“Nos hicieron muchas promesas, pero sólo cumplieron una. Prometieron quitarnos nuestra tierra. Y nos la quitaron”
Nube Roja, de los sioux oglala
No soy un gran conocedor de la situación actual de los nativos americanos. Lo poco que he visto en las noticias o visto en algún documental de la TV por satélite.
En cuanto a películas de Hollywood que denuncian el genocido al que fueron sometidos, he visto “Soldado Azul”, “Bailando con Lobos”, y pronto espero poder ver “Bury My Heart at Wounded Knee”. Pocas más.
En el soberbio documental “Brando” supe que el activismo del actor por este pueblo fue mucho más allá de rechazar el Oscar por su interpretación en “El Padrino”. Y en “Los Soprano”, recuerdo un episodio en Tony y los suyos, se van a gastar algo de dinero a un casino regentado por indios.
Fue precisamente en la publicidad de Vertigo sobre la serie “Scalped” donde comparaban, la serie del mafioso de Nueva Jersey, con la serie escrita por Jason Aaron lo que me animó a darle una oportunidad.
Y no me ha defraudado en absoluto. De hecho, es uno de los comics más “perfectos” que recuerdo haber leído.
Tiene la dosis justa de acción e intriga. Los personajes están perfectamente caracterizados y los cliffhangers son brillantes. Buenos diálogos (aunque uno desearía que algunas expresiones del dialecto indio hubieran sido traducidas a pie de página) y género negro del bueno. Pero bueno de verdad. Desde el principio de “100 Balas” o “La huella del Crimen” no me quedaba tan absorbido por una serie de este género (no he leído “Criminal”, lo siento).
Dashiell “Caballo Terco” vuelve a la reserva india de la que huyó hace 15 años, llamada “Prairie Rose”cuando era apenas un crío. La vida no le ha tratado bien, y en su regreso, por unas circunstancias que prefiero no mencionar acaba convertido en una especie de agente del orden de la reserva, un chusquero, repartidor de leches al servicio del verdadero “jefe” indio que mueve todo el cotarro, Lincoln “Cuervo Rojo”.
Lincoln “Cuervo Rojo”, otrora antiguo activista por los derechos de los indios, junto con la madre de Dashiel, se ha convertido en el verdadero “Padrino” de “Prairie Rose”. Dirige todo el cotarro de drogas y alcohol, y sus mayores intereses se centran en el próximo casino que va a abrirse en la reserva. Su personaje es el exponente de aquel que creía en algo y ha realizado un viaje a la corrupción más patente, perdiendo en el camino el cariño (convertido en temor) de sus hermanos indios y el amor de su hija Carol, antigua novia de Dashiell, y que ahora desprecia a su padre con todo su ser.
El regreso a casa no es fácil, nada ni nadie es como era. Los reencuentros serán duros, violentos y llenos de reproches, gente que se quiere y necesita ahora se odia y se distancia, intentando ahogar su dolor en alcohol y drogas, para olvidar el glorioso pasado de la nación india y tiempos en que la vida fue mejor.
Las motivaciones de los personajes los hacen más interesantes página a página, y los flashbacks sucesivos a lo a largo del tomo nos alumbra sobre su pasado y nos lleva a nuevos e inesperados giros argumentales.
El dibujo de R.M. Guera, tiene un aire a Colin Wilson “sucio” pero le pega a la historia. Transmite el ambiente triste y derrotista que se vive en la reserva.
El tomo recopila los primeros cinco números de la serie regular abierta y con tres tomos recopilatorios. No podréis dejar de leerlos una vez empecéis.
Por mi parte, ya estoy buscando por la red qué más puedo encontrara de Jason Aaron.
En cuanto a películas de Hollywood que denuncian el genocido al que fueron sometidos, he visto “Soldado Azul”, “Bailando con Lobos”, y pronto espero poder ver “Bury My Heart at Wounded Knee”. Pocas más.
En el soberbio documental “Brando” supe que el activismo del actor por este pueblo fue mucho más allá de rechazar el Oscar por su interpretación en “El Padrino”. Y en “Los Soprano”, recuerdo un episodio en Tony y los suyos, se van a gastar algo de dinero a un casino regentado por indios.
Fue precisamente en la publicidad de Vertigo sobre la serie “Scalped” donde comparaban, la serie del mafioso de Nueva Jersey, con la serie escrita por Jason Aaron lo que me animó a darle una oportunidad.
Y no me ha defraudado en absoluto. De hecho, es uno de los comics más “perfectos” que recuerdo haber leído.
Tiene la dosis justa de acción e intriga. Los personajes están perfectamente caracterizados y los cliffhangers son brillantes. Buenos diálogos (aunque uno desearía que algunas expresiones del dialecto indio hubieran sido traducidas a pie de página) y género negro del bueno. Pero bueno de verdad. Desde el principio de “100 Balas” o “La huella del Crimen” no me quedaba tan absorbido por una serie de este género (no he leído “Criminal”, lo siento).
Dashiell “Caballo Terco” vuelve a la reserva india de la que huyó hace 15 años, llamada “Prairie Rose”cuando era apenas un crío. La vida no le ha tratado bien, y en su regreso, por unas circunstancias que prefiero no mencionar acaba convertido en una especie de agente del orden de la reserva, un chusquero, repartidor de leches al servicio del verdadero “jefe” indio que mueve todo el cotarro, Lincoln “Cuervo Rojo”.
Lincoln “Cuervo Rojo”, otrora antiguo activista por los derechos de los indios, junto con la madre de Dashiel, se ha convertido en el verdadero “Padrino” de “Prairie Rose”. Dirige todo el cotarro de drogas y alcohol, y sus mayores intereses se centran en el próximo casino que va a abrirse en la reserva. Su personaje es el exponente de aquel que creía en algo y ha realizado un viaje a la corrupción más patente, perdiendo en el camino el cariño (convertido en temor) de sus hermanos indios y el amor de su hija Carol, antigua novia de Dashiell, y que ahora desprecia a su padre con todo su ser.
El regreso a casa no es fácil, nada ni nadie es como era. Los reencuentros serán duros, violentos y llenos de reproches, gente que se quiere y necesita ahora se odia y se distancia, intentando ahogar su dolor en alcohol y drogas, para olvidar el glorioso pasado de la nación india y tiempos en que la vida fue mejor.
Las motivaciones de los personajes los hacen más interesantes página a página, y los flashbacks sucesivos a lo a largo del tomo nos alumbra sobre su pasado y nos lleva a nuevos e inesperados giros argumentales.
El dibujo de R.M. Guera, tiene un aire a Colin Wilson “sucio” pero le pega a la historia. Transmite el ambiente triste y derrotista que se vive en la reserva.
El tomo recopila los primeros cinco números de la serie regular abierta y con tres tomos recopilatorios. No podréis dejar de leerlos una vez empecéis.
Por mi parte, ya estoy buscando por la red qué más puedo encontrara de Jason Aaron.