Tengo que darle las gracias desde aquí al señor Brian Michael Bendis y a Mike Deodato por el placer que la lectura del primer arco argumental de esta serie me produjo ayer.
Por motivos que se explican en la maxiserie "Invasion Secreta", Norman Osborn es ahora el principal responsable de la defensa de EEUU, ocupando la baja/desaparición/despido de Tony Stark caído en desgracia por no haber hecho bien su trabajo desde la "Civil War". Es recomendable haber leído esta dos miniseries para entender mejor los acontecimientos de esta serie y de la futura "Siege".
La primera misión de Norman será la de crear una nueva formación de Vengadores de cara al público, icónicos, con rostros conocidos a los que nadie tema. Para ello no dudará en contratar (y disfrazar) a verdaderos super criminales sociópatas, psicópatas y homicidas. Vamos, lo que él mismo es. A ellos se sumará un "Poderoso" vengador y un "Nuevo" vengador respectivamente. Lo de "Nuevo y "Poderoso" va por lo del grupo de procedencia. Este primer arco narra la formación del grupo, la interacción, compenetración (nunca mejor utilizada esta expresión) y crecimiento como equipo, así como la conforntación de sus dos primeras grandes amenazas.
Para Bendis, lo importante no son las batallitas, sino los personajes, sus relaciones y su desarrollo. Resbala (y de qué manera) el enfrentamiento contra Morgana Lefay (Bendis no es Busiek) y sin embargo uno disfruta de los diálogos entre Norman y Víctor Von Muerte o la entrevista en TV de Norman emulando en palabras y pose al Presidente anterior de los EE UU (ya sabéis de quien hablo). Uno tiene la sensación de que puede ocurrir cualquier cosa. Estos villanos (¿nuevos heroes? ellos piensan que sí) caminan por la delgada línea que separa la locura y la cordura. Línea que no es sino el haz de luz que el Joker describió en su chiste de "La Broma Asesina". Da igual que la luz se apague o no, caerán al abismo.
El Reinado Oscuro ha comenzado.
