domingo, marzo 15, 2009

La última vez que leí Watchmen

-Pensé que no era un cómic de superhéroes. Es un misterio del asesinato, una distopia, una reunión de viejos conocidos, la magdalena de Proust (¿el terrón de azúcar de Proust?), pero no es un cómic de superhéroes. Por lo menos hasta que... Laurie y Dreiberg se ponen los trajes para salvar a la gente del incendio y, sobre todo, van al rescate de Rorschach. A partir de ese momento no sólo se desliza abiertamente en el género sino que, guau, menuda historia de superhéroes (la escena de la prisión es donde acelero el ritmo de lectura de Watchmen siempre que lo releo). Después del tono no heróico de los primeros números, de la impresión de realidad, del costumbrismo imperante, cuando finalmente actúan como héroes enmascarados el contraste da mucho más valor a sus heroicidades y hazañas, por que todo lo anterior nos dice que lo que ahora vemos no es cabal: ¡los héroes no son posibles! ¡Sus acrobacias científicamente imposibles! No sólo son héroes por los valores que defienden, son SUPERhéroes porque vencen el paradigma de realidad imperante, lo que imbuye sus acciones con un sense of wonder inherente al género cuando está bien hecho (y cuando lo leíamos de niños y no nos habíamos vuelto unos cínicos empedernidos), remitiéndonos a aquellos días de infancia/juventud (Nostalgia by Veidt) en los que volábamos con nuestra imaginación.

-Pese a que sólo existan un puñado de enmascarados en activo, parece que es suficiente para provocar una multitudinaria protesta que lleva a la promulgación del Acta Keene. ¿Acaso existen más vigilantes de los que aparecen en Watchmen, de manera que pueda justificarse este hecho? Creo que si hubiera más héroes encapuchados, teniendo en cuenta lo meticuloso del trabajo de Moore, aparecerían en la obra o como mínimo se referiría a ellos de algún modo en la misma, por lo que creo que esto es un error en el trabajo de construcción del mundo que lleva a cabo el guionista. Aunque...
Tal vez se pueda racionalizar este “punto flaco” suponiendo que los héroes no son más que los chivos expiatorios de toda una serie de inquietudes y desazones sociales, civiles y económicas en el seno del país, por lo que su número en realidad no importa. Son el “enemigo”, el hombre del saco, el catalizador de todo un conglomerado de situaciones que nada tiene que ver con ellos, pero por las que acaban pagando el pato.

-El trabajo de Moore ha sido definido como el de un relojero, pero el de Gibbons es el de un arquitecto en el sentido literal del término. La edición Absolute da una nueva dimensión a la obra y abre la puerta, aún más, a que el lector se introduzca en los escenarios visualizados, delineados, construidos por el dibujante. Me daba la impresión de que podía entrar en su Nueva York alternativo y recorrerlo como si fuera una ciudad real.

-Es un sortilegio, un acto de adivinación. Moore nos dice lo que pasará en el género de superhéroes después de la publicación de la obra: la línea entre héroes y villanos se volverá difusa, hasta desaparecer, imperará el cuero, las armas, el asesinato y la sangre corriendo por las sucias calles, para al final desembocar todo en una nueva edad de inocencia, una vuelta a la golden age superheróica (ejemplificada por el inicio de la nueva carrera contra el delito de Laurie y Dreiberg al final del cómic). Es el paso del prototipo de superhéroe asesino de los inicios de Image al regreso del arquetipo de superhéroe abanderado por guionistas como Busiek o Waid.

¿Qué nuevas cosas descubriré la próxima vez que lea Watchmen?

15 comentarios:

marguis dijo...

A veces me da por pensar, ¿qué le dirá Watchmen a las nuevas generaciones? Esas que están, cansadas de héroes oscuros y lineas difusas... las que empiezan ahora a leer sobre desencantos y misterios no tan misteriosos... serán capaces de ver Watchmen como lo que realmente es: una obra que influenció a todo lo que vino después... o la encuadrarán en eso de una mas que va de lo mismo... me recuerda a "Ciudadano Kane" cuando se hizo tenía esos largos travelings, esos planos imposibles desde TAN abajo, esa historia contada a trozos... pero si la vemos ahora, como espectadores del ahora no tiene nada de innovador... lo original se lo da el contexto, la época... estas nuevas generaciones... ¿pueden realmente poner a Alan Moore en el contexto y la época para apreciarlo como se merece?
No se, no se...
Una de esas reflexiones que se me pasan por la cabeza...

Jaume dijo...

Lo bueno de Watchmen es que se puede leer de muchas maneras temáticamente(superhéroes, ciencia-ficción, serie negra, crítica política, drama urbano...) por lo que creo que siempre habrá algo que llame la atención del nuevo lector que no había nacido cuando se publicó originariamente.
A mi, por ejemplo, me dice cosas distintas cada vez que la leo, pero está claro que el shock inicial que causó entre los que leíamos superhéroes cuando apareció no se puede reproducir a la misma escala actualmente. Pero claro, todos venimos de trasfondos distintos y respondemos al arte de maneras diferentes, incluso dependiendo de circunstancias tan pasajeras como el estado de ánimo, así que...
Lo de Ciudadano Kane... es cierto, los rupturistas, los que inician caminos, si estos son seguidos a veces son superados y olvidados por las generaciones posteriores. Para eso está el estudio crítico e histórico, para señalar que sin según que movimientos, creadores o obras, todo el desarrollo posterior no se hubiera dado.
En el caso de Watchmen, la fachada, la superficie oscura, la zona gris moral, lo sucio sí fue seguido, pero lo realmente importante, el alma (o almas) del cómic, no. Y a nivel formal, de lenguaje de cómic, pocos en el género de superhéroes aprendieron algo de Moore y Gibbons, aunque los que sí lo hicieron se cuentan entre los nuevos innovadores del medio.
Perdón, por la sábana ;) pero eso pasa por plantear temas interesantes ;)

Jaume dijo...

Por cierto, un ejemplo de cómic mainstream que no existiría de no ser por Watchmen, pero que al mismo tiempo tiene su propio espíritu y es una obra maestra: The Question.
Es un tebeo genial, que siempre se me olvida recomendar.

marguis dijo...

Vaya!!! otra para mi larga lista de cosas que tengo que leer!!!

Jaume dijo...

Cuando me la devuelvan, te la dejo. The Question es una de esas series que suelo tener de gira permanente para predicar las bondades del buen cómic ;)
Además, en uno de esos saltos mortales paradójicos motivados por la historia interna de la industria del cómic americano me descubro a mí mismo diciendo que sin Watchmen no existiría The Question, cuando sin The Question no existiría Watchmen ;) (ya que The Question es una versión actualizada del personaje antiguo del mismo nombre, que en principio debía coprotagonizar Watchmen junto a otros personajes de la editorial Charlton, pero que al final fueron descartados y obligaron a Moore a sustituirlos por personajes de creación propia, en este caso, Rorschach).

Millarfan dijo...

The Question fue de los pocos comics que me impactaron después de leer Watchmen al mismo nivel que lo hizo la obra de Moore.

En especial los doce primeros números.

Pero recuerdo un momento, que creo está al nivel de cuado Rorschach dice aquello de "No estoy encerrado...".

Esa historia en la que Question va camino de encarar al Predicador en el número 4 y el predicador le pide a Question que es lo quiere mientras Q. vienenél cantando "Oh Danny Boy". Y éste le contesta " A ti reverendo. Quiero verte rezar".

Es una Joya.

Jaume dijo...

The Question es una serie repleta de esos momentos y de diálogos que quedan para el recuerdo. Y de muchas preguntas que quedan sin respuesta.
Y creo que la serie mantiene el nivel más allá de la docena el final con historias como "Se todo lo que puedas ser" "El dilema plástico" y el final más absolutamente alucinante que haya tenido nunca una serie de superhéroes (junto con Watchmen), pero perfectamente coherente con las premisas del tebeo.

Jaume dijo...

Err... con lo anterior no quería contradecir TU experiencia personal con los primeros 12 números de la colección, sólo aclarar que a MI me parece que mantiene el nivel a lo largo de los 36 números. Lo digo porque después de releer mi respuesta veo que se interpreta como si discutiera tu opinión, lo que no es mi intención. Si te he ofendido, te canto Danny Boy y todo eso ;)

Millarfan dijo...

Supongo que me refiero a los primeros doce xque su publicación en España por Zinco nació como una maxiserie de doce números y creo que graficamnete estaba mucho más elaborada.

A partir de ahí el guión siguió al mismo nivel pero el dibujo fue paulatinamente bajando.

Sin desmerecer el trabajo de Dennis o´Neill en Batman u otras series,creo que aquí firmó su obra maestra dentro del género negro. Una obra que ha aguantado el paso del tiempo muy bien, sin olvidar el contexto social y político en el que se publicó.

Y qué me dices del episodio en el que Vic Sage compra Watchmen y se lo lee?

Cada vez que uno mira a los comics de los 80 y ve lo que ha hecho Didio con todos aquellos personajes de DC que protagonizaron tantas y tan buenas historias en esa década, más clara y patente se ve es la Incompetencia de este editor jefe.

Jaume dijo...

De acuerdo en lo del dibujo. Pero lo auténticamente horrible en el apartado gráfico es el episodio "dibujado" por Bill Wray. Urgh, el horror, el horror...
Yo sí desmerezco el resto del trabajo de O'Neil, creo que no tiene ni punto de comparación con The Question, basta ver su tratamiento de temas sociales en Green Lantern/Green Arrow y en la serie de Vic Sage para ver la diferencia entre unos y otros. Algún día tengo que volver a releer sus clásicos de los 60/70 porque nunca he tenido muy buena impresión de ellos, pese a que marcaran hitos en la historia superheróica yanqui.
Y el episodio de Watchmen nunca me ha llegado a hacer mucha gracia, tardé mucho en conseguirlo, y al final la espera creó unas expectativas que no se cumplieron cuando lo leí. Eso sí, la saga donde se enmarca (¿la de Sundance y el otro pistolero?) tiene una de las imágenes que más me gusta de la serie: cuando Question y Green Arrow se pasan la noche hablando con los asesinos, hablando sobre el bien y el mal.

Millarfan dijo...

Deberías/mos hacer un post sobre The Question de O´Neill y Cowan.

O tal vez deberíamos pedirle a Felipe que publicara como post el capítulo dedicado a la serie en el trabajo que hizo en la UIB.

Sería genial.

Felipe?

Jaume dijo...

It's done!
http://vishanti.blogspot.com/2006/06/question-casi-veinte-aos-despus.html
I'm glad to serve!

Unknown dijo...

¿Hay algo más pedante qué citar a Proust? :)

Jaume dijo...

Si tú supieras...

Jaume dijo...

Encima que enseño idiomas...