lunes, octubre 10, 2005

Firefly, el espacio a ritmo de country

Creo que con mi post sobre cierto episodio de Buffy de hace unos meses quedó bastante claro que me gusta lo que hace Whedon, pero las series de ciencia-ficción, por mucho que me atraigan, me aburren. No es que no las soporte, nada de eso, es que… no me enganchan, simplemente. Por eso, aunque llevaba mucho tiempo oyendo maravillas de Firefly, la serie espacial de Joss Whedon, era reticente a “perder el tiempo” viéndola. Pero, como pudísteis leer unos posts más abajo, siguieron llegándome noticias de la serie, además de que se acerca el estreno de Serenity, la película que continúa la primera y única temporada de la serie, y… “oye, que es de Whedon, probaremos el primer episodio a ver que tal y si eso, ya veré el resto…”.

¿Veredicto? Pues que si le tuve que dar varias oportunidades a Buffy para que me enganchase, ésta lo consiguió desde el primer episodio que, curiosamente, es de los peores (sobre todo el principio, para qué negarlo). No sé si decirlo, pero ahí va: es mi serie favorita.


Si bien es totalmente diferente a las otras series de Whedon, tiene en común el punto fuerte de éstas: la caracterización de los personajes. Tanto es así, que estos 9 personajes principales logran hacer que te olvides de otras carencias de la serie, sobre todo las carencias de presupuesto, cosa que se consigue también gracias a que la serie es parte western… un momento, un momento, ¿no era de ciencia-ficción? Pues sí, pero también tiene elementos de western. La historia está ambientada unos 5 siglos en el futuro. La humanidad ha crecido tanto que ya no cabe en el planeta, así que se dedica a buscar planetas habitables para terraformarlos (sí, como en Aliens) y poder enviar colonos ahí. Casi todos esos planetas acaban bajo el dominio de la Alianza Anglo-sina (fusión de los “imperios” chino y estadounidense… también como en Aliens, por cierto), pero algunos deciden que quieren ser independientes, los que están más “hacia la frontera”, lo que más parecen sacados del oeste americano, vamos… y, por supuesto, esos deseos de independencia llevan a la Guerra Civil… que inevitablemente acaba en derrota para los independentistas (llamados también browncoats por el color de sus uniformes… nombre adoptado por los fans de la serie, por cierto). Y algunos de ellos se convierten en nuestros protagonistas: el ex-sargento Malcolm Reynolds y su camarada Zoe, que compran una nave clase firefly (ya sabéis a qué viene el título de la serie) a la que llaman Serenity (ya sabéis a qué viene el título de la película) con la que esperan ganarse la vida. Malcolm Reynolds (“Mal” para todos excepto para Zoe, que continúa llamándole “señor”) se convierte en el capitán de Serenity, y poco a poco se encuentra a los que serán los miembros de su tripulación (que acaba de reunirse al final del primer capítulo).


Jayne, Kaylee, Book, Simon, Inara, Mal, Zoe, Wash y River

El Capitán Mal Reynolds es una especie de Han Solo, sólo que un poco más cínico e irónico y con un código moral más rebuscado (como debería ser Han Solo, quizás), aparte de demostrar una pérdida total de fe, como se ve comparando el flashback del primer episodio y el resto del mismo. Luego, como ya hemos dicho, está Zoe, la segunda de a bordo de la Serenity, totalmente leal a Mal. Sólo alguien está por encima de Mal en sus prioridades, y no es otro que Wash, su mordaz marido y piloto de la nave. Wash parece el típico personaje que siempre tiene el chiste en la boca, pero a pesar de ser uno de los personajes menos interesantes (lo que no quiere decir que sea poco interesante, sólo que lo es menos que los demás), tiene muchos momentos memorables, sobre todo cierta “aventura” a solas con Mal. Luego está Jayne, el mercenario sin escrúpulos al que sólo conmueve la pasta, y, aunque pueda parecer un personaje plano por ello, hay que decir que está muy bien aprovechado. Como mecánico de la nave tenemos a la joven Kaylee, una chica de granja que tiene un don con los motores y un encanto especial. Y hasta aquí tenemos una tripulación casi normal, ¿verdad? Pues ahora vienen los elementos discordantes: Inara Serra, también llamada “la embajadora”, viene a ser el equivalente futurista a una cortesana, una prostituta de lujo entrenada para ello desde niña que puede permitirse el lujo de de elegir a sus clientes y que tiene alquilada una de las lanzaderas de emergencia de la nave. Aparentemente en el otro extremo está el pastor Book, un religioso que topa con la tripulación de Serenity tras unos años de retiro y que parece no tener demasiada prisa por abandonar la nave. Oh, y, como otros tantos de los personajes, parece que oculta algo. Y para acabar tenemos a los dos hermanos el joven doctor Simon Tam y su extraña hermana River, unos niños de papá que por motivos que no desvelaré son fugitivos de la Alianza y, obviamente, acaban también en la Serenity.

Estos personajes se mueven en un espacio muy real: sin sonido cuando no hay atmósfera, sin extraterrestres, sin lásers y con muchas balas (no es que los lásers no existan, sólo es que no todo el mundo se los puede permitir)… y, oye, el hecho de que la nave de los protagonistas no tenga armas es una novedad, ¿no? (incluso en un episodio nos dejan bien claro que no podrían tener ninguna de sus armas de balas funcionando fuera de la nave aunque quisieran, por cierto). Luego está el elemento “western”, con todo el rollo de los planetas fronterizos, donde la gente va a caballo, con cazarrecompensas, sheriffs, contrabandistas… ¡incluso tenemos el típico asalto al tren! ¡E indios! Bueno, al menos el aspecto “salvaje” de los indios, porque los Reavers son auténticos psicópatas sadomasoquistas.

Pero bueno, y si la serie es tan buena, ¿porqué duró tan poco? Bueno, dicen (recordad que yo prácticamente la acabo de descubrir, a pesar de haber visto todos los episodios) que la serie fue maltratada por la Fox, que la cambiaba de hora sin avisar y que no emitió el episodio piloto en el que se explica el origen de algunos personajes y porqué viajan juntos. Y vamos, yo me lo creo, que aquí eso pasa muy a menudo, y si no que se lo digan a los seguidores de El Ala Oeste de la Casa Blanca o, peor aún, de Urgencias. De todas formas pasó como ocurriría después con Padre de Familia y está ocurriendo ahora con Futurama: Se vendieron tantos DVDs de la temporada en cuestión que de repente Firefly volvió a ser un negocio rentable, por lo que la Universal contactó con Whedon para continuar la serie en forma de película.

Y todo esto viene a que el mes que viene se estrena Serenity en España. Whedon asegura que se puede ver perfectamente sin haber visto la serie, y yo le creo porque he visto los primeros nueve minutos de la película y ahí ponen en situación a todo el mundo la mar de bien (si queréis verlos, podéis hacerlo en
esta web), pero sinceramente creo que vale la pena conocer a la tripulación de esta nave un poco antes, saber de sus anteriores aventuras e introducirse en su universo. Creo que no os arrepentiréis.

Y, si la película le sale bien a su director, habrá que ir comprándose esto…


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