Lo vi por primera vez de pequeño en aquella peli de Clint Eastwood, "Fuga de Alcatraz" interpretando al malvado alcaide y más recientemente hace unos años en "Braveheart", interpretando al rey Eduardo Longshanks.
Pero posiblemente, el papel por el que será recordado será el de Número Seis, un ex-espía que, tras dimitir ante su gobierno, es llevado prisionero a una isla para pasar el resto de sus días, pues el gobierno no puede permitir que se retire con todo lo que sabe y no le mata en agradecimiento a sus servicios. Allí se enfrentaría a su mayor reto: huir de la misma, descubrir la identidad de sus captores y no morir en el intento.
La serie era un spin off no declarado del anterior proyecto de McGohan, "Danger Man" ("Secret Agent" en los USA) donde daba vida a un espía del MI9. Si bien no ha envejecido muy bien, ha sido siempre una serie de culto, escritores como Warren Ellis y Grant Morrison son fans de la misma. McGohan tenía mucho carisma y la hizo suya desde el principio. También fue considerado para interpretar a James Bond antes de Sean Connery.
Me hubiera encantado verle hacer una pequeña aparición en la película que preparan los Nolan sobre la serie. Escucharemos al nuevo Numero Seis gritar "¡No soy un número! ¡Soy un hombre libre!". Pero no será lo mismo.
Descanse en paz, Sr. McGohan.
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