viernes, febrero 11, 2005

¿Constantine o Hellblazer?


-¡La tengo, la tengo! -¡Egoísta!¡Pásala y comparte con los demás!

Si tengo alguna debilidad por algún personaje de cómic, responde al nombre de John.
Imaginad mi ilusión cuando me enteré de que iba a rodarse una peli adaptando Hellblazer (porque sí, por mucho que nos vendan ahora la moto con lo de John Constantine, The Movie la serie siempre la hemos conocido por ese otro nombre...que no deja de parecerme que tiene más gancho que no el elegido para la ¿adaptación? a la gran pantalla).
Imaginad la cara que se me quedó cuando me enteré que John iba a ser Keanu.
Lo siento Sting, otra vez será, chico, no me llores, recuerda que después de todo la vida es dolor.

Pero estas líneas no van dirigidas a especular sobre el mayor o menor acierto de una película que todavía no se ha estrenado. Simplemente no sería justo (aunque por las imágenes que he visto y por lo que he leído me ha dado la sensación que tantos años siguiendo las desventuras de mi mago bastardo de clase obrera no me capacitan para conocerle con la profundidad suficiente... ¡porque vamos, no le reconozco en lo más mínimo!). Sin embargo, esta sensación respecto al bueno de John no me resulta,para nada,extraña o sorprendente.
Ya sucedió en el cómic,sin ir más lejos.
Volviendo la mirada atrás debemos recordar que Constantine nació de la pluma de uno de los grandes de esta industria, Alan Moore, y que su nacimiento tuvo lugar en las páginas de su Swamp Thing. Ahí estaba abocetada la esencia del personaje, sugerente en tanto que misterioso.
De ahí su salto a su serie particular, Hellblazer, de la mano de otro gran escritor británico, Jamie Delano, que acabó definiéndolo como la que yo considero, a título personal, como la mejor caracterización de John, y que aquí vimos publicados tan sólo los primeros números de la mano de Zinco asícomo el primer y único anual con que contó la serie. El principal acierto de Delano fue, a mi gusto, el presentarnos a un Constantine cercano, humano, torturado por sus pecados de juventud, y en definitivas cuentas alguien a quien te podías creer perfectamente . El segundo acierto de este guionista fue dejarnos un buen puñado de geniales historias y varias sagas memorables, para no olvidar (aunque reconozco que ocasionalmente el desenlace pecaba de precipitado, como en el arco argumental de La máquina del miedo).
Luego llegó Garth Ennis, nuestro irlandés pendenciero. Y con él Hábitos peligrosos, otra de las sagas que deberían ser recordadas con mayúsculas en la memoria del lector. Saga publicada por Zinco y actualmente más que descatalogada, no estaría de más que Norma reeditara algún día (después de todo es un valor seguro). Pero Ennis no se quedó allí, sino que continuó la labor iniciada por Delano de forma más que correcta, un continuísmo de espíritu que enriqueció con su cosecha particular a base de ginebra y mala leche.
Tras él, una historia corta de Eddie Campbell, merecedora de caer en el olvido y el inicio de una etapa más que digna aunque no comparable a sus grandes predecesores como fue la de Paul Jenkins, publicada por Norma (como hizo con gran parte del material de Ennis). Tras ello, Warren Ellis visitó la colección en un buen puñado de números, poco destacados en líneas generales.
Y entonces apareció Azzarello, genial guionista de 100 balas, y que dudo que conociera a John como lo conocían sus lectores más fieles. Punto y aparte en el devenir de John, que se ve arrastrado a una magna saga que le conducirá hasta suelo americano al tiempo que ve desplazada su humanidad, ya en franco retroceso desde Warren Ellis, hasta verse convertido en lo que a mi parecer era más una deformada parodia del personaje que otra cosa. Lo que contaba ahora era la actitud, algo que siempre había formado parte de la gabardina y el tabaco en el bolsillo de John, pero que como decía, se exageraba hasta un punto que desafiaba la continuidad del personaje. ¿Era ése Constantine? ¿O un doble perverso? ¿Cómo podía matar a sangre fría un tipo que con anterioridad se había torturado a sí mismo por cargar con la muerte del asesino más abominable? Me lo habían cambiado. No podía ser él. Y en cuanto a los guiones de Brian...a mi modo de ver las cosas fueron irregulares, despuntando alguna saga corta integrada en la trama general (como Freezes Over). Pero al parecer tuvo éxito. Porque molaba. Porque John era cool. Cierto que con Azzarello vimos elementos originales o cuanto menos poco tratados, pero la cosa no me cuadraba (por cierto, la etapa completa ha sido publicada por Norma).
Fuí feliz cuando me enteré que Mike Carey, el guionista de Lucifer tomaba la serie (hará ya unos dos años y pico de ello). Pero mis elevadas espectativas se quedaron un poco colgadas al constatar como se estiraba como chicle una de esas sagas apocalípticas tan de moda en la vida de John, con algunas historias de relleno o lejanamente relacionadas con la trama básica que estaban muy bien (alguna era de lo mejorcito que había leído como historia autoconclusiva), eso sí. Pero en definitiva, una etapa irregular, con altibajos, que recientemente parece haber ganado en interés, y cuyo comienzo publicará Norma el 25 de este mes, Sepulcro Rojo.
A grandes rasgos, mi resumen de más de 200 números de Hellblazer para todos aquellos que sólo han tenido como primera referencia de este tipo tan entrañable (¿con quién tendría que pactar para salir de copas con él una noche?) la película que tendremos en nuestras pantallas el 18 de este mes.

Y para los que os hayáis quedado con el gusanillo:
http://www.insanerantings.com/hell/
sobre el cómic, mientras que de la peli tenéis:
http://www.rottentomatoes.com/m/constantine
(meteos en la sección de reviews y articles y os enteraréis del miedo que tenía el director de que confundieran su película con Hellraiser de haberla llamado Hellblazer)







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