Majestic 1 y 2

Majestic 1 y 2 (Abnett, Lanning, Santacruz, Googe; Norma): Cómic de superhéroes típico y tópico, protagonizado por un trasunto de Superman perteneciente al universo Wildstorm y del que ya supimos en otras series (Wildcats, por ejemplo) con anterioridad a la adquisición de la suya propia.
En estos dos tomos que nos trae ahora Norma prima la acción sobre otras consideraciones; así y a título de ejemplo, la caracterización de los personajes acaba en un plano si no inexistente, sí que marginal.
Otro problema asociado es el inicio in media res de esta edición de Norma. El punto de partida se sitúa en medio de una saga en la que participan Superman y Erradicador, de forma que, a pesar de la retrospectiva del personaje que nos brindan desde la editorial, el lector puede encontrarse al principio un poco perdido. Sensación que se agrava si dicho lector no está familiarizado con el universo Wildstorm. Continuamente se hace referencia a conceptos de ese mundo cuando no hacen aparición personajes sin presentación alguna. Aún siendo un lector avezado y seguidor de esta línea superheroica, no tengo muy claro que lo que cuentan Abnett y Lanning le sea motivo de complicidad o que, ni mucho menos, llegue a emocionarle.
Por otro lado, el argumento no es, para nada, original. Los descuadres temporales son algo muy de andar por casa en este género, demasiado visto para que llegue a sorprender. Otro elemento que no dice mucho a favor del cómic es que nos presentan hechos que supuestamente deberían impactarnos por su magnitud pero cuya resolución en pocas páginas tira por tierra toda buena intención. Es más, casi todo se resuelve muy rápido; así, a poco que se apunte una línea argumental ésta acaba resolviéndose. Que no te lo crees, vamos. Luego, la acción peca ocasionalmente de incoherente, a lo que tendríamos que añadir que puede llegar incluso a aburrir.
En el lado positivo, un dibujo visualmente atractivo que intenta, aunque sin éxito, desviar la atención sobre las deficiencias argumentales del tebeo. Puestos a criticar incluso este aspecto favorable, el dibujante, Googe, podría mejorar un poco su narrativa. Sólo un poco. Aún así, hay que reconocer que sus lápices son muy bonitos.
En definitiva, un cómic para leer y olvidar.

Despedida y cierre para la SW turca

Con este post doy por finalizada la breve batalla casposa que libramos Voltorine y el servidor durante la semana pasada. Al respecto debo reconocer vencedor de la refriega a mi esforzado oponente.
Después de este post, y como reza el título, volvemos a la normalidad, con nuevas reseñas de cómics para todos los gustos. Las reseñas, quiero decir. Y los cómics también, faltaría más.
Pero deberéis permitirme una pequeña licencia antes del triste regreso. Doble, de hecho.
Primero, un homenaje castizo a la SW turca. ¿Acaso creíais que no se podía caer más bajo?
Segundo, un homenaje a Cüneyt Arkin, el actor protagonista de la SW turca. Más de doscientas setenta pelis a su espalda como actor, sin contar las que ha escrito y dirigido. Y doctor de medicina según algunas fuentes. Un portento que bien se merece este vídeo de Youtube.
Que lo disfrutéis. O no.





domingo, noviembre 26, 2006

Nueva star wars turca (reloaded)

¿Quién dijo que no se podían hacer remakes de pelis chungas, chungas?
Dunyayi Kurtaran Adamin Oglu es la nueva versión de Dunyayi Kurtaran Adam, la antigua SW turca con la que os he estado pegando la paliza a lo largo de esta semana. Más de lo mismo pero con más medios y con efectos especiales de primera.
Aquí tenéis el trailer:

Mas frikerio arañero 5 Finale

El final del episodio del Spidermarrulero turco vs. El Capitan America y El Santo. Y subtitulado en inglés (por un tio que se descojonaba de ellos).

sábado, noviembre 25, 2006

ETurko

Aqui lo teneis, lo que decia Hator. El puto ETERESTRE turco. Hoy no iba a subir nada mas pero no me he podido resistir,(antes de que vuelvan Rafa y Jaume y no nos dejen subir más cosas de estas).
Esas cosas que le salen de las partes bajas al E.T...

Los turcos también tuvieron su Star Wars (IV)

Hoy nuestro héroe de Dunyayi Kurtaran Adam, la Star Wars turca, se prepara para el combate definitivo. Y eso significa sacrificar su espada por un arma mejor, mucho mejor.


Mas frikerio arañero 4 Crossover

No se de donde es esto (puede que sea el spider-man turco) pero no tienen desperdicio alguno.
Aquí teneis el crossover que prepara Marvel para estas navidades. No os lo podeis perder.

El Capitan America y El Capitan Turkia VS. Spidermarrullero.



Que escena de persecución y pelea.



Este Spider es un marrullero de tres pares de narices.

viernes, noviembre 24, 2006

Los turcos también tuvieron su Star Wars (III)

La guerra con Voltorine continúa. Y a pesar de que me lo ha puesto muy difícil con su último post, ahí va un video más de Dunyayi Kurtaran Adam, la Star Wars turca.
¿Echábais en falta robots? Aquí tenéis la muerte de uno de los enemigos final de fase:


Spiderman maximum clonage

Este video no tiene desperdicio. Estos son los restos de la saga del clon de Spider-man. Que los disfruteis. Al menos Howard Mackie tuvo la decencia de no ponerlos en el tebeo.

Mas frikerio arañero 3

Ya que estamos con el Arañoso-man vamos con esta imagen de la serie Padre de Familia:

Me gusta más el Spider-japones

En la web Fantasymundo han colgado un video del nuevo Spider-man 3. Pero yo me sigo quedando con el Spider-japo que mola más y tiene más acción y villanos.
Aquí os dejo el video que colgaron.

jueves, noviembre 23, 2006

Mas frikerio arañero 2

Aqui una nueva entrega del Spider-nipon. Lo que yo me pregunto es... ¿Todos los episodios los rodaron en el puerto ?



Lo que opina el abuelete del Spiderman japones:

Los turcos también tuvieron su Star Wars (II)


Esto sí que es un entrenamiento. Riéte del de Luke con Yoda en Dagobah. Si es que estos turcos son la leche.

Voltorine, War Has Just Began. This is the Freakies' War.

Mas frikerio arañero

Como aquí el amigo del blog se pone a subir frikerio. He encontrado esto por el youtube, no se si en otros blog ya lo han subido. Pero por si acaso aqui lo teneis.



miércoles, noviembre 22, 2006

Los turcos también tuvieron su Star Wars I

Temblad mortales: The man who saves the world, Dunyayi Kurtaran Adam, o, simplemente, la peli turca de Star Wars, diferentes nombres para un mismo despropósito que pondrá a prueba vuestra cordura.

Hoy, la presentación, con un video del Youtube donde asistimos a las mejores escenas, retocadas y acompañadas de música tecno.

Como diría Marty McFly, Qué fuerte!

martes, noviembre 21, 2006

The Spirit de Frank Miller: el horror, el horror, el horror...




Esta mañana mirando Internet me encontré con esto y es uno de los mayores sustos que me he llevado en la vida, ya sé que exagero pero miradla y decidme que no notais que os clavan un puñal en el corazon. Como Miller haga la película a lo Sin City es para criticarlo a base de bien.

Spirit para quien no lo sepa es una creación de Will Eisner, fallecido en 2005 y es considerado uno de los grandes del cómic, apareció como suplemento de los domingos en periódicos de Estados Unidos con una historia de 8 páginas donde Eisner jugó y desarrolló la narrativa gráfica. La historia trata sobre el detective Denny Colt que es dado por muerto y enterrado pero resulta que está vivo y crea la identidad de Spirit para luchar contra el crimen. Duró hasta principios de los años 50 y Eisner, por lo que llevo leido, hacía una historia original cada semana (si señores/as, entregaba los trabajos y no se daba de gran estrella como los de ahora) y casi nunca repetía temas o historias, creando nuevas menos su período en la segunda guerra mundial que fué alistado y sus ayudantes pasaron a escribir la colección. Ha sido referente de muchos dibujantes y entre ellos de Miller.
No creo que vaya a ver la película a no ser que me aseguren, me juren y enseñen por escrito que Miller sólo ha pasado la estética, historia y ambientación del Spirit al celuloide de una manera fiel sin incluir elementos propios de Sin City como la violencia desproporcionada o que lo convierta en un personaje más sacado de su serie.

lunes, noviembre 20, 2006

La paloma y la jauría

La paloma y la jauría (Simon Hureau; La Cúpula): Por lo general, en nuestro día a día, no somos conscientes de gran parte de la realidad que nos rodea. Parte de ello se debe a nuestros medios informativos, poco receptivos a hacerse eco de lo que para ellos es información que no merece la pena ser emitida. ¿Acaso no estamos familiarizados con las imágenes de pobreza y marginalidad provenientes de países incluidos en esa desafortunada y artificial clasificación de “Tercer Mundo”, al tiempo que pasamos por alto, o quizás desconocemos, que esas mismas situaciones pueden darse dos barrios más allá de donde vivimos?
Este tema es el telón de fondo a la historia principal que hallamos en este cómic. Pero la voluntad del autor parece que va mucho más allá de plasmar una determinada situación social o económica. La paloma y la jauría es una historia de cómo la inocencia, la candidez pueden verse abocadas a la destrucción en un mundo hostil donde parece que no hay lugar para semejantes ¿virtudes?. Todo ello de la mano de su protagonista indiscutible, Colombe, una tierna jovencita cuya madre adoptiva le sugiere la posibilidad de que, a punto de asumir la mayoría de edad, vuelva con su familia natural, un grupo de un salvajismo y una crueldad sin igual. Un núcleo familiar que chocará una y otra vez con sus sueños y esperanzas relativos al amor y a la vida, una vida que apenas está empezando a conocer.
Un argumento que se desarrolla a la sombra de una desazón y un pesimismo evidentes que desembocan en un amargo, crudo final que a buen seguro no os dejará indiferentes.
Un argumento que se halla plasmado impecablemente, con un dibujo atractivo, un ritmo adecuado y una narrativa efectiva, características que conforman un cómic francamente recomendable.
¿Pero recomendable para quién? Leer las desgraciadas vicisitudes por las que pasa esta paloma equivale a echar una miradita al Vacío. No le miraremos directamente a los ojos, pero lo vislumbraremos. Y sentiremos horror y repugnancia. Horror ante el caos de la existencia, que a su vez debemos asociar a injusticia e indefensión. Y repugnancia hacia el género humano en su conjunto. Llamadlo pesimismo antropológico si queréis.
Después de esto la decisión queda en vuestras manos. Entenderé que optéis por los algodones de, no sé, pongamos Crisis de identidad (por cierto Jaime, ¿para cuándo el post?).

sábado, noviembre 18, 2006

Más Circo del Desaliento

Al hilo del anterior post he leído la reseña que del mismo cómic hiciera el compañero Hator. Lo anarroseo porque comparto su opinión al 100% o así:

El circo del desaliento (David Rubín; Astiberri): Recopilación de historias de extensión variable que giran en torno a unos mismos temas que, al parecer, son representativos de este autor. Y digo al parecer porque reconozco que no le conocía hasta haberme leído este cómic. Y ya de paso debo reconocer que el descubrimiento ha sido grato.
Las historias que nos cuenta Rubín cuentan con la extraordinaria capacidad de decirnos algo. Porque me resulta difícil leer alguna de las historias que contiene este tomo y quedarme tal cual. Y desconfiaría de quien me dijese lo contrario. Porque leer a Rubín es empaparse de tristeza, alegría, rabia y tantas otras emociones que inundan sus páginas.
Gran parte de responsabilidad en ello recae en sus personajes, perfectamente caracterizados y tan próximos que la identificación resulta prácticamente inevitable. Ellos son el vehículo, la voz para que Rubín nos haga llegar su persona y su estado de ánimo.
Si bien se trata de una recopilación de historias, está presente una simbología que aúna y da coherencia a la obra, al tiempo que constata la existencia de un universo unitario que no es otro que el del autor. Al respecto, destacar el elemento superheroico más clásico que Rubín utiliza de forma muy personal, ofreciéndonos una visión cuanto menos interesante acerca de la figura del héroe.A nivel gráfico destacar la expresividad del trazo de Rubín. Sencillo, anguloso, tremendamente efectivo, que se complementa con un exhaustivo conocimiento de la narración.
Para rematar, la edición de Astiberri está muy bien cuidada, como generalmente nos tiene acostumbrados, incluyéndose una introducción a cargo de Miguelanxo Prado y un epílogo de Carlos Portela que ayudan al lector a completar su visión acerca de la obra de Rubín.
Recomendable sin lugar a dudas.

viernes, noviembre 17, 2006

Primeras Impresiones: el Circo del Desaliento


Vale, en realidad, éste no es un post de análisis por somero que sea de la obra de David Rubín, sino uno de agradecimiento al mamón que en lugar de dejarlo en la "C" lo ha depositado alegremente en la sección de Taschen (cuatro estanterías más allá) en la librería.
Gracias, pequeño hijo de tu madre, porque este accidente me ha conducido a su lectura.
Me ha gustado.
Y para que lo sepáis, es, más o menos, de superhéroes.
Y de cosas mucho más importantes, claro.
Recomendado.

jueves, noviembre 16, 2006

Top Ten: los spin-offs

Es curioso que de estos dos proyectos derivados de la serie Top Ten, el más fiel a la misma sea éste:


Y no éste:


Aunque para hacer honor a la verdad, Moore no pretendía repetir lo que hizo de Top Ten una de las mejores (¿con Promethea?) series de su línea ABC Comics. A saber: decenas de personajes y varias tramas desarrollándose en paralelo, confluyendo todo en un desenlace conjunto más que satisfactorio (en lo que se podría denominar “el efecto Moore”, consistente, como ya debéis saber a estas alturas, en atar todos los cabos sueltos, por nimios que fueran o parecieran).
En contraste, aquí el autor firma un tebeo para pasar el rato, muy bien dibujado por Ha y que acaba siendo bastante poco “definitivo”, es decir, todo está revestido de más bien poca importancia y trascendencia, pese a contar un episodio en principio fundacional para la saga de Top Ten [No obstante, para mí, lo que lo hace flaquear realmente es la comparación con la serie madre: en un número de ésta pasaban más cosas que en esta miniserie de 4 ó 5 números reconvertida en novela gráfica. Pero, como ya digo, Moore no parecía pretender otra cosa distinta].
Di Filippo y Ordway, en cambio, hacen una imitación excelente del trabajo de Moore y Ha. A saber: muchos personajes, muchas tramas en paralelo... pero fallan en la resolución, demasiado precipitada y no todo lo bien trabajada que debería (el efecto Moore es difícil de conseguir).
Con todo, creo que en la comparación entre ambas los imitadores ganan por la mano a los creadores originales.
Con suerte, Norma las publicará ambas el año que viene.
Y reeditará Top Ten, que buena falta hace.

lunes, noviembre 13, 2006

Martillo de herejes: El peor Garth Ennis en la guerra civil española

Martillo de herejes (Juan Gómez, Agustín Alessio; Dolmen): ¿Sabéis cuando os dicen de una peli que es mala-mala y cuando váis a verla resulta que no es para tanto? Pues algo parecido me pasó con este cómic con la única salvedad que resultó peor, mucho peor de lo que me habían contado. De hecho hacía tiempo que no leía semejante despropósito tebeístico. Lo más divertido es que te pase esto cuando de este cómic había leído críticas de carácter positivo que, una vez completada la lectura, no dejan de desconcertarme y maravillarme.
Leemos en la introducción del tebeo, en un artículo firmado por el editor de Dolmen, Vicente García, que el principal objetivo del cómic es, independientemente de su ambientación, entretener. La guerra civil se convierte así en un pretexto para contarnos una historia. Curioso que, existiendo tantos temas inocuos donde poder elegir, se hayan decantado por uno que no sólo ha generado sino que todavía genera hoy en día un enconado enfrentamiento a varios niveles, siendo el político uno de ellos, como podemos observar de tanto en tanto en los noticiarios. Un tema que, después de todo, sigue ostentando un volumen de ventas para nada despreciable.Pero volvamos al tebeo.
El argumento posee una simpleza más que evidente: un convoy integrado por militantes comunistas y anarquistas llega a un pueblo nacional y se arma la de dios. Y en medio de la refriega asistiremos a la evolución de una historia de amor entre la hija del alcalde y un miembro de la CNT.
El problema viene al considerar la coherencia interna del argumento, aspecto deficitario hasta límites insospechados que obliga continuamente al lector a cuestionar lo que está leyendo.
Al respecto se debe tener en cuenta la nula caracterización de los personajes, que participa de la falta de coherencia general a la que acabo de aludir. Aquí se recurre a una serie de clichés, unos estereotipos que evidencian un maniqueísmo absoluto que, o bien es fruto de la ignorancia del guionista o bien es voluntario y consciente, como quizás se podría deducir de esa voluntad por no tratar las peculiaridades políticas o sociales del conflicto en aras de ese buscado entretenimiento expuesto en la introducción del cómic. Así, salvo contadas excepciones, da la sensación que el guionista ha asociado un discurso determinado a cada uno de los personajes, y parece que, por alguna ignota razón, tiene la urgente necesidad de repetirlo una y otra vez, hasta la saciedad, de lo que llega a derivarse un matiz cómico que viene a ahondar en esa incoherencia aludida que empapa todo el cómic. Puedo admitir que el límite que impone el tiempo hace imposible la evolución de los personajes, pero ello no es obstáculo alguno para que no se contemple una caracterización compleja, real, completamente inexistente a la práctica. O sea, los personajes son absolutamente planos y, por tanto, poco creíbles; característica que se pone especialmente de relieve porque sólo hacia el final uno de los personajes hace algo que no obedece a lo que se espera de él... o mejor, se esperaría, porque en realidad ese hecho que sorprende al lector, debería decir que pésimamente ejecutado, viene a despejar las sospechas que su extraño comportamiento hasta el momento podría haber suscitado en el lector.
Por otro lado está el humor. Porque en un cómic de la guerra civil puede haber humor, no? El problema es que Juan Gómez, el guionista, recuerda muy vagamente al irlandés Garth Ennis. Y no, no es un elogio. No lo es en tanto que se trata de un humor burdo, basto, gratuito, fácil y que parece hallarse a gusto cuando hay violencia de por medio. Un ejemplo de muestra:
Viñeta 1: Militante comunista, en una barricada :-¡Qué rápido se está nublando!
Viñeta 2: BOOM! Acaba de caerle un obús encima.
De todas formas, debo decir en su defensa que también encontramos momentos de un surrealismo al más puro estilo Monty Python. Como el ofrecido por la siguiente escena: Un grupo de nacionales lanzan un ataque sorpresa al despuntar el alba contra un monasterio donde se han atrincherado militantes comunistas y anarquistas. Y como buen ataque sorpresa se ponen a cantar el cara al sol a la carrera. Absurdo.
Todo aunado reporta un resultado caricaturesco y banal. Cierto que hoy en día el entretenimiento puede estar revestido de precisamente una banalidad manifiesta, pero por lo que a mí respecta el entretenimiento también puede participar de cierto componente inteligente del que carece, desafortunadamente, este cómic.
Pero ¿qué decir del dibujo? Agustín Alessio tira de documentación fotográfica, lo cual no es malo, por supuesto. Pero el poner rostros pertenecientes a actrices y actores famosos a los personajes de este cómic, desde mi punto de vista, viene a acentuar la incongruencia de todo este gran despropósito que es Martillo de herejes.
Pero no se queda ahí. Había leído en Banda deseñada lo siguiente: Con un dibujo adecuado a la historia y con unas composiciones de página que resultan brillantes por momentos. Y no sé, que no lo veo por ningún lado. Las composiciones son de lo más normalito, clásicas diría yo, sin experimentación alguna que avale esa presunta e inexistente brillantez. Y por lo que a mí respecta, un boceto de soldados sin rostro no me parece lo más adecuado ni para este cómic ni para ninguno. De hecho destaca la economía del dibujo, la práctica inexistencia de fondos y una confusa forma de narrar que se pone en evidencia a poco de comenzar el tebeo, aspectos estos bastante objetivos si los enfrento a lo que me ha parecido que es un cómic visualmente poco atractivo y que parece haberse llevado a término precipitadamente o, al menos, en muy poco tiempo.
En resumidas cuentas, mucho empaque para un producto banal que parece querer explotar, en mi opinión, el jugoso tema de la guerra civil que, recordemos, sólo es un pretexto para contar una historia, tarea en la que tanto guionista como dibujante suspenden claramente.

viernes, noviembre 10, 2006

Off-topic: mi regalo

Anoche, Jaume me sorprendió con un estupendo regalo.
La pregunta del millón para todos los habituales (los que estábais presentes os abstenéis) es... ¿qué me regaló?
Una pista: los habituales lo acertarán a la primera.

Hay que leer: Jason

Los dos cómics que Jason ha visto publicados hasta ahora en España validan aquel dicho (que odio profundamente) de “sólo por esa escena vale la pena todo el tebeo”.

Éste es uno:


Contiene una de las escenas de terror más impactante que haya leído, visto u oído nunca. Que además te la veas venir desde dos páginas antes y te cause el mismo impacto es un testamento a las habilidades del autor. Es fácil reconocer la escena. Es la que da título a la obra. Si no sientes nada, estás muerto.

Y éste, el otro:



La escena del puente al final de la primera historia. La desolación, la esperanza y la frustración vital, todo ello conseguido sin palabras, con un montaje magistral para dar a entender en una sola viñeta más de lo que han conseguido decir otros historietistas en las miles de páginas que componen su carrera.
Y si esto no es suficiente para picaros la curiosidad, más vale que no siga hablando.

miércoles, noviembre 08, 2006

Mary Jane Marvel Style

Mary Jane Marvel Style 1-2 (Sean McKeever, Takeshi Miyazawa,; Panini): Probablemente os preguntéis qué me mueve a leerme algo así. ¿Qué puedo decir en mi defensa? Me gustan las pelirrojas, qué le voy a hacer. Dios me castigó con ese antojo.
Pero bueno, lo cierto es que me aproximé a estos cómics como si de un shojo (cómic japonés para chicas) se tratara, clasificación que curiosamente hace servir Julián M. Clemente en un artículo que incluye el segundo número. Y sí, bastante de eso tiene. Sólo que los shojos que he leído, no todos eso sí, poseen la peculiaridad de que cualquier chica que se acerque a ellos podrá verse identificada o implicada, en mayor o menor medida, en la historia que se le cuenta, cuando lo que nos proponen estas dos miniseries con Mary Jane como prota... bueno, digamos que es harina de otro costal.
Me explicaré: Para empezar, ambas historias acaban por hacerse aburridas y paradójicamente lo mejor de ellas son los momentos en que nuestro trepamuros favorito asoma la jeta. De hecho, la primera aparición de Spidey protagoniza un gag realmente hilarante con el que me estuve riendo un buen rato. Desafortunadamente fue la excepción a un cómic de ritmo leeeeento, donde constantemente tenemos a los mismos protagonistas, básicamente cuatro, en torno a los cuales gira toda la acción del tebeo. El tono es desenfadado, juvenil, respaldado por un estilo de dibujo que recuerda al manga, lo cual no es malo, pero no sé cómo pero lo cierto es que no se sabe sacar partido de este elemento. Para colmo, ante nosotros se desarrollan los ya manidos tópicos de high school estadounidense, aplicados tanto a situaciones como a personajes. Para que nos entendamos, Sensación de vivir pero con un superhéroe que de tanto en tanto se deja ver y que como ya os he dicho es lo mejor de un cómic que precisamente no va de eso.
En el lado positivo, alguna sorpresa ocasional que anima momentáneamente la historia pero que, como el resto, acaba por aburrir al personal.
El resultado, un cómic que quizás pretenda atraer a un público diferente al habitual usando fórmulas supuestamente atractivas y que, desafortunadamente, no sólo no convence sino que acaba sumiendo en un irresistible sopor al osado lector que se atreva con su lectura. Una lástima. Tigres, olvidaos de que os toque el premio gordo leyendo estos tebeos.

martes, noviembre 07, 2006

Traducciones Imposibles: ¿Qué pasa?

Cómo está el patio, amiguitos, que incluso la lectura de algo como Lobezno: Saudade induce a la reflexión. Vale, no a la reflexión sobre el cómic en sí (reseña ultracorta: número de relleno malo revestido de apariencia de novela gráfica. Olvidable), sino a la que me produce leer su contraportada. En ella se nos indica que los autores son colaboradores en la serie “Sillage”. ¿Sillage? ¿De qué me suena...? Espera. Estela es Sillage, una serie que Norma lleva publicando en España desde hace casi dos años. ¿Por qué no ponen Estela? ¿No quieren hacer propaganda a productos de otra editorial? ¿O es que ni siquiera saben lo que es “Sillage”?
Claro que... ¿qué puedes esperar de una editorial que, probablemente, no conozca ni sus propios productos? Si no, ¿cómo explicar que te compres un tebeo titulado Supreme Power Presenta Nighthawk y dentro te cuenten las aventuras de un tal Halcón Nocturno?
(Y para dar más risa, en la introducción al tomo te informan que NO han traducido los nombre del Supreme Power para distinguirlos del Escuadrón Supremo del universo Marvel tradicional)
Pero el premio “Ahora traduzco, ahora no” se lo llevan sin duda los amigos planetoides con su esquizofrénica labor con los nombres de los personajes del Universo DC, tema ya suficientemente tratado en la blogosfera como para que yo vuelva a darle vueltas aquí y ahora.
Sólo decir que espero con ansia su edición de lujo de El Regreso de Urban Legend y su aún más legendaria continuación El Contraataque de Urban Legend.
Excelsior!

Primeras Impresiones: Larcenet y Pekar

Con Larcenet y Pekar me ha pasado lo mismo. Me han convencido y no importa qué tebeo suyo lea. Me gustan todos.

Larcenet no me entró a la primera. La lectura de su primer Combates Cotidianos no me dijo nada. Estaba bien, resultaba agradable, pero... Al releerlo le encontré más miga y el segundo álbum me gustó mucho, un cómic emotivo y... cotidiano, al estilo del Taniguchi del Almanaque de mi Padre. Espero que el tercer tomo continúe con este ritmo ascendente.
El Retorno a la Tierra es divertido (guionista: Jean-Yves Ferri) y tiene algunos puntos de conexión con los Combates, pero donde te ríes de verdad es con su serie de Aventuras Rocambolescas: Sigmund Freud en el Oeste Americano, Van Gogh en la Primera Guerra Mundial, ¿qué más se puede pedir?
(Por comparación su Casi... es inferior, aunque no malo y merece echarle un vistazo)

Pekar me atrapó más fácilmente, aunque por una vía inesperada. Después de ver American Splendor (¡Sí! ¡Una película basada en un cómic que consigue que leas un tebeo!) estaba enganchado sin entender muy bien porqué. Un tío que te cuenta su vida. Y punto. Sin transformar ni adaptar la realidad de forma dramática para respetar las convenciones narrativas de la historieta. Este enfoque es mucho más complicado de aceptar que el de, por ejemplo, Larcenet, que pese a escribir cómics con apuntes autobiográficos, aquellos son más “tradicionales” desde el punto de vista de su realización. Es decir, planteamiento, nudo y desenlace. Pekar es bastante más heavy. Te cuenta sus anécdotas vitales a palo seco. Si te gustan bien. Si no, lo siento. Es más difícil entrar en su juego, pero si lo haces disfrutarás de obras como American Splendor (Obras Completas de Crumb nº 12) y El Derrotista, lamentablemente lo único suyo que se ha publicado aquí.
Esperemos que esto sólo sea el principio.
En ambos casos.

lunes, noviembre 06, 2006

No Sólo Cómics: Carta a Chris Carter

NO LEAS ESTE POST SI NO HAS VISTO EXPEDIENTE-X O SI TE LLAMAS HATOR
¡SPOILERS A TOPE!


Querido Chris:
No me conoces. Soy un amiguito tuyo de España que recientemente ha concluido el visionado de Expediente-X, la serie de televisión que creaste hace ya unos años y que durante un tiempo fue la única que veía y disfrutaba.
Estaba con ella contra viento y marea, he visto dos o tres veces incluso alguno de los episodios más malos (muchos de los cuales, me entristece decirlo, firmaste tú) y siempre he tenido la esperanza de que la conclusión de tu proyecto hiciera olvidar las innumerables inconsistencias del mismo.
Por desgracia, ayer pude comprobar que no ha sido así. El pistoletazo de salida fue un episodio con Burt Reynolds como protagonista. Ya sabes cuál. Tú lo “escribiste”. Tú lo “dirigiste”. Es uno de esos en los que la gente canta y baila y no sabes si es para que rías o para que llores. Yo lloré. Y mucho. Tenía ganas de pegarte. Pero aún así seguí viendo tu serie. Ya sólo me quedaban cuatro capítulos para acabar. Ya había consumido nueve temporadas desiguales. Ya me había tragado casi 150 horas de tu creación. Tenía que seguir. Y lo hice.
Y tu episodio había sido malo, pero no me preparó para lo que vino a continuación.
Nada, absolutamente nada podía hacerlo.
Los Tiradores Solitarios. Los matáis. De forma estéril. Aséptica. Patética. Aburrida. Tanto que no podía creérmelo. “No puede ser verdad. Esto no puede estar pasando. No pueden matar a personajes que llevan ahí desde el principio con la misma monotonía con la que Scully realiza una autopsia”.
Pero sí. Así fue.
Funeral. Y adios. Mulder ni siquiera aparece en el episodio. Mulder ni siquiera hace referencia a su muerte en el siguiente episodio que protagoniza. Ni los llora, ni los despide, ni nada... de nada... de nada.
Esto no puede estar pasando.
Pero sí.
Y el siguiente es el hijo de Scully y Mulder. Tenías prisa por resolver los cabos sueltos, ¿verdad? El hijo de Mulder y Scully. Qué importante era para lo que yo llamo la Trama de la serie y lo que tú y los caraduras que trabajaban contigo llamábais la Mitología de la serie. Tan importante que le inyectan algo, deja de ser extraterrestre y se le entrega a unos padres adoptivos.
Y ya está.
Adios, William.
Que te vaya bonito.
¿Y qué decir de la resolución del asesinato del hijo de Dogget? Tienes razón. Mejor no decir nada en absoluto.
Ni tampoco del penúltimo capítulo, un episodio de relleno que hubieras podido emitir tal cual en la primera temporada, obviando la aparición de Reyes y Dogget. No es que fuera malo, estaba bien, pero a un solo episodio de concluir la serie, ¿a quién coño le importa un psíquico haciendo de las suyas?
(Perdona mi vocabulario, Chris. Te prometo que cuando acabe de redactar esta misiva me enjabonaré la boca con aceite negro).
Y por fin, el final.
El Final.
El Gran Final.
La Verdad se titula. Después de tanto tiempo llega la Traca Final. Y pese a las suspicacias que habías despertado en mí con los episodios que he mencionado, la cosa no pinta nada, nada mal. “Dios, habrá una conclusión satisfactoria. Closure at last?”
Mulder reaparece. Se infiltra en una base militar secreta y descubre que el 22 de Diciembre de 2012 es la fecha del Final del Juego, el momento en que comenzará la Invasión alienígena de la Tierra. A Mulder lo atrapan, lo juzgan y por el tribunal pasan casi todos los personajes importantes que han ido apareciendo a lo largo de Expediente-X (todos, claro está, excepto los Tiradores Solitarios. Al parecer SÍ habían muerto. Increíble). No importa que, como siempre, la mayoría de cosas que suceden no tengan el menor sentido. Da igual. Está bien. Todo apunta hacia la revelación final. La Gran Revelación Final, esa Verdad que Mulder no quiere compartir ni con Scully. Y no lo hace hasta que el Fumador, otro personaje del que se habían deshecho de forma estúpida (¿le tiras por unas escaleras y no le rematas con una bala entre ceja y ceja? Eres una mierda de asesino, Krycek), reaparece para la Gran Traca Final. Dios, qué acojone, qué será, cuál es la Gran Sorpresa Final que me espera al cabo de tan largo viaje.
El Fumador comienza a relatar la historia de terror que según él ha asustado a todos los presidentes de EUA desde Truman en el 47. El 22 de Diciembre de 2012 comenzará la invasión alienígena. Los mayas lo sabían (aunque no sé muy bien porqué, pero qué más da, esto es Expediente-X, todo, hasta la lógica más básica, es inaplicable). Guai, guai, me froto las manos, esto va muy, pero que muy bien. ¿Cómo sigue la historia de terror, Fumador?
-Ya está.
-¿Cómo que YA está?
-Sí, sí, ya está. La Verdad es que habrá una Invasión alienígena el 22 de Diciembre de 2012.
-¿Cómo? ¿Qué cojones me estás contando?
-La Verdad es lo que habéis visto Mulder y todos los espectadores hace casi dos horas. La fecha en la que se iniciará la Invasión.
-Vale, pero eso ya lo sabía. ¿Cuál es la Verdad que Mulder ocultaba a Scully?
-Ésa que te acabo de contar: que habrá una Invasión alienígena. ¿No te lo esperabas?
-¿Qué no me lo esperabas? ¿Qué la Verdad es algo que se sabe desde hace siete temporadas? ¿Me estás vacilando? ¿No es de esto de lo que va la puta serie? ¿De acabar con la Conspiración? ¿De evitar la Colonización?
-Tú mismo. Mira, sólo quedan diez minutos para que acabemos.
-Pero... pero en diez minutos no podréis idear una estrategia para acabar con los aliens... ¡y la serie se acaba ya!
-Te lo dije.
Y tenía razón.
Era una historia de terror.
Te ODIO Chris Carter.
Te odio MUCHO.

Un amiguito de España.

Hay que leer: Paul va a trabajar este verano

Hay tebeos a los que por circunstancias personales es imposible analizar en cuanto tales. Infinite Crisis, por ejemplo, me produce unas sensaciones tan profundas y radicales por lo que representa que me importa un bledo si está bien escrito, mal dibujado o entintado por mi madre en un día malo.
Con Paul va a trabajar este verano me sucede lo mismo, aunque por razones completamente opuestas. Me parece un gran cómic, pero para mí es, como los Invisibles, principalmente un objeto mágico. Durante su lectura no podía dejar de pensar: ¿este tebeo lo he hecho yo? ¿Lo ha escrito un doble mío en un universo alternativo? (Todo esto, evidentemente, si mi doble o yo supiéramos escribir y dibujar como Michel Rabagliati) Así que, ¿cómo analizas una obra que parece ha salido de tus propias vivencias personales, una obra que te hace desear no haber sido un vago toda la vida y haberla firmado antes de que lo hiciera su autor?
La respuesta es sencilla: no la analizas. Le agradeces a Rabagliati lo que ha hecho por ti, por poner sobre el papel tus propias experiencias y seguidamente recomiendas su trabajo a todo el que quiera leer un buen tebeo, especialmente a todos aquellos que alguna vez hayan ejercido de monitor de tiempo libre para chavales. Se sentirán identificados. Os sentiréis identificados.
Igual, igual que con Infinite Crisis.
Gracias, Michel.

Green Arrow "especial"

Green Arrow Especial (Winick, Hester, Parks; Planeta): Por fin vemos publicada la continuación de la serie regular del personaje que ya iniciara Norma en su momento, por mucho que leamos Especial en la portada (¿de quién de Planeta fue la genial idea?).
Aunque el cómic incluye los tres números siguientes al tomo Los muros de la ciudad, lo cierto es que puede leerse de forma independiente gracias al resumen de dos páginas con que se abre y que nos pone en situación de lo ocurrido recientemente en Star City.
Lo cierto es que la lectura de esta nueva entrega de las aventuras del arquero verde me ha dejado un poco indiferente. La historia es de lo más normalita, con Oliver intentando mantener a raya a un nuevo hampón que se ha ido apropiando de territorios en la ciudad a costa de eliminar a posibles rivales y cuya ambición parece no conocer límites.
A esta línea argumental principal se le unen los problemas de conciencia que le ha supuesto a nuestro héroe el hecho de que Mia, una adolescente de problemático origen a quien había acogido bajo su protección, haya matado por defender la ciudad de una amenaza previa: Sangre en las manos de una inocente, y todo por su culpa. Una carga que necesariamente afectará al arquero y que repercutirá en su relación con Canario Negro.
Precisamente es esta subtrama, cuya potencialidad Winick no sólo no la explota sino que la despacha en unas pocas páginas sin llegar a convencer, la que le da el toque de gracia a un tebeo regulero y tirando a soso.
En fin, sólo para completistas del arquero de DC.

sábado, noviembre 04, 2006

Primeras Impresiones: Seven Soldiers of Victory

Con Morrison me pasa lo mismo que con Moore.
Ambos autores han producido tal cantidad de páginas para simplemente ganarse las habichuelas que a veces se te olvida el porqué de su merecida fama y porqué te gustaba tanto su obra. Entonces lees o relees alguno de sus mejores trabajos y lo recuerdas. Por desgracia ni uno ni otro (especialmente el barbudo) se suelen prodigar en demasía últimamente en cómics que les interesen especialmente como para conseguir brindarnos una nueva obra maestra.
En el caso que nos ocupa, Morrison ha firmado obras impresionantes como Animal Man, que servía como preludio de su excepcional Doom Patrol y ésta como apunte de lo que sería para mí su mejor obra, los Invisibles, uno de los mejores tebeos (de ficción o no ficción) que se hayan escrito jamás. Tras su finalización, lamentablemente, han seguido otras series de menor empaque (excepción hecha de la excelente The Filth, el cómic más cargado de ocurrencias y detalles por viñeta cuadrada que he leído en los últimos años, donde Chris Weston se hace imprescindible para dar a luz las visiones de Grant), por lo que hemos podido ver obras como:
-Unos New X-Men que empezaban muy bien, perdían fuerza casi enseguida, se deslizaban de forma penosa por el lodazal de la mediocridad y se estampaban finalmente en la línea de meta con alguna de las sagas más patéticas en la historia de la Marvel (que ya es decir).
-Una parida como Vimanarama, con dibujos bonitos y poco (¿nada?) más.
-El experimento WE3, donde Quitely eleva a la categoría de joya historietística un argumento nimio y olvidable.
-Un Seaguy irregular, soso y donde sólo brilla Cameron Stewart, lo que ya es, por lo menos, algo.
Así las cosas, esperaba ver en los Seven Soldiers of Victory al Morrison creativo y alucinante de sus obras más personales e interesantes, a juzgar por el bombo y platillo que él mismo daba al proyecto en las entrevistas promocionales (cosa que ya había resultado contraproducente anteriormente, como en sus Cuatro Fantásticos con Jay Lee, que presumiblemente iban a reinventar la rueda con la Primera Familia y después se quedaron en dos ideas novedosas en el tratamiento de personajes y en una historia típica y tópica de los 4F). Y ambicioso lo es. Y un rato largo, además.
Seven Soldiers pretende desarrollar una historia de conjunto en base a 7 miniseries de 4 números cada una, precedidas por un prólogo a la saga y un epílogo que la concluye. Morrison, por lo visto en los tres recopilatorios aparecidos hasta la fecha (queda por publicarse el cuarto y último), consigue su propósito de historia modular: cada número de cada serie se entiende independientemente del resto; cada miniserie se puede leer sin necesidad de acercarse a las otras y no obstante ello todas desarrollan partes de una misma epopeya. Sin embargo, el resultado no es todo lo espectacular que debería. El argumento de fondo es la consabida lucha entre el bien y el mal y los mejores episodios son meramente entretenidos, combinándose con números en los que no pasa nada y, lo que es peor, miniseries enteras en las que tampoco. Frente a las cuatro ideas curiosas marca de fábrica del autor lo que impera es una irregularidad que empaña y mucho el resultado global del cómic.
Seguiremos esperando la conclusión del mismo.
Y creo que, también, al mejor Morrison.

viernes, noviembre 03, 2006

Importante: X-Men 3

Ya ha salido a la venta.
Que lo sepáis.

Nosotros somos los Muertos Vivientes

Lo que más me ha sorprendido de esta obra ha sido el inesperado enfoque cotidiano y costumbrista que Kirkman ha adoptado para narrar las desventuras de los protagonistas en un mundo asolado por los zombies.
A diferencia de otras series con un planteamiento similar, como Y el Último Hombre, aquí el guionista abandona toda espectacularidad y efectismo, centrándose en una visión más realista, menos peliculera, de la horrible situación que retrata. Los personajes son buena muestra de ello: en lugar de ser escapistas, científicos, monos o senadoras nos encontramos con personas corrientes y molientes. Tus vecinos. Tú mismo.
El tebeo es muy entretenido, sus dibujantes no son estrellas del firmamento historietístico, pero sus estilos encajan a la perfección con el estilo de la serie (la única pega: a veces los personajes femeninos jóvenes que no tienen el pelo negro se confunden entre ellos).
En su debe: Kirkman es un escritor de diálogos muy, muy planos, todos sus personajes hablan igual (aún teniendo personalidades diferenciadas todos ellos) y hacia el tercer tomo comienza a desbordarle la verborrea empleando el doble o el triple del texto necesario para transmitir los pensamientos e ideas de los protagonistas, lo que hace que progresivamente estos Muertos Vivientes se hagan pesaditos de leer, pese al evidente interés de su desarrollo.
Con todo, el mejor tebeo de zombies que puedes encontrar ahora mismo en el mercado español.
Evita el resto.

Sorpresa: Supreme Power Nighthawk

Lo de la sorpresa no deriva del tebeo en sí, ya que no es precisamente una maravilla, sino por el hecho de que yo lo haya leído. Después de soportar los doce primeros números del pastiche Miracle Man/Rising Stars que es Supreme Power y ver que lo poco que cuenta lo hubiera podido contar en uno solo me prometí no volver a leer ni la serie ni nada relacionado con ella.
Pero tenía un cuarto de hora muerto en el trabajo y un cuarto de hora es precisamente lo que tardé en leerlo. Y es un trabajo eficaz y competente que consigue algo difícil: que la lectura dure lo que debe durar, ni un minuto más ni uno menos. A mi me molesta perder una hora leyendo un cómic que se podría contar igual de bien o mejor en 20 minutos o ver una película de dos horas cuyo argumento se puede despachar en un episodio de una serie televisiva que dure una hora (anuncios incluidos).
Además de esta apreciación personal tan iluminadora que hará que vuestra vida cambie por completo, poco más que añadir: un Dillon tan buen narrador como siempre, un Way que imita al mejor Ennis (el que sabe estructurar, dialogar y contar una historia de forma entretenida) y aunque al principio el tono palabrotero y sádico del cómic choca un poco, acaba siendo coherente con el tono general del mismo.
Después de todo hablamos de un tebeo protagonizado por un Punisher racista, así que...

jueves, noviembre 02, 2006

Bone: un hueso fácil de roer

Bone es un caramelo.
Empiezas a chuparlo, a darle vueltas en la boca y la verdad es que sabe muy bien. Pero poco a poco, a la larga, el dulce va perdiendo su sabor, pese a que siga siendo satisfactorio seguir lamiéndolo hasta su conclusión. Cuando ésta llega no queda en ti más que una ligera impresión dulzona, que como todas las que producen las chucherías no tardará en desaparecer. Y rápido.
Bone es un engaño.
Tiene un comienzo prometedor, es divertido, está muy bien dibujado y ofrece la esperanza de convertirse en una épica fantástica de las buenas, pero todo ello, por desgracia, no acaba conduciendo a ningún lado. A menos que volver al punto de partida sin que prácticamente haya cambiado nada sea algo digno de encomio.
El problema principal de Jeff Smith, a mi juicio, es que intenta a darle a Bone una dimensión demasiado apocalíptica que no se corresponde para nada con el desarrollo de la peripecia argumental ni con su envoltorio (es decir: “¿1000 páginas para esto? Uau, tienen que pasar mogollón de cosas y super importantes, además.” “Uh, no”). Para empezar, una amenaza similar a la de Sauron en el Señor de los Anillos se extiende en el mundo de Bone, con sus Círculos Fantasma, Mostrorratas y toda la pesca, todo ello muy, pero que muy acojonante, incluyendo un villano caracterizado de puta madre, con los bocadillos de texto saliéndole temblorosos por debajo de su capucha. Uno podría esperar que los buenos superaran estos obstáculos al final de la epopeya, pero, siendo sinceros, ¿podía esperarse que lo consiguieran sin ser mínimamente afectados, física o psicológicamente, por la contienda? ¿Recordáis el final de la obra de Tolkien, cuando los hobbits están de regreso en La Comarca, pensando en todo lo que ha cambiado en ellos después de todo lo que han pasado? En Bone no hay nada de eso. La obra comienza con los Bones huyendo de Boneville y acaba con ellos regresando a ella, sus personalidades intactas, en un bucle que encierra una nada argumental muy bonita de observar.
Se dan muchas manifestaciones de lo dicho durante la serie, que juegan en contra de la supuesta trascendentalidad de los hechos que en ella se narran, haciendo que no te creas nada de lo que está pasando: las mostrorratas son terribles, terribles, pero ¿cuánta gente se comen durante la historia?; ¿cuánta gente muere en los horribles sucesos que se desarrollan?; lo que sucede es extremadamente importante, pero ¿por qué hay algún que otro tomo en el que lo único que ocurre es que los personajes entran en un bosque y... al final... salen... por el... otro lado, sin que nada de lo que haya pasado en su interior tenga repercusión alguna?
Pienso que la causa de lo comentado es la mezcla de humor y aventura que se pretende en la serie y que Smith consigue de forma brillante en su inicio, pero que después se hace imposible de equilibrar y no por que él no sea capaz de hacerlo (ya digo que es admirable como pasa de un registro a otro), sino porque cuando llega el momento de juntar humor con horror, muerte y destrucción el objetivo per se es imposible, por lo que se debe renunciar a uno u otro, y lo que el autor decide es limar los dientes a la maldad para que se pueda seguir haciendo cachondeo en sus proximidades lo que desacredita la supuesta infalibilidad que se había ido atribuyendo a los malos.
Para rematar la jugada existen multitud de posibilidades argumentales, típicas del género de fantasía, que se desarrollan de forma tan parca o inexistente que uno llega a preguntarse el porqué de su inclusión en el cómic (y desde luego no es que Smith no tuviera páginas, páginas y más páginas para explotarlas). Como ejemplo más flagrante el personaje de Thorn. ¿Qué importancia tiene que sus padres fueran monarcas para la resolución del conflicto? ¿Aporta algo que ella sea la legítima heredera del trono del Reino? Si este personaje no apareciese en la serie ¿cambiaría realmente algo? Y el amago de romance con Fone Bone, que se queda prendado de ella en cuanto la ve, ¿para qué? ¿Para no hacer referencia al mismo en toda la historia?
Hay otros ejemplos, pero tampoco quiero seguir con esta diatriba, ya que Bone tampoco merece una crítica tan agria como ésta. Tiene muchos puntos a su favor, ya mencionados, pero da rabia, mucha rabia, pensar en lo que Smith hubiera podido conseguir, historietísticamente hablando, con este Bone si hubiera explotado el potencial de todas sus ideas y argumentos y el de sus evidentes talentos como autor de cómics.
Así que en un balance final, ¿qué se puede decir de Bone?
Bone es un caramelo.
Empiezas a chuparlo, a darle vueltas en la boca y la verdad es que sabe muy bien. Pero poco a poco, a la larga, el dulce va perdiendo su sabor, pese a que siga siendo satisfactorio seguir lamiéndolo hasta su conclusión. Cuando ésta llega no queda en ti más que una ligera impresión dulzona, que como todas las que producen las chucherías no tardará en desaparecer. Y rápido.

Más Pope: Batman Year 100

No sé muy bien por qué, pero no consigo que la obra de Paul Pope aguante una segunda lectura. Me pasó con Heavy Liquid, con 100%, con The One Trick Ripp-off, con The Ballad of Doctor Richardson… en definitiva con todo lo suyo que he leído (excepto con Escapo y aquel episodio suelto para Spiderman, que no me gustaron ni la primera vez).
Paul Pope es un ilustrador muy bueno, un constructor de secuencias interesantes y un fabricante de entornos urbanos y personales excepcional. Pero falla en el guión. No es que escriba mal o que estructure con el culo las historias, pero le falta algo de garra, cohesión argumental y un foco claro de dirección narrativa. O eso es lo que me parece.
Este Batman por el contrario no adolece de ninguno de esos defectos y conserva intactos todos los aspectos positivos de la obra más personal del autor. El primer tomo es puro Pope: ambientación futurista ciberpunk, misterios, ¿qué está pasando aquí?, persecuciones narradas con pulso y dibujos muy bonitos. Y al mismo tiempo ofrece una versión pura del personaje, reminiscente del Batman Año Uno de Miller y Mazzuchelli, siendo toda una lección de lo que debería ser un Otros Mundos del personaje: un Hombre Murciélago en esencia y espíritu, pero dando una versión alternativa del mismo y de su mundo particular.
A partir del segundo tomo y hasta el último Pope nos introduce en el mundo que ha creado, despeja incógnitas, crea otras y al final todo tiene sentido.
Veremos si resiste una segunda lectura.
Y si lo publica Planeta.