Ya se ha dicho hasta la saciedad. Una película de los 4F, debería haber sido la mejor película de superhéroes de la historia. El mejor guión, los actores más acertados, los mejores efectos. El no va más. Salir del cine sintiéndote feliz de haber visto buen cine, pero con respeto y admiración a la historia de la Primera Familia Marvel. Pero no. Así son las cosas.
Les salió bien a la primera y han vuelto a hacer lo mismo. No complicarse la vida. Invertir lo justo y necesario y a contar los dólares recaudados. Por no gastarse dinero, hay escenas en las que en vez de pintarle las canas al actor que hace de Reed, le han rapado las patillas al cero. Desternillante. Diálogos más superficiales y acartonados que los de Star Wars Episodio II. Los efectos de Mr. Fantástico en la pista de baile cantan de verdad. El Dr. Muerte no sé ni para qué sale, podrían haberse ahorrado el sueldo de McMahon y dejarlo en su armadura poniendo a un extra cualquiera. Lo único currado de verdad, es Silver Surfer. Parece que sea la presentación de un personaje para hacer una película sólo para él.
Y la guinda final. Si algo merecía ser bien representado, en su fastuosidad era la boda de Sue y Reed y no el vodevil de los últimos tres minutos. Un buen detalle hubiera sido que el cura fuera Stan Lee. Pero esta es la filosofía de Fox para la franquicia del cuarteto en el cine: película de palomitas de 90 minutos y que pasen los siguientes a la próxima sesión.
Gracias a Brad Bird, siempre nos quedarán “Los Increíbles”.
Les salió bien a la primera y han vuelto a hacer lo mismo. No complicarse la vida. Invertir lo justo y necesario y a contar los dólares recaudados. Por no gastarse dinero, hay escenas en las que en vez de pintarle las canas al actor que hace de Reed, le han rapado las patillas al cero. Desternillante. Diálogos más superficiales y acartonados que los de Star Wars Episodio II. Los efectos de Mr. Fantástico en la pista de baile cantan de verdad. El Dr. Muerte no sé ni para qué sale, podrían haberse ahorrado el sueldo de McMahon y dejarlo en su armadura poniendo a un extra cualquiera. Lo único currado de verdad, es Silver Surfer. Parece que sea la presentación de un personaje para hacer una película sólo para él.
Y la guinda final. Si algo merecía ser bien representado, en su fastuosidad era la boda de Sue y Reed y no el vodevil de los últimos tres minutos. Un buen detalle hubiera sido que el cura fuera Stan Lee. Pero esta es la filosofía de Fox para la franquicia del cuarteto en el cine: película de palomitas de 90 minutos y que pasen los siguientes a la próxima sesión.
Gracias a Brad Bird, siempre nos quedarán “Los Increíbles”.
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