No era un hombre perfecto.
Sólo era un hombre.
Pero luchaba por lo que creía. Como diría mi apreciado Sam Seaborn por "Una idea que alumbra al Mundo desde hace 200 años."
Al final murió como muchos de aquellos que mueren por sus ideas, sin opción a defenderse y con un disparo a quemarropa.
Hasta aquel que en un tiempo fue su amigo y que al final se enfrentó a él en una particular "guerra civil" reconoció ante su cadáver que el coste de su vida, de la pérdida de su amistad, era demasiado alto.
Aunque ya no esté aquí, el Sueño permanece.
Y por eso podemos decirlo. Feliz 4 de Julio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario