, pasado por el tamiz de un humor simplón que todavía no veo a cuento de qué el incluirlo en esta serie.
Pero ojalá se quedara ahí... El humor llega hasta cuotas de lo más absurdo en tanto que está presente en boca de casi cualquier personaje, principal o secundario. Y se hace extensivo a las situaciones, hasta el punto de darse páginas donde encontramos un chiste fácil por viñeta.
Añadamos la pléyade de antagonistas que le han ido a colgar al bueno de T'Challa, de los que tan sólo Claw creo que se salva por aquello de la continuidad y tal. Pero ¿Rino? ¿Batroc? ¿Qué nos quiere decir Hudlin con todo esto? ¿Que no sólo Spiderman puede tener enemigos ridículos? ¿Y qué decir del Caballero Negro? ¿Alguien me puede decir si ha habido varios Caballeros a lo largo de la historia marvelita que justifique que el que nos encontremos aquí sea una auténtica parodia de sí mismo? ¿Desde cuándo es un fanático católico?
Y por lo que respecta a la historia... Invasión de Wakanda unida a una venganza personal dirigida contra su dirigente. Tres números para contarte los preparativos y tres más para aburrirte con acción ininterrumpida. ¿Nadie le explicó a Hudlin qué es el climax de una historia?
Afortunadamente tenemos a Romita. Aunque le hagan dibujar a Rino lanzándole una nevera a un jet de combate. Sigh.
En fin, decepcionante regreso de un héroe que ha vivido mejores tiempos.