sábado, mayo 31, 2008
Thunderbolts de Ellis y Deodato
Quería esperar a que terminara la actual saga pero no me resisto a adelantar aquí mi opinión sobre el trabajo que Warren Ellis y Mike Deodato Jr. están realizando en la actual etapa de los Thunderbolts. El mérito es mayor si cabe si tenemos en cuenta que los personajes parecían haber caído en desgracia al habérseles metido en el lado de los "malos" de un invento tan grotesco como la Guerra Civil que sacude el Universo Marvel. El hecho de que el propósito inicial con el que nació la colección, de manos del gran Kurt Busiek, hace tiempo que dejara de tener vigencia, tampoco jugaba a su favor. Y por último, legar tan peligroso material a un prohombre tan subversivo como Warren Ellis hacía anticipar una serie que no iba a dejar indiferente, pero que en poco iba a recordar a los villanos reciclados en héroes que la convirtieran en una de los propuestas más intelectualmente estimulantes de la más bien acarajada editorial, junto los X-Men de Morrison y bueno, el etcétera que queráis poner.
Y sin embargo, Ellis ha logrado algo tan difícil como no dejar de ser el mismo y a la vez lograr que los Thunderbolts se parezcan más a sí mismos de lo que lo hacen la mayoria del resto de personajes amparados bajo el mismo sello editorial, cuyos autores parecen presa de una fiebre por hacer una versión Ultimate de nuestros héroes favoritos tanto si la palabra Ultimate sale en la portada como si no (ahí está la mencionada Guerra Civil como prueba). Resulta irónico que las versiones cinematográficas de Spider-Man, X-Men o la reciente Iron Man resulten más familiares al marvelómano que sus referentes en 2-D. Los Thunderbolts sin embargo, seguramente gracias a no tener que cargar con halo de mito moderno ya asociado a las creaciones de Stan Lee, seguramente permiten a sus diferentes creativos una mayor libertad a la hora de hacer evolucionar a los personajes.
Ellis retoma a los personajes que sobrevivieron a las sucesivas etapas de Busiek/Bagley y Nicieza/Zircher/Grummett, con sus crossovers, miniseries, y paréntesis absurdos (esos Nuevos Thunderbolts que hicieron levantar las cejas a más de uno). Y retoma asimismo el dilema moral de ser los buenos en un mundo en el que el Capitán América milita en la clandestinidad, mientras se enfrentan a héroes íntegros y de una pieza cuyo único delito ha sido no registrarse. Más allá de la evidente lectura política (porque Warren Ellis no da puntada sin hilo), el relato superheroico se despliega con la misma contundencia que su impecable discurso moral. Abundan las luchas y las explosiones en estos renovados Thunderbolts, pero también diálogos cargados de sentido y personajes atormentados: la narración del personal camino de autodestrucción de Penance es una de las más desasosegantes que leeréis en un cómic de vocación comercial este año.
A todo esto no es ajena la complicidad de Mike Deodato Jr. cuya excelente labor me ha hecho revisar su historial para averiguar cuanta genialidad suya me he perdido con anterioridad. Los guiones de Ellis podrían no haber llegado al lector de no haber mediado un ilustrador tan competente (ahí están los pobres dibujos de Bagley en la primera época de la serie para demostrar cuánto daño puede hacer un dibujante mediocre a una buena historia). La verdad, su estilo elaborado, su habilidad para los espacios y la acción, y sus atmosféricos claroscuros, más propios de personajes más sombríos como Batman, confieren a la serie buena parte de su razón de ser. Y su mérito se ve reforzado por la labor infame de sus sustitutos en los inevitables fill-in y episodios extra, que conmino desde aquí a evitar a toda costa (si dios hubiera querido que pagarais dinero por tebeos malos, no habría inventado el emule).
En definitiva, que si no lo habéis echado un vistazo, ya estáis tardando. Yo sin ir más lejos, es la única colección de Marvel que me hago. Ahí queda.
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3 comentarios:
Hombre, de los Thunderbolts poco poquito.
Bien podría haber sido una serie lanzada desde el número 1 con otro título.
De todo lo que he leído de Ellis hasta hoy, no recuerdo nada que pensase no había valido la pena su lectura. Hator disentirá profundamente conmigo.
Si sólo sigues esta serie de Marvel, te recomiendo Hulka de Slott, y Capitan America de Brubaker. No te decepcionarán.
A mi es que los villanos que van por ahí pegándoles tiros a la gente en las rodillas...
Leído. Y le disparo a la rodilla... por si acaso.
MTV
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