Estamos en el año 1985. Un niño llamado Toby descubre en los comics una vía de escape al divorcio de sus padres (“cualquier problema de la vida podía resolverse en 24 páginas”). Un nuevo universo se abre ante él: Spider-man está saliendo con la Gata Negra, Hulk es inteligente, John Byrne está al mando de los 4F, Tormenta ha cambiado de peinado y actitud, hay una Miss Marvel negra y por si fuera poco, los héroes y villanos más importantes del Universo Marvel han sido trasladados a un planeta artificial por un ser llamado “Beyonder” y obligados a enfrentarse hasta que sólo quede en pie uno de los bandos en una batalla que se ha denominado “Secret Wars”.
Pero…¿y si el Universo Marvel existiera de verdad? Más aún ¿y si los villanos de ese Universo encontrasen una puerta al nuestro y decidieran cruzarla? ¿Quién se opondría a ellos? ¿Quién les impediría que tomasen el control de nuestro mundo o lo destruyesen?
En lo que a mi respecta, los años 80 fueron los mejores en cuanto a cultura popular: los comics, la música y el cine dieron verdaderas maravillas y obras maestras en sus diversos géneros.
¿Os acordáis de esas películas de los 80 como “Los Goonies”, “La Historia Interminable”, “Noche de Miedo”, “Aguila de Acero”, ”El vuelo del navegante” o “Juegos de Guerra” o “Starfighter”?
¿O aquellas películas de terror ochenteras memorables que nos dejaron como la saga de Freddy, o las inolvidables “La Niebla”, “La Cosa” o “Miedo Azul” en las que un terror de otro mundo entraba en el nuestro?
Eran películas algunas originales, otras basadas en libros en los que un joven o grupo de jóvenes cualquiera como tú o yo, se veían envueltos sin comerlo ni beberlo en un gran peligro que a la vez se constituía una amenaza para su vida, su familia, sus amigos, su barrio, su país en una conspiración interdimensional. El joven, con su esfuerzo y destreza no exenta de sufrimiento por el camino conseguía enfrentarse la amenaza y convertirse en un verdadero héroe.
Pues de esa premisa parte 1985.
Todos sabemos que hubo un antes y un después en el mundo del cómic americano en el año 1986. No hace falta expliquemos aquí lo que suspuso Watchmen y/o The Dark Knight Returns. 1985 abarca ese momento previo, pero con la oscuridad y realismo del final de esa década. Mención especial para Tommy Lee Edwards. Su trabajo aquí es una maravilla, y como curiosidad deciros que físicamente, él es el padre de Toby en el comic.
Ah, el comic está escrito por Mark Millar.
ResponderEliminarEsto pasa por escribir un post deprisa y corriendo.
Pues no se que quieres que te diga, el comic no lo he leido y que decir tiene que tenia ganas, lo que no sabia era que lo dibujaba el tal Tommy Lee Edwards, por que la verdad para mi es de los dibujantes mas vegos que existen (otro seria el que dibujaba la serie de Elektra en sus primeros numeros, que ni me acuerdo como se llama, solo se que la misma viñeta aparecia 4 veces (o mas) en una pagina)....no hace un solo personaje que no lo calque literalmente de bustos o estatuas que todo coleccionista que se precie conoce....a mi esta tecnica en su anterior trabajo (Bullet Point) ya me mosqueo bastante, pero es que aqui sigue haciendo lo mismo o peor.
ResponderEliminarSeñor thommy Lee es usted un perraco!;)
¿No te acuerdas del dibujante de los primeros números de Elektra? ¡Era Chuck Austen! ¿Cómo has podido olvidarte? (Chuck llora desconsolado en un rincón...)
ResponderEliminarEl dibujante idóneo para este proyecto hubiera sido Alex Ross. Aunque inicialmente Millar quería fotografías de gente real...
ResponderEliminar¿Para qué rescatar los 80? Con lo guapos que están en su ataud..
ResponderEliminar¿Alguien dijo por ahí atrás falta de ideas?
;)
Muy bien vista la afinidad emocional con esas pelis juveniles ochenteras que comentas, como Los Goonies o La Historia Interminable.
ResponderEliminarY precioso tebeo. Con uno de los mejores finales que recuerdo.
Por cierto, Lee Eduards hizo un maravilloso trabajo en un intento de relanzamiento de The Question allá por los dosmiles.
ResponderEliminarLos guiones de Rick Veitch eran un poco como mascar goma industrial, pero tenían cierta gracia.
Había olvidado que Edwards dibujó el Question de Veitch. Pero como fan del Question de los ochenta ver a Vic Sage convertido en un shaman urbano y en un asesino sin escrúpulos supongo que es suficiente motivo para que haya intentado olvidar todo lo referente a ese miniserie ;)
ResponderEliminar(Por cierto, me ha encantado lo de "como mascar goma industrial")